Our Mistake

capitulo catorce

Estaba en el suelo dibujando un boceto del supuesto paisaje que pintaríamos. Adam estaba acostado en el suelo metiendo los dedos en todos los botes de pintura y Will estaba sentado a un lado recostado contra la pared.

 – ¿Y Everly? – Preguntó Adam, con su peculiar forma de llamar a todos por su apellido. Levanté la vista a punto de preguntar qué había dicho cuando me di cuenta de que se dirigía a Will.

Si, Adam estaba empezando una conversación con Will. Wow.

 – ¿Quién? –Will frunció el ceño cuando se dio cuenta de que estaba hablando con él.

 – Tu novia Spencer.

Will y yo cruzamos una mirada retadora pero enseguida la desvié, volviendo a la hoja de papel que tenía en frente.

 – Bien, supongo. –murmuró. Adam se miró los dedos de colores y suspiró.

 – ¿No es muy molesta?

 – Si, un poco.

Y la conversación se acabó. Hubo unos minutos de silencio hasta que yo hablé.

 – ¿Qué les parece? –volteé el papel para que puedan verlo.

 – Bien. –murmuró Adam.

 – Está bien. –dijo Will.

 – ¿Entonces empezamos? –pregunté.

 – ¿Qué haremos primero? –preguntó Will mirando el papel y luego el lienzo.

 – No sé.

 – Podríamos…  – Adam lo pensó un rato. – Dibujarlo en el lienzo y luego pin… Oh. –miró al suelo. Acababa de tumbar un pote de pintura naranja manchando toda la alfombra. Me miró y sonrió. –Perdón.

 – Oh, Adam. –Suspiré mirando el desastre. – ¡Levanta el maldito Bote! ¿No ves que sigue derramando? –exploté de repente.

 – ¡Perdón! –lo enderezó. –Mierda. –se miró la mano, toda naranja y luego la mancha que tenía en la camiseta.

Will permaneció quieto, riendo de la escena que tenía en frente.

 – Ve a lavarte. –no alcancé a terminar la oración, Adam se fregó la mano contra la camiseta y el pantalón.

 – Ya esta – Sonreí.

 – Que torpe fue lo que has hecho. –me levanté y lo miré de vuelta.

 – ¿Qué? –me miró.

 – Nada. –sonreí, me volteé y me encontré con Will, a escasos centímetros. Demasiado cerca que me asustó la rapidez con la que llegó. –Will… –Lo miré, él ladeó una sonrisa y por un momento creí que me iba a besarme, pero se alejó sin despegar sus ojos de mi cuerpo, haciéndome sentir incómoda.

 – Eh… – tartamudeé. –Iré… iré por algo para limpiar  eso.

 – No podrás hacerlo ahora. Es una alfombra. –apuntó Will.

 – Es cierto. Pero ustedes sí. –sonreí.

 – ¡¿Qué?! –exclamaron los dos al unísono.

 – Iré a traer unos cepillos, un poco de agua con jabón y se ponen a limpiar.

 – Adam lo hizo, yo no fui. –dijo Will.

 – No me interesa. Los dos se ponen a limpiar.

                                                               ***