—Anda Tini, no llores por alguien que no te merezca— le rogó Mechi.
Había escuchado esa frase mil veces pero nunca había sentido un sentimiento como este, tan doloroso, tan real.
—Y-Yo lo amaba... Y el...— no pudo terminar la frase porque ya se había derrumbado a llorar.Hace una semana ella había llegado de visitar a su tía que estaba enferma. Grito para ver si Jorge ya había llegado. Pero no obtuvo respuesta.
Se puso a hacer sus deberes: limpiar el departamento, regar las pequeñas plantas, hacer la comida, subir a la habitación para ver si estaba ordenada, todos los deberes que hace una ama de casa.
Pero una notificación de su teléfono la interrumpió. Bueno, era más bien un video, lo puso porque quería ver qué clase de video le habían mandados sus amigos, ya saben; de seguro uno de risa o informativo, todo que se pueda esperar de ellos.
Cuanto hubiera dado por no abrir nunca ese video.
Era un video donde el amor de su vida y otra mujer tenían sexo. Sexo duro y salvaje.
Llego el final del video y Martina ya tenía la cara roja de tanto llorar.
Atte. MM
Fundido en negro y ¡pum! Fin.
Eso era lo que decía al final. Solamente.El sonido de la puerta se escucho. Jorge había llegado.
—Ya vine, Ti...— se calló al ver el video puesto y se acercó rápidamente a Martina.
—Necesito una explicación— logró decir la joven.
Jorge tragó saliva.
—No la hay—
—¡Pues dame una carajo!—gritó Martina mientras lloraba
—Ya...— Jorge miró al suelo y suspiró —Ya no te quiero—
—Pero tu...— se calló al ver que Jorge negaba con la cabeza.
Pero volvió a intentar.
—Prometiste... que nunca me dejarías... prometiste... amarme hasta el fin del tiempo... ¿Acaso se te olvido que me robaste el corazón, Jorge? ¿Se te olvido las cosas que pasamos?—preguntó Martina entre sollozos
—Las promesas se rompen, Martina. Debes de saberlo—
—Si, se rompen al igual que esto— Tini suspiro e hizo esfuerzo por seguir hablando —Así que te pido que recojas tus cosas y te vallas de mi vida—En el rostro de Jorge había algo más que furia pero Martina estaba demasiado triste como para averiguarlo.
Así que sin mas el joven subió y quince minutos después bajo con maletas en mano.
—Adiós Ardillita— Fue lo único que escucho Martina antes de que el ruido de la puerta sonara.*+*+*
Capitulo editado. 👈🏻✔️