Hace una semana desde el aborto de Tini. Ella está mal, se la pasa todo el día en cama, triste por la pérdida, o en una habitación que ya habíamos asignado para el bebé. Ese día llamamos a Mechi y su Madre de Tini para que nos ayudarán, después fuimos al doctor y nos dijo (lo que yo ya presentía) que fue un aborto natural, le hizo algunos chequeos a Tini y luego la llevo a una habitación para que pudiera sacarle la bolsa en donde llevaba al bebé, fue muy duro para todos esa pérdida pues aunque no había nacido ya lo hacíamos parte de la familia.
—Vamos, amor, tienes que comer— le ruego —Mi vida— me acerco a ella y le pongo un mechón castaño atrás de su oreja
—No— solloza —No sé que he hecho para merecer esto— me abraza —Tu eres una increíble persona pero yo soy fea, testaruda, enojona, celosa y muchas otras cosas más—
—¿Fea? Nunca. Enojona... Pero eres mi enojona, tus celos son lo mejor, me das a entender que te importo y muchas otras cosas más... Eres una persona normal, tienes defectos ¿pero sabes que? Eso te hace perfecta para mí–
—Te amo— dice y me besa, hace mucho tiempo que sus labios y los míos no se unían y ya los extrañaba, me doy cuenta que la amo demasiado, más que a mi propia vida y debo de hacer todo para protegerla. Mi ángel de apellido Stoessel.
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Editado.