Capitulo 9 El día en que todo pasó

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—¡POTTER! ¡MALFOY! ¡Bajes aquí ahora mismo!— gritó la profesora McGonagall.

En su mirada se le notaba la desesperación y preocupación, y eso hacía que sus arrugas se le notarán aún más.

Lux y Albus bajaron tan rápido como pudieron de los aires y se miraron el uno al otro con miedo.

—A mi oficina— dijo una vez que estaban en el suelo —Ahora— continuó girando la vista a Lux.

La oficina de McGonagall era tan grande como los dos dormitorios juntos, con una enorme silla y estantes con libros llenos de polvo, que al parecer no se habían leído en mucho tiempo. Justamente al lado del gran escritorio, lleno de papeles y fotos, había una pequeña y roja ave fénix.

—Tomen asiento— les dijo haciendo que con su varita dos sillas se acercaran a los chicos.

Lux y Albus se sentaron.

—Espero que sepan la gravedad de este asunto. Lo que acaban de hacer me hace creer que los acontecimientos sucedidos en la escuela es culpa suya.

—Directora, ya le hemos explicado que...

—Silencio señorita Malfoy— la interrumpió —Por supuesto de ti puedo esperarme cualquier cosa, pero ¿usted señor Potter?

—Ninguno de los dos somos responsables de lo que está sucediendo en la escuela profesora... Es más, no estamos al tanto de lo que...— dijo Albus.

—Su comportamiento no me hace creer en eso señor Potter.

—Albus tiene razón, profesora  No hemos hecho nada, hace rato solo nos divertíamos un poco.

La profesora McGonagall los miro a los dos fijamente. Tomó una bocanada de aire y cruzo sus manos.

—Bien, decidiré creerles esta vez, y solamente porque hoy es un día festivo. Vamos niños, el banquete comenzará en unos minutos.

Albus y Lux salieron de la oficina de McGonagall con la cabeza baja y se dirigieron al Gran Comedor, junto con la profesora.

Habían calabazas flotantes y el cielo tenía la ilusión de truenos, todos ya estaban sentados en sus mesas comiendo deliciosos dulces, pero Lux no veía a su hermano por ningún lado. Se sentaron en la mesa de Gryffindor, junto a Rose y James, como siempre.

—¿Dónde estaban?— preguntó Rose —Los hemos estado buscando por todas partes.

La profesora McGonagall miró a Rose para responder a su pregunta, pero la puerta del Gran Comedor se abrió abruptamente, haciendo que cuando está azotará, se escuchara por todos lados. El profesor Titus entró seriamente, con el cabello despeinado y su túnica sucia y rota.

Se acercó corriendo a la profesora McGonagall.

—Es Scorpius Malfoy— dijo.

Al escuchar su nombre, Lux se levantó rápidamente y siguió al profesorr Titus hasta donde se encontraba el incidente.

El baño de niñas del segundo piso estaba inundado, y una fantasma sollozaba en una esquina de la vitrina que se encontraba en la parte de arriba de la pared.

—¡Scorpius!—gritó Lux acercándose a su hermano mientras que con sus rápidas pisadas salpicaba agua por todos lados.

Él se encontraba en el suelo, inconsciente. No parecía tener heridas ni algún indicio de contacto físico.

Albus se acercó a Lux también, la preocupación se le notaba en los ojos de igual forma.

—El estará bien— le dice Titus a McGonagall —Pasó un incidente con...— susurro algo al odio de la directora

Harry Potter y la hija de Draco Malfoy. (Fanfic) EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora