L'Imparato della seduzione

2.1K 88 16
                                    

El aeropuerto de Milán recibe todos los días miles y miles de pasajeros que vienen o van, a cada minuto del día. Hermione Granger iba pensando en esto, cuando recogía sus maletas, y revisaba el pasaporte para entrar a la salida de la terminal. Estaba nerviosa, pensando en que no vería a su prima, con toda la gente que habría allí. 'Tranquila, este aeropuerto no es más grande que el de Heathrow... ¡ánimo, Hermione!'

Con las maletas en su carrito, recorría las pistas y las salas, buscando a su prima. Ya debería estar allí, pues su avión había llegado con retraso. Se estaba desesperando, cuando unos gritos la sobresaltaron. Se giró asustada, viendo cómo algunos se reían al ver su cara sonrojada. Y allí, al fondo y corriendo como una loca, su prima Ginevra, con los brazos abiertos en dirección a su prima.

-¡Cugina!

-Ehm... Ginevra...

-Oh, per favore, llámame Ginny. ¿Come va? Tutto bene?

-Sí, gracias

-Siento haber olvidado el inglés, ma normalmente no lo practicano molto

-No te preocupes. Más o menos entiendo todo...

-¡Perfetto! ¡Allora, presto! Mia madre nos espera

Un poco confusa aún, Hermione siguió a su prima, que había perdido lo poco que sabía de inglés. Subieron a un taxi, y fueron todo el camino hablando. En realidad, la que hablaba era Ginny, que intentaba moderar su italiano y equiparar algunas palabras al inglés. Pero en el fondo, a Hermione le encantaba escuchar a su prima hablar su idioma paterno. El padre de Hermione y el de Ginny, eran italianos. El padre de la castaña, hablaba normalmente en su casa en italiano, pero la chica había nacido en Londres, igual que Ginny. Los padres de la pelirroja habían decidido mudarse al país de su padre, y Hermione se quedó con su familia allí, en Londres. Hacía algunos años que no se veían, pero Ginny solía ir a Londres a casa de los Granger, y los Granger iban alguna vez por la Toscana, pero siempre sin la chica y esa vez, Hermione tuvo la oportunidad de conocer Italia ella sola.

Ambas chicas estaban realmente contentas de verse de nuevo. Hermione estaba aún un poco cohibida, pero enseguida entabló confianza de nuevo con su prima. Llegaron finalmente a la casa de Ginevra. Allí en la puerta, su tía Molly las esperaba para darle un fuerte abrazo a su sobrina. Aún recordaba esos pequeños asfixiamentos involuntarios de su tía, que daba con tanto cariño.

-¡Hola cariño! ¿Cómo estás? ¿Todo bien? ¿El vuelo? Ginny, per favore, prende le borse de Hermione e portarli nella sua stanza, amore... Vamos querida, supongo que tendrás hambre...

Su prima subió a llevar las maletas, mientras su tía la llevaba a la cocina para darle un aperitivo de bienvenida. Empezaron a hablar sobre sus cosas, recordando momentos de la infancia, y sobre el futuro que tenían pensado.

-Y bueno, cugina, ¿cosa stai studiando?

-Pues... terminé de estudiar hace un año, y estoy trabajando en una tienda de moda

-Eso está muy bien, sobrina. ¿Y cuántos años tienes ya? ¿Veintitrés?

-Sí. Uno más que Ginny, creo

-¡Ecco! E... ¿como estás de fidanzati?

-¿Disculpa?

-Esto... novios. Sí, creo que se dice novios, ¿no mama?

-Ah... pues... bueno, la verdad es que no estoy con nadie. Me reservo para ese chico especial, ya sabéis... es que soy una chica muy seria para esas cosas y...

Lemmon parade: Ron and Hermione's loves storiesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora