Capitulo 2 En camino a Hogwarts

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Lux se despertó lo más temprano que sus ojos le permitieron. Preparó todas sus cosas un día antes para no tener que estar apurada al día siguiente.
Apenas eran las 8 de la mañana cuando Lux ya estaba junto a la puerta, ya arreglada y desayunada. Su hermano estaba igual de emocionado y apurado, pues temía perder el tren y no entrar a Hogwarts ese año y no poder enorgullecer a su padre siendo el buscador en el juego de quidditch.
—¡Papá!—gritó Scorpius desde el piso de abajo. El piso estaba reluciente y pulido, igual que siempre.
Su padre bajo enseguida junto con su esposa. Lux y Scorpius tomaron sus cosas y, esta vez, se fueron en una carroza a la estación King Cross.

Entraron a la estación y pusieron sus cosas en un gran carrito de metal.
Tampoco era la primera vez que Lux iba a la estación, y tampoco era la primera vez que entraba al andén nueve y tres cuartos, así que Lux ya sabía que era lo que había que hacer, lo había aprendido desde la primera vez que Scorpius entró a Hogwarts.

Traspasaron la gran columna de ladrillos y se percató de que había muchos niños y padres que Lux jamás había visto en los últimos dos años.
—Por favor Scorpius.—le dijo su padre. —Quiero que cuides de tu hermana, lo que necesite, quiero que la guíes... y por favor, eviten el contacto con cualquiera de los Potter y los Weasley, ¿entendido?                                                                                                                                                                            

Después de decir eso, Draco cruzó miradas con Harry Potter, pero este sonrío amablemente.
Lux asintió con la cabeza, le dio un fuerte abrazo a sus padres y felizmente subió al tren.

Caminaron por unos largos pasillos. Scorpius se volvió hacia su hermana, con un gesto de amargura y vergüenza.
—Lux... Creo que, deberías encontrarte tus propios amigos ¿sabes? No puedo estar cuidándote todo el día.
Lux estaba confundida y asustada, pero respondió.
—Si, no hay problema.

Se dio media vuelta y empezó a caminar por el tren en busca de un asiento vacío, pero la mayoría de las personas la miraban extraño, y muchas otras con disgusto.
Al seguir caminando por todo el tren sin algún objetivo, se encontró con un carrito de dulces, lo que hizo que a Lux se le dibujara una gran sonrisa en el rostro. Se acercó despacio, donde atendía una anciana bruja de cabello blanco y estatura media.
—¿Quieres un dulce niña?—preguntó.
—Si por favor.—respondió Lux con amabilidad. Inspeccionó el carrito en busca de algo que le gustara. —¿Qué es eso?—preguntó señalando una caja que tenía un dibujo de una rana.
—Es una rana de chocolate.—dijo.—Son sólo dos monedas.
Lux recordó que su padre la había dado dinero, así que lo saco de su bolsa y le dio las monedas a la anciana, y ella le dio su dulce.
Cuando quiso abrirla, una voz  suave detrás de ella la interrumpió.
—¡Cuidado!
Lux se sobre saltó, haciendo que su dulce estuviera a punto de salirse de sus manos.
Se dio vuelta, y se topó con una chica pelirroja, de estatura media y con unos ojos de color verde oscuro.
—Lo siento.—continuó. —Es que son escurridizas.
—Oh... Bueno, gracias.—respondió Lux con una sonrisa.
—Soy Rose Weasley.—dijo la chica extendiendo su mano hacia ella.
Al escuchar su apellido, Lux recordó lo que le había dicho su padre antes de subir al tren, pero no quería ser descortés, así que también se presentó.
—Lux... Lux Malfoy.—respondió.
El gesto de Rose cambio repentinamente a uno casi de desagrado y angustia.
Lux sólo sonrió y caminó hacia el otro lado.

Ignorando la precaución de aquella chica, Lux abrió la caja y la rana dio un gran salto.
—¡Vuelve aquí!—gritó mientras corría por todo el tren tratando de atrapar aquella rana.
Esta dio varios saltos, hasta llegar a los pies de un chico. Lux lo vio justo a los ojos, tenía un gran parecido con aquel señor que vio el otro día en Diagon Alley. El chico tomó en sus manos a la pequeña rana de chocolate y se lo dio a Lux.
—Si que son escurridizas.—dijo —Soy Albus Potter.—continuó extendiendo su mano hacia Lux, al igual que lo hizo Rose.
<<Demonios. ¿Por qué me encuentro con los que no debería encontrarme?{{
Ella solo miro su mano un momento pero no respondió. Albus bajo la mano lentamente.
—Lux Malfoy—respondió segundos después —Gracias por mi rana, pero tengo que irme.
Lux sabía que era grosero actuar de ese modo, pero no quería decepcionar a su padre. Sin embargo, no quería estar sola ese día.
—Espera—le dijo Lux antes de que Albus pudiera irse —¿Puedo sentarme con... Contigo?                  Él sonrió amablemente.                                                                                                                                                  —Claro—contestó.

Harry Potter y la hija de Draco Malfoy. (Fanfic) EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora