Capitulo 7

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Capitulo 7

Empieza un nuevo día aquí en el Capitolio y tal y como pensaba, no he dormido bien. La misma pesadilla de siempre. Misteriosa e inacabada. Me levanto de la cálida cama cansada y hambrienta. Eso me pasa por saltarme la cena. Sin cambiarme de ropa, me pongo una bata. Me lavo rápidamente la cara y me dirijo hacia el comedor, donde no hay nadie. Por eso voy a la cocina donde unos Avox están haciendo el desayuno.

—¿Queda mucho? —pregunto. Él me hace un gesto afirmativo y me pone la mano en señal de que me espere.

Pero seré tonta. Si no pueden hablar. Me vuelvo al comedor y espero a que lleguen los demás. Pasa una hora y llega Maysee.

- Hola cielito ( Leah Sky, já, já, já, muy divertido). ¿Cómo has dormido? Yo me siento despejada y hoy me he despertado pronto. Ya sabes, a quien madruga, dios le ayuda - dice Maysee con una sonrisa.

No he podido dormir bien durante toda la noche porque me atormentan las pesadillas sobre su huída. Pero sí, siento la ayuda de Dios cerca.

- Geniall- nótese la ironía-. Me encanta como has quedado.

Ella da una vuelta sobre sí misma, enseñandome lo fabulosa que está. Maysee Clearwatter lleva el pelo negro recogido en una coleta lisa y un pijama de seda con estampado animal.

- Gracias. Además, el azul ya no se lleva. Me lo dijo Aysha. Voy a traer algo de comer ya que no vienen.

Cuando vuelve con los Avox cargados de bandejas de comida y una humeante taza de algo oscuro me dan ganas de tirarme a sus pies o hacerle un altar. Cojo una tostada y le unto mermelada de fresa. Mi favorita. Y la de mis hermanos tambien. Como despacio y saboreando cada alimento. Es una explosión de sabores. Finalmente llegan todos los demás. Y se sientan. Johanna me sonrie y me pasa un plato de cerezas.

- ¿Son para mí? Son mis favoritas...

- Son para todos. Pero... para mi más, que me encantan - todos reimos menos Simon.

- Tú tienes más tiempo para comer cerezas. Podrías dejarnos a nosotros aprovechar las pocas que nos quedan- dice esto y se hace un silencio en la sala. Por una vez no he sido yo la borde.

- ¿Hoy tenemos algo planeado? - pregunto, cambiando de tema.

- Sí. Empezáis los entrenamientos. Separados. Porque no pegais ni con cola. Y hacedme caso, es mejor y evita errores. Si luego queréis aliaros es cosa vuestra. Elegid bien compañero. Consejos. No mostreis toda vuestra fuerza, pero no holgazaneeis. Quiero veros sudados y con agujetas. Empezad con cosas que se os dan peor, como nudos u hogueras, que son cosas pequeñas pero utiles. Aprended a usar un arco, que nuna viene mal. Camuflaje no sirve de mucho, no esteis mucho rato. Lanzar cuchillos, más os vale afinar puntería. Y el arma que sea vuestro punto fuerte, para las sesiones privadas. ¿Alguna pregunta? ¿No? Así me gusta.

- Aaaaaaaaaaaaa. Llegáis tarde. Vestíos ya- grita Maysee.

Corro hacia mi cuarto y la ropa ya está sobre la cama. Una camiseta roja de manga corta, unas mallas negras muy cómodas y unas deportivas blancas. Todo de mi talla. Perfecto. Guardo el collar en una caja que encuentro en mi mesita de noche y espero para dárselo a Aysha o quizá a Johanna. Me recojo el pelo en una coleta alta y salgo. 10 minutos. Tiempo record.

En la entrada me esperan Simon y Maysee ya vestidos.

La ropa de Simon es semejante a la mia, pero no exactamente igual y Maysee lleva el pelo ondulado suelto, se ha puesto una blusa blanca y unos pantalones negros. Tacones altos plateados a juego con su maquillaje. Y se ha pintado las uñas de ese color. ¿Cómo lo ha hecho en tan solo 10 minutos? Misterios sin resolver.

Con la fuerza de una pantera (Los juegos del hambre)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora