Prólogo

188 13 5
                                    

Un día más, los mismos gritos de siempre. Me aturden. Me hielan las lágrimas a la hora de salir. Me envenenan. Estoy harta. Harta de que siempre estén discutiendo. Harta de no poder ser feliz dentro de casa. Harta de todo.

Abro la puerta de la habitación para ver si la cosa ya se ha calmado pero nada, siguen como siempre. Salgo al salón, para comprobar que ha pasado ahora.

—¿Qué pasa esta vez? —pregunto, indignada. Nadie contesta.

Mi madre, atacada de los nervios, está hecha un nudo sentada en el sofá. Me asusto preguntándome si ese cabrón la ha vuelto a tocar. Me aferro a ella, y la acaricio, la beso y la susurro hasta que me cuente todo.

— Mamá, ¿qué ha pasado? ¿estás bien? —susurro, intentando que mi voz no la espante aún más.

Ella, débil y todavía muy nerviosa, levanta la cabeza.

—Nos mudamos —dice, así, sin más. Sin darme ninguna explicación.

Little LiesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora