Capitulo 5

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Miro a la multitud que nos espera en la parada del tren y observo que cada persona es diferente y extraña. Comparándola con el resto de la gente, me parece que Maysee es una de las más normales. Veo personas que tienen hocicos y rayas en el piel o que incluso la tienen de colores. Gente que viste con túnicas y trozos metálicos y  lleva zapatos de plataforma de 15 centímetros y peinados tan extraños como uno con forma de gato. La gente aplaude y chilla, aclamándonos, pero seguro que están deseando vernos morir de una forma morbosa, violenta y dolorosa.

Maysee nos acompaña a una sala donde nos separan a Simon y a mi. Seguro que es aquí donde los estilistas nos ponen "guapos" para el desfile de los tributos, o algo así.

Espero durante un breve periodo de tiempo y vienen unas estrafalarias personas que empiezan a observarme. Me llevan a una ducha y cuando está acaba me depilan cada pelo causándome un terrible dolor, que aguanto sin decirles nada. Me liman las uñas de las manos y me cortan las de los pies para luego aplicarles un esmalte transparente. Cuando finalmente acaban los preparativos, me dejan una bata y se van de la sala, dejándome desnuda para cuando venga el estilista. Me siento avergonzada de que esas personas me vean pero bueno, tienen que arreglarme. Minutos más tarde llega la estilista.

- Hola, soy Aysha y soy tu estilista. En un principio tu estilista iba a ser Godein, pero se ha enfermado y yo lo voy a sustituir. Espero hacer un buen trabajo, ya que este es mi primer año. Vamos a ver que podemos hacer contigo, pequeña - Aysha es una mujer alta y joven, por su aspecto supongo que rondará la veintena. Su pelo es rubio oscuro y largo hasta sus caderas; le cae por la espalda creando pequeñas ondas en las puntas que son de un rosa fucsia. Su piel es pálida y normal, lo único extraño es un tatuaje de mariposas que le rodea todo el cuello y acaba en su nuca. Sus ojos son amarillentos y sus labios son rosas, a juego con su pelo. Lleva puesto un vestido negro con tirantes y unos zapatos negros también. Posee una belleza poco convencional, pero a mi me parece una chica preciosa.

Empieza a cortarme un poco el pelo por las puntas mientras (con lo que supongo que es una plancha) me va alisando el pelo. Me va hablando un poco sobre el Capitolio y cómo es vivir allí y me pregunta sobre el Distrito 7. Ella dice que cree que es un lugar hermoso y está orgullosa de arreglarme para el desfile. Me pregunta por el bosque, sobre todo. Y yo le cuento sobre como la luz se cuela entre los árboles, el aroma de los pinos, el murmullo de las hojas cuando el viento sopla y el cantar de los pájaros. Ella sonríe y me da la gracias. Me parece muy amable y puedo permitirme no ser borde con ella ya que no tengo que matarla. Aún siendo una habitante del Capitolio no me dice cosas como que es un honor estar en los juegos, lo que ayuda a que no la deteste.

- Ahora que ya se más cosas sobre ti puedo darle unos últimos retoques al vestido y a tu maquillaje.

Sin darme cuenta ella trae el vestido y me lo enseña.

Vaya. Me ha ilusionado.

No es un disfraz de árbol. Ella me ayuda a ponérmelo y me enseña los zapatos. El vestido es una fina tela verde claro. Por la parte de arriba es un verde luminoso, brillante, semejante a la luz de un claro. Ella trae otra capa y me sonríe Es una tela un poco pomposa que imita las hojas de mi árbol y lleva una pequeña flor entrelazada en la parte de la cintura. Me pongo los tacones altos color verde y como complementos me deja llevar el colgante con la piedra roja ( que por cierto ha pasado la revisión), me encuentra unos pequeños pendientes a juego y me pone una corona de hojas y flores en el pelo liso. Finalmente le da unos retoques a mi maquillaje poniéndome más rímel , poniendo una sombra de ojos marrón clara y pintando mis labios de rojo. Solo cuando acaba me deja mirarme al espejo.

Lo que veo es hermoso. Es una chica hecha de naturaleza, que se une perfectamente con el bosque: un hada. Nunca he visto ninguna, pero se dice que mi distrito está lleno de ellas. De pequeñas Mery Anne y yo íbamos en su búsqueda pero nunca encontramos una. Sin embargo si encontramos luciérnagas una noche. Fue uno de los días más bonitos de mi infancia. Y ese ser que está frente al espejo mirándome se camufla perfectamente con el entorno, pero sin dejar de ser elegante. El vestido es muy ligero y suave. Aysha ha hecho un trabajo perfecto. Parezco hermosa, pero no hay nada de inocencia en mi. Parece que puedo engañar a cualquiera para que haga lo que yo desee. Soy poderosa. Nunca antes me había visto así. Ni siquiera parezco yo.

Mi estilista se enjuga las lágrimas de la emoción.

- Estás perfecta. Que suerte tengo de que te quede bien el verde. No es un color que siente bien a mucha gente. Eres hermosa Leah. Ahora sal ahí y deslumbra al Capitolio.

De su mano salgo fuera. Estoy deseando ver la cara de los demás tributos. Puede que ellos estén asombrosos, pero yo brillo con luz propia.

Me encuentro a Simon hablando con nuestra mentora y compruebo que va vestido con un tejido semejante al mio. En vez de ser un vestido es un traje de color verde. Lleva el pelo más rizado que de costumbre y sus ojos resaltan. Parece un silfo. ¿Vamos a juego? Magnífico. Nótese la ironía. Debería haberlo supuesto.

Cuando me mira se queda alucinado. Todo rastro de elegancia ha desaparecido en él cuándo me mira, solo parece claramente decepcionado de que le vaya a robar atención.

- Cierra la boca que estás babeando - le espeta Johanna y no puedo evitar una sonrisa-. No es justo. Ese idiota de Godein siempre usa ese truco del árbol. ¿Por qué este año no?

- Porque este año soy yo la estilista de Leah. Es un placer conocerte. Me llamo Aysha Stark.

- Encantada de conocerte. Has hecho un gran trabajo. Eh ,mirad. Voy a presentaros a un amigo mio.

- Hola Johanna- dice él con una sonrisa en el rostro acercándose a nuestra posición- Cuánto tiempo sin verte. ¿Me presentas a tus nuevos amiguitos?

En ese momento me observa pícaro y yo le lanzo una mirada lo más cargada de odio posible, lo que le desconcierta bastante.

- Este chico es Simon Jonhson y ella es Leah Sky. La mujer del Capitolio se llama Maysee. Y aquí están las autoras de semejante obra maestra. Gemma y Aysha, estilistas.

- Es un placer, yo soy Finnick. Tenéis suerte de tener a Johanna como mentora -se dirige a Simon y a mí, pero giro el rostro para no tener que soportar sus ojos del color del mar-. Enhorabuena chicas, habéis hecho un gran trabajo. Nunca antes había visto un hada, desde hoy creo ellas. Bueno, me marcho. Hay gente que muere por mi compañía -dice mientras me guiña un ojo y se va. Me quedo ruborizada mirando el lugar por el que se ha ido.

Menudo cretino. Se cree muy guapo e irresistible. Es comprensible porque lo es,con esos ojos verde- azulados como el mar, ese pelo broncíneo, ese cuerpo de infarto y esa sonrisa...Arg, ya estoy divagando. Mi cabeza no encuentra una respuesta racional a mi odio. Pero pienso en esa por la que lo he detestado desde que ganó los Juegos. Esa me sirve y me hace hervir la sangre de solo pensar que lo he tenido tan cerca. Debería haberlo estrangulado. Aysha me mira preocupada.

- ¿Pasa algo? Me haces daño.

Dirijo mi mirada en la misma dirección que la suya y descubro que le he estado agarrando del brazo con fuerza.

- Perdona. Estoy bien. Solo algo nerviosa. Simon, será mejor que subamos ya a las carrozas, que pronto comenzará el desfile.

Asiente y me acompaña. Están bastante altas y llevo tacones. Mi compañero me ayuda a subir y me alejo todo lo posible de él (que es más bien poca distancia) estando lo bastante cerca para no caerme pero no lo suficiente para rozarle.

En ese momento comienza el desfile y con él mi primera ocasión para brillar en este lugar. Espero tener suerte, porque si hago el ridículo será la última. Debo destacar para que los patrocinadores se interesen en mí, y la verdad es que mi estilista hecho un buen trabajo para ayudarme a lograrlo.

Tengo que seguir avanzando. Allá voy.

Con la fuerza de una pantera (Los juegos del hambre)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora