Capitulo 9 : Parte 2

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CAPITULO 9

Parte 2

Me paro enfrente de su puerta y la toco suavemente con los nudillos.

- ¿Se puede pasar?

- Claro, te estaba esperando.

La puerta se abre y veo el rostro sonriente de mi estilista, que en una mano sostiene unos tacones de aguja de satén negro.

- ¿Pretendes que me ponga eso? ¿ Me dejas unas muletas ahora? Porque las voy a necesitar con esos zapatos.

- Oh, vamos. No exageres que se que te encantan.

- Bueno, bonitos son.

- Pues no te quejes. Y no te quedes ahí fuera, te vas a resfriar y me temo que los mocos no combinan con tu conjunto.

Entro a su cuarto y miro lo que hay encima de su cama, es un vestido tapado por una bolsa. Voy a quitarla cuando Aysha me aparta la mano con una palmada. Su mirada lo dice todo «No toques, es una sorpresa» o eso creo entender. Ella entra en el baño y con un gesto de su mano derecha, me indica que la siga. Le hago caso y paso.

-Siéntate aquí. Vas a tener una sesión de peluquería.

Me siento en un sillón que tiene como un lavabo encima para dejar la cabeza y ella me coge el pelo y comienza a lavármelo con agua fría. Coge un champú y comienza a masajearme el cuero cabelludo con pequeños círculos en la parte de la raíz. Después me lo aclara y repite el proceso. Ahora me aplica acondicionador con olor a cerezas. Huele a casa. Y no puedo evitar los recuerdos que mi hogar me provoca.

« Es una tarde de verano y estamos tumbados a la sombra de un cerezo, mirando las nubes.

-Oh, vamos, Dylan. No me digas que tienes miedo- le digo provocándole.

- No tengo miedo. Se llama sentido común. Y no pienso dejar que una chica de 13 años me meta en un lio.

- Una chica de 13 años- digo con un falsete imitando su voz- cómo si tú fueras mucho más mayor que yo. Solo tienes 15.

- Pues ya son más que tú, enana- dice revolviéndome el pelo-. Te echaba de menos- de repente se pone serio-. Añoraba pasar estos momentos con alguien. Últimamente esquivas a la gente. A tus amigas. Hace un año solo creíamos que estabas madurando. Pero no, lo que estás haciendo es cambiar.

Me como una cereza y le lanzo el hueso.

- ¿Y qué más te da que esté cambiando? No lo hago por voluntad propia. Las personas cambian, evolucionan.

- Pero no de un modo tan repentino. ¿Qué ha pasado de la niñita de los vestidos que jugaba al pilla-pilla por los caminos?- me dice agarrándome de las muñecas, impidiéndome huir.

- Se ha ahogado en sus propias lágrimas y la tengo amordazada en mi interior para no mostrar debilidad- al principio lo digo como una broma, pero conforme las palabras salen de mi boca me doy cuenta de que son ciertas.

- Pues suéltala. Esa es mi Leah favorita. Esa es mi chica favorita. Es mi persona favorita sobre la faz de la Tierra.

- Puedo soltarla de vez en cuando, solo si tú estás presente. Puedo ser yo misma contigo.

- ¿Lo prometes?- dice él con sus brazos alrededor de mi cintura y obligándome a mirarle a los ojos.

- Mientras viva, lo juro-digo mirándole sus ojos grises y mientras nos fundimos en un abrazo nos quedamos mirando al atardecer. »

- Ya está, Leah. ¿Me estás escuchando?- me dice Aysha, reclamando mi atención. Al parecer ha estado hablando conmigo sobre algo.

- Lo siento. De verdad. Estaba rememorando mi pasado.

Con la fuerza de una pantera (Los juegos del hambre)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora