capitulo ocho

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La mañana pasó demasiado rápido. Tal vez porque la estaba disfrutando con Will. Desayunamos casi todo lo que había en el refrigerador y nos volvimos a acurrucar juntos en el sofá a ver películas y conversar.

Sarah había ido al instituto, y cuando volvió nos explicó que no quiso despertarnos porque le daba miedo. Sonreí (Sarah siempre tenía miedo de despertarme porque a veces la golpeaba) Enseguida mi hermanita salió de la casa porque Alex la había invitado a caminar. Así que Will y yo nos encontramos solos una vez más.

No hubo ningún otro beso desde aquel último antes de desayunar y dejé en claro que no lo habrá hasta que su relación con Spencer se haya terminado.

Will fingió enfadarse al notar que estaba rechazando todos los besos que él trataba de darme, pero solo conseguía causarme gracia. Así que se preparó para ir a la casa de Spencer y terminarlo todo.

El reloj marcó las tres de la tarde y mi madre había vuelto. No se enteró que no fui al instituto y tampoco se enteraría. Ella estaba demasiado cansada, así que se fue a dormir como era habitual luego de un día de guardia.

Los minutos pasaban, pero ahora parecían ir más lento, tal vez porque Will no estaba. Me preguntaba cómo se lo tomaría Spencer. ¿Lo habrá aceptado sin más? ¿Habrá…? o mejor dicho… ¿Estará haciendo un escándalo y tal vez por eso Will no vuelva? ¿Cómo se tomará la noticia de que su perfecto novio la dejará para salir con su mejor amiga? Mejor amiga de él y peor enemiga de ella. No debe sentirse muy lindo. Su frágil ego no lo soportará.

¿Y si me hacía la vida imposible por tal cosa? De seguro ahora me odiará aún más que antes.
Pero nada arruinaría este momento, este día. Mi mejor amigo/futuro novio estaba a punto de ser mío. Estábamos a punto de empezar nuestra propia historia de amor.


                                                                  ****
Escuché el fuerte sonido de mi celular sonando y lo busqué. Era un mensaje que mostraba:

“De: Will.

Hola Zoey, ¿Puedes ir a esperarme a mi casa? :) te quiero.

Recibido el: miércoles a las 15:57 hs.”


Me puse unas botas, tomé mi cartera y salí. No iría en auto, la casa de Will estaba muy cerca. Así que caminé. Al cabo de cinco minutos ya me encontraba en su casa.
Chris no estaba, pero Reachel me recibió con una de sus enormes sonrisas otra vez. Me preguntó por qué ya no iba a su casa. Claro, ella no sabía nada, por suerte. Así que solo contesté que había estado ocupada en esos días.

Subí a su habitación, enorme y vacía. En la que días atrás había despertado confundida, destrozada y pensando que jamás volvería a hablar con mi mejor amigo. Pero ahora ya todo volvía a la normalidad.

Mi madre siempre me decía “No habrá arcoíris sin un poco de lluvia antes”. Y ahora, por primera vez le encontré un gran sentido.
Capaz si aquello con Will nunca hubiera sucedido, seguiríamos siendo amigos, estaríamos secretamente enamorados hasta que nos tengamos que separar para vivir nuestras propias vidas y nunca sabríamos sobre nuestros verdaderos sentimientos. Llegaría el momento de ir a la universidad y nunca más lo volvería a ver. Seguiría sin haber probado de nuevo sus labios y él seguiría saliendo con Spencer erróneamente.

Lo que sucedió con Will fue solo para unirnos más, unirnos de una forma que no sería posible de otra forma. Si tal cosa no hubiera pasado jamás, yo no me animaría a confesarle lo mucho que me gustaba por miedo a perder su amistad. Y capaz, Will también pensara igual.

De alguna forma, aquel “error” nos ayudó a encontrarnos realmente, a entender lo que sentíamos el uno por el otro.


                                                                 ****
El ruido de la puerta me sacó de mis pensamientos. Will entró a su habitación dando un débil y frustrado portazo.

 – Will. ¿Qué pasó? –me levanté de su cama y caminé hacia él.
 – Nada, nada. –caminó a paso rápido hacia el baño y pude notar que evitaba mirarme.
 – Pero, Will. –lo seguí. Él entró al baño sin cerrar la puerta. Se inclinó y se mojó la cara en el grifo.  – ¿Qué sucedió? –fruncí el ceño.
 – Esto. –se levantó dejando a la vista una enorme marca roja en la mejilla y el pómulo derecho levemente hinchado.

Me cubrí la boca con las manos. No podía creer. ¿Era eso lo que hizo Spencer? Los labios de Will se estiraron formando una triste sonrisa.

 – ¿Qué tal? Se lo tomó mejor de lo que creí. –A pesar de estar lastimado, su sentido del humor no se había ido. Era algo más que me enamoraba de Will.
– No, Will. ¡Está loca! ¡Mira lo que te hizo! – entré al baño y tomé un pañuelo para secarle la cara rápidamente.
 – Nada, no pasó nada. –no se movió, cerró los ojos y dejó que lo siguiera limpiando.
 – ¿Nada?
 – No importa. No importa lo que me haya hecho a mí. Tú importas más, voy a protegerte para que no te haga nada.
 – ¿Qué dijo sobre mí?
 – Nada, pero tú sabes cómo es Spencer. –sentí como sus manos se apoderaban de mi cintura y se acercaba más a mí. – ¿Me das un beso?

Sonreí y bajé el pañuelo.

 – ¿Un beso? mira lo mal que tienes la cara y ¿Quieres un beso? –alejé mi cara y torso de su cuerpo, pero no pude separarme del todo porque él me sostenía fijamente, dejando mi vientre en contacto con el suyo. Contacto que hacía que se me erizara la piel.
 – Si –sonrió como un niño pequeño, acercó su rostro al mío pero lo detuve poniendo una mano en su pecho.
 – No –sonreí. –No más besos, ven. Te curaré esa cosa que está creciendo.

Se tocó la cara.
 – ¿Está creciendo?
 – Si, necesitas ponerte algo para curarlo.
 – Te necesito a ti. –Se acercó tomando mis mejillas y besándome en los labios, pero no me resistí, porque no quería y porque no podía, Will me sujetaba para que no me aleje.

Ah, otra vez, Will se estaba haciendo el romántico. “Te necesito a ti”. Jamás me habían dicho algo así antes, ni siquiera mi novio anterior.
Me encantaba, me hacía sentir tan especial que una persona como Will esté enamorado de mí.


Y entonces…

La dulce voz de Reachel resonó en la habitación. Justo cuando yo y Will nos estábamos dando semejante beso. ¿Qué pesará su madre de todo eso? Si, era una mujer adorable, ella amaba a todo el mundo. Pero ¿qué pensará sobre que ahora estamos saliendo o… casi saliendo? Ya no nos dejaría estar solos en su habitación, ya no dejaría que Will vaya a dormir a mi casa como antes. Ahora nos vigilaría todo el tiempo, y ni Will ni yo queríamos eso.

Our MistakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora