Capitulo 15

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Capitulo 15

No puedo reaccionar. ¿Jake? Hace un segundo estaba a mi lado. Ahora está tumbado en el suelo, con los ojos cerrados y una flecha sobresaliendole en el pecho. Respira entrecortadamente. Respira. ¡Respira!

- Jake, Jake, Jake- no puedo dejar de susurrar su nombre, pero él no me responde.

¿Qué vamos a hacer? Tiene que abrir los ojos, no puede rendirse. Jake, mi Jake. Tiene que levantarse, no puede m-morir.

En ese momento me doy cuenta de que Simon sigue aquí. Está plantado frente a nosotros y una calma demasiado fría llena sus ojos. Con rabia cojo la espada y me acerco al lugar en el que está, sobresaltándolo. Empieza a llover de repente, con fuerza, unas gotas caen sobre mi cuerpo pero no me importa.

-¿¡¿PERO QUE COJONES HACES?!?-tiro su arco al suelo y le pongo mi espada en el cuello.

- Intentar ganar. ¿Qué haces tú? Primero te das besitos con ese-mira a Jake con asco- en el bosque y después te persigue para matate con su espada, que ahora llevas tú. Te estoy haciendo un favor, idiota.

- ¿Un favor? ¿UN FAVOR? METETE EN TUS ASUNTOS, SIMON - pongo la espada más cerca de su cuello, y empieza a caer un hilo de sangre al cortar levemente su piel, mojada por la lluvia-. Como le pase algo a Jake te juro que te perseguiré, y te mataré-muevo mi espada apartándola de su cuello y haciendole un corte en el hombro al retirarla-. Ahora márchate. ¡Y más te vale no cruzarte en mi camino!- le tiro al suelo y me pongo encima, impidiendo que se mueva-.O te cortaté en pedacitos, y dejaré uno en cada árbol, me maquillaré con tu sangre y tus ojos alimentarán a los conejos. ¿Queda claro?- el asiente con dificultad-. ¿QUEDA CLARO? No he oído una respuesta.

- ...Si- dice con un hilo de voz y yo me quito de encima y le empujo.

Se marcha tambaleante y yo parto el arco en dos contra mi pierna. Me acerco a Jake y lo cargo hasta nuestro refugio, sin quitarle la flecha del pecho. El agua me dificulta la visión y hace que casi me resbale varias veces.

-Jake, tranquilo. Vas a salir de esta. Estamos juntos.

Llegamos al campamento y le tumbo en nuestra cama de hojas cuidadosamente. Me retiro de su lado y agarro una de las cantimploras, dejando caer un poco de agua en sus agrietados labios. Abre un poco los ojos, con dificultad y sonríe cuando me mira.

- Leah... - susurra-. Tenías razón. Como siempre...

Pongo mi dedo en sus labios.

- Shhhh. No hables, estás cansado. Intenta no dormirte, por favor.

Él señala la flecha en su pecho.

- No. Lo siento,no te la puedo quitar, puedo hacerte verdadero daño.

- Pero... s-si no lo ha-haces... se in-in-infectará...

- Cuando ganemos te curarán en el capitolio- susurro en su oido y me tumbo a su lado, abrazándo su cuerpo con delicadeza.

Él sonríe. Es una sonrisa triste y una gota cae a su mejilla. Sin embargo no es por la lluvia, es una lágrima.

- Leah, sabes que eso no es posible. Solo uno puede ganar. Yo voy a morirme, así que tienes que ser tú.

- P-pero, Jake, yo...

No me deja acabar porque me silencia con un beso. Un tipo de beso diferente a todos los que me ha dado. Diferente al primero, tan cuidadoso,al segundo, tan pasional y a todos los dulces. Este es un beso triste, no hay otra forma de llamarlo. Es muy, muy triste. Cada vez cae más sangre de su pecho y él me rodea con los brazos, como si quisiera protegerme, algo irónico.

Con la fuerza de una pantera (Los juegos del hambre)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora