Capítulo 6

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-Llegamos, brujas- dijo Leo abriendo los brazos enseñando su casa, sólo para él.

-Wow... me vengo a vivir contigo, Leo- dijo Kira mirando todavía la casa, no con asombro sólo con su típica mirada de cuando me gusta algo.

-Mmm... oferta tentadora pero quiero espacio- dijo encogiéndose de hombros y sonrió - ¿Pasan o se quedarán deseando vivir solas?- sus cejas se arquearon en broma, Tessa le pegó en el hombro y Kira en la cabeza, yo lo apunte con mi dedo y pinche con este.

-Se cortés e invitanos a entrar, que para eso ibas al Instituto Selfathy- dije dando donde más le duele al engreído con ser un caballero.

-Golpe bajo, Bruja Reina, pero tienes razón, entren a mi casa, brujas siéntanse como en sus casas- dijo dejándonos entrar la casa es hermosa tiene dos habitaciones extra además de la de él, la cocina es grande y dudo que el cocine, y un mini bar con todo tipo de licores, y me sorprende que sus padres lo permitieran.

-¿Y bien brujas qué les paresce?- dijo sentándose en un sillon, quitándose la camisa sin pudor y nosotras no nos avergonzamos aunque Leo tiene un cuerpo para morirse, se metió en su habitacion, pero dejó abierto.

- ¡¡Está mejor de lo que esperaba y lo mejor es que es tuya, eres un consentido Leonardo Hannover!!- dijo Tessa gritando a su habitación, en ese momento salia con una camisa roja pegada a su cuerpo, unos jeans negros, en su cara había una sonrisa de autosuficiencia, que enojó a Tessa, que empezó a decirle de todo Kira y yo nos sentamos en un sofá doble y se pusieron a gruñir aunque sería sólo Tessa pues Leo la ignoró olímpicamente encendiendo el televisor, Tessa hizo puchero y se tiro a la par de él.

La tarde paso rápido entre risas, películas, comida chatarra, y unas que otras peleas, ya era hora de irnos, Leo nos llevó a todas hasta que quedamos sólo el y yo en su auto, el silencio era incómodo y yo los odio.

-Bien, suelta la bomba- dije suspirando.

-Si tu lo pides.... ¿Qué ha pasado en el Instituto?- dijo aparcando pues ya habíamos llegado, y se quedo viéndome fijo, rayos está en modo detector de mentiras, joder.

-Bueno, pues no sé que me paso, sólo me irrito fácil estos días ¿vale?- dije restándole importancia, aunque a Leo me cuesta mentirle y se que preguntará algo que no deseo responder no ahora, y el lo vió venir.

-¡Oh, no Danika no te cierres en tu mundo de no pasa nada! ¿qué está pasando?- dijo agarrando mis manos- ¿Es tu padre?- desvíe mi mirada- Me lo suponía ¿Qué pasó ahora, Danika?

-Nada en especial lo típico, sólo no lo soporto más, creo que... no es nada, olvídalo, nos vemos- besé su mejilla y me bajé, lo oí susurrar un me enterare tarde o temprano, pero más me vale temprano.

Entré en la casa, subí a mi cuarto pero al pasar por su despacho, me estremecí y sólo camine a mi cuarto, a los minutos tocaron la puerta.

-¿Danika estás alli? ¿Ya volviste?- una voz masculina, y de edad, pasé de ella y me empecé a peinar- Danika cariño, siento lo de ayer, no hablaba enserio- silencio- ¡Mierda para que me molesto en pedir disculpas si nunca respondes!- le escuché alejarse a su despacho, solté el aire que no me di cuenta que contenía y me metí a mi baño, llené la bañera con agua caliente me metí y me puse a pensar en mi día, un rostro piel clara ojos azules paso por mi mente, sacudí mi cabeza para alejarlo de mí mente, y metí la cabeza al agua aguantando la respiración lo más que pude, salí y el agua ya está fría, me puse mi pijama que sólo consistía en una camisa super grande y parte de mi ropa interior, salí del baño.

-¿Qué rayos haces aquí?


¡¡Bye!!

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