Capitulo 20
Asimilo todo lo que la chica acaba de decirme.
¿Crees que dice la verdad, Louis?
No estoy segura, Leah.
¿Debemos creerla?
Por qué no. Podemos matarla en cualquier momento si hace alguna tontería, y parece que va desarmada, no será problema.
Este Simon cada vez se gana más enemigos.
Es odioso, y aunque no me guste reconocerlo es un digno adversario.
Dejará de serlo cuando lo atravesemos, Louis.
Observo como la chica da un enorme suspiro y se aclara la voz.
-Puedes proseguir- le digo.
-Seguí a Leoud, y me gustaría poder decir que lo maté antes de salir de la jungla. No lo hice. Un sonido me distrajo cuando ya se había hecho de noche. Desde lo alto de un árbol, observé al chico que días atrás había sido mi aliado. Me preparé y lo apunté con el con el arco, pero algo me hizo fallar al disparar la flecha. Por suerte, mi objetivo pareció no darse cuenta de que alguien estaba intentado matarle. Lo que me distrajo fue un grito. En concreto, tu grito. Decidí actuar pronto, antes de que el chico saliese a buscarte, y disparé una segunda flecha apuntando a su corazón. Pero, para mi mala suerte, la vio, y en un intento de huir solo le dió en el hombro, aunque causandole un gran dolor que lo hizo aullar. Me vió encaramada al árbol y se fue corriendo en dirección contraria, muy veloz a pesar de estar herido. Me sentí más débil y perdida, e hice un gran esfuerzo por reprimir las lágrimas. Me tomé el último frasco de un trago y suspiré hondo. Solo me quedaba un día para ganar los juegos si quería sobrevivir. Así en vez de ir tras él, temerosa de que me tendiese una emboscada, decidí ir al lugar dónde había sonado el grito, que no parecía ser muy lejos de donde yo me encontraba.
<< Estuve caminando hasta llegar al lugar dónde empezaste a huir y caminé siguiendo los rastros que habías dejado a tu huida. Por suerte para tí, solo me encontraba a 15 minutos de distancia. Y allí te encontré. A punto de morir, luchando. Me encaramé a un árbol cercano al claro en el que tenía lugar la batalla, rezando para que los mutos no me viesen. Y no voy a mentirte. No pretendía hacer un acto heroico ni nada parecido. Se me acababa el tiempo de vida y seguían habiedo tributos, por lo que disparé para matarte. Además pensé que esa sería una mejor forma de morir que despedazada por unos conejos mutantes. Pero el caso es que el muto se puso en mi objetivo y bueno, adiós conejitos. Parece ser que ese era su líder, porque se detuvieron y se marcharon. Tú te vendaste y desplomaste en el suelo, incosciente, y yo bajé del árbol, para asegurarme de que murieses. Al caer, el arco se partió, sin embargo, no me hacía falta, podía acabar con una sola flecha clavada en tu pecho manualmente. Caminé hasta tí, me incliné sobre tu cuerpo casi sin vida, y elevé el brazo, dispuesta a que ese fuera tu último segundo en la arena. Algo me lo impidió. Y sigo sin saber que hizo que mi brazo se detuviese antes de siquiera rozarte. Nadie más había allí. Solo estabamos nosotras, yo con una flecha en la mano y tú desplomada en el suelo, y herida en el ojo. Puede que fuese la sensación de que ambas teníamos el tiempo contado lo que me hizo detenerme a mí, asesina fría e insensible. Si no iba a matarme no podía permitir que me vieras, y ¿qué se me ocurrió? Ambas odiabamos a Simon así que era cuestión de tiempo que tú fueses en su busca y lo matases, solo tendría que esperar a que lo hicieses, y con suerte, que salieras gravemente herida en el proceso, lo que me facilitaría bastante las cosas. Pero tú me viste, y lo fastidiaste todo. Rápidamente, decidí hacer un trato.>>
-Soy consciente de que es muy, muy dificil que gane- se aclara la garganta y se toquetea el pelo distraidamente-. Pero tú tienes posibilidades. A estas alturas ya no me importa que tú ganes, ya que te considero una digna contrincante, pero no soportaría que Simon lo hiciese. Él tiene la culpa de que esté enferma y sigue paseandose por la arena como si estos juegos fuesen suyos. Debo matarlo antes de morir.
-Venganza, eh- susurro con una siniestra sonrisa en los labios.
Ella asiente y me guiña un ojo.
- Si nos aliamos podemos acabar con él. Solo debes mantenerme con vida cuatro horas más. ¿Crees que serás capaz, Leah Sky?
-Por supuesto.
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Con la fuerza de una pantera (Los juegos del hambre)
Fiksi PenggemarLa vida de Leah Sky en el Distrito 7 difiere de lo que es considerado una vida sana. Apenas puede confiar en nadie desde que sucedió el accidente que la ha cambiado por completo y pocas personas quieren tener algo que ver con alguien que es tan extr...