Capítulo 7

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-¿Qué rayos haces aquí?- mi voz sono fría y enojada, me crucé de brazos y apoyé mi peso en una pierna.

-No me abriste cuando te hable y ¿creíste que iba a dejarlo pasar? Eres tan torpe Danika- dijo su voz es engañosamente tranquila.

-No creí, debiste haberlo dejado pasar, total me iré de esta mierda de casa dentro de un mes, así que puedes ir separando la poca relación padre a hija que tenemos y sólo dedicarte a hacer lo que siempre has hecho!- dije empezando a subir de tono.

-¡No te vas a ir a vivir sola! ¡Tienes dieciséis años! No te puedes valer sola! Eres una niña me necesitas.. a tu padre y te quiero como tal - dijo hablando amablemente, como hace años deseé que hiciera, pero hoy se que él solo miente, actúa a conveniencia, lo odio.

-¡Largo! ¡Te odio! ¿Sabés cuánto deseé de pequeña que me abrazaras? ¿qué me dijieras que me querías? ¿qué estabas orgulloso de mi? ¡No eres diferente de mi madre! ¡Imbécil, largo, largo!- ya le estaba gritando pero me importaba poco, de un movimiento me agarro de la muñeca.

-¡¡No te atrevas a compararme con esa zorra, tu te pareces de más a ella en tu físico, tus malditos ojos me la recuerda, y después de todo lo que hice para cuidarte cuando no te deseaba en lo mas mínimo en mi espectacular vida!! ¡vienes y me comparas con ella!- dijo sus ojos azules parecían tirar llamas, su agarre era más fuerte, me dolía pero me obligó a no soltar ningún sonido, y le sostengo la mirada- Largate cuando quieras, no tengo porque fingir si sabes que no te deseo aquí- me soltó y salió de mi cuarto, y espero que esta vez cumpla con lo dicho y me deje irme de esta mierda que debería llamar hogar.

Me acosté, me oblige a no llorar por afirmar lo que ya sospechaba, pero igualmente duele que te digan que nunca fuiste deseada, mandé un mensaje y me dormí esperaba poder amanecer sin ojeras ni ojos rojos, si no tendría que dar explicaciones y no quería darlas hasta estar segura que Él respondería.






¡¡Bye!!

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