Híbrida [Owari no Seraph]

Poco + XIII + Tiempo

REI/SHIN

-M-Mika... -susurré levemente al abrir los ojos, era de noche, me senté en mi lugar encontrándome a Mika sentado con las manos en su rostro, seguramente se sentía culpable-. Mika... -le volví a llamar, no me presto atención, me acerque a él de manera lenta, en el momento que le tuve cerca acaricie su cabello, Mika me miro sorprendido.

-Rei... -sonreí levemente para después arrodillarme frente a él.

-No de preocupes, imagino que debe ser muy doloroso -los brazos de Mika rodearon mi cuerpo para después abrazarme con fuerza-. ¿Mika...? -la mirada intensa de Mika, su rostro acercándose al mío, comencé a sentirme nerviosa, para cuando me di cuenta sus labios estaban presionando los míos, mis ojos se abrieron en la sorpresa, Mi-Mi-Mika me estaba besando, me aleje de él sorprendida, sentía mi corazón salirse de mi pecho-. ¡L-L-L-Lo si-si-si-siento! -tartamudee, nunca había tartamudeado, Yu me había besado ya varias veces, incluso era normal para mí, pero el que Mika lo hiciera, no era lo mismo.

-No... fue mi culpa... -bajo la mirada, sin duda mi reacción no fue la mejor-. Deberíamos de dormir -dijo al momento que se quitaba la capa de su uniforme y las botas altas para después acostarse sobre la cama-. Buenas noches...

-Buenas noches...

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-Así que esta es Rei-chan -volví a ver a un pelimorado-. La última vez que nos vimos no nos presentaron debidamente -dijo al momento que se acercaba a mí.

-Eso dices pero ni siquiera te has presentado -le reté, el pelimorado comenzó a reír.

-Eres divertida, Rei-chan -rió levemente, algo me decía que debía alejarme de él-. Soy Lacus Welt -se acerco a mí de manera lenta-. Yo fui el que te trajo de esos humanos -me comenzó a examinar, sentía su mirada intensa-. Sabes, he tenido curiosidad... -choque contra la pared al sentirle tan cerca-. Desde que te cargue aquella vez pude percibir tu aroma, sin duda es único.

-¿Q-Qué haces? -su cuerpo se acerco al mío, una de las manos de Lacus comenzó a acariciar mi mentón, mientras que yo trataba de mantenerle alejado con mis manos contra su pecho, pero, la fuerza de Lacus era más que la mía.

-¿Te importa sí... bebo de tu sangre? -sentí su lengua pasar por mi cuello provocando un escalofrío, cerré mis ojos con fuerza, por Dios, que alguien venga, Mika, Mika ven, sentí como los colmillos de Lacus comenzaron a perforar mi piel, escuchando como succionaba mi sangre-. ¡Vaya! ¡Es increíble lo deliciosa que es! Pero... -nuevamente su lengua pasó por mi cuello-. No sacia completamente el hambre de un vampiro -iba a morder nuevamente mi cuello, sentí una mano tomar mi cintura alejándome del pelimorado.

-¿Qué crees que haces, Lacus? -mis ojos se fijaron en los zafiros molestos de Mika-. ¿Quién te ha dicho que puedes ponerle una mano encima?

-No pongas esa mirada tan tenebrosa, Mika -comento con burla-. Bien, después de todo ya comprobé lo que tenia en duda -hizo un movimiento con su mano para después comenzar a caminar por el pasillo.

-¿Te encuentras bien, Rei? -asenti levemente mientras llevaba una de mis manos a la zona en la que Lacus me mordio-. Debemos irnos -dijo al momento que tomaba mi mano y comenzábamos a caminar en dirección de donde salían los helicópteros.

-¿Así que también te han llamado? -menciono un tipo de cabello oscuro, el cual estaba con el pelimorado que me atacó antes.

-Dicen que van a mover la fuerza principal a Nagoya y luego a Tokio.

-Eso he oído -menciono Mika sin soltar mi mano-. Rei, pasaremos por una pequeña ciudad antes de ir a Nagoya -susurro a mi oído en el momento que pasaba un brazo por mis hombros y me acercaba a él, no sin antes enviarle una mirada asesina a Lacus-. No quiero verte cerca de Lacus otra vez.

-Sabes que no me acercaría a él, no me agrada -me aferre a Mika lo más que pude, tenía miedo, eran demasiados vampiros en un solo lugar, sentía una extraña presencia que me aterraba, subimos al helicóptero para después tomar rumbo a la pequeña ciudad, en donde los vampiros se comenzaron a dispersar.

-Deberías de ayudar, Rei -me volvió a ver Mika-. Necesitan confiar en ti.

-Pero Mika...

-Sólo con un par de humanos basta -asenti levemente para después comenzar a buscar humanos.

Mire como Mika se alejaba del bullicio, mi pecho se contrajo, no teníamos mucho tiempo, y no se porque, pero... no quería perderlo.

MIKAELA

Comencé a caminar por las calles de la ciudad, debía calmar mi sed, últimamente no podía hacerlo, la sangre de Krul ya no me saciaba tanto como antes y la sangre de Rei ayudaba un poco a amortiguar el dolor, pero aun así, cada vez que huelo la sangre humana siento mi garganta seca.

-¡No! ¡No me mates por favor! -comenzó a gritar una niña que corrió hacia mí, la cual comenzó a ser mordida por Lacus, la sangre, el olor a sangre, ese liquido tan carmesí y vital, nuevamente sentí mi garganta seca, comencé a caminar y lograr alejarme de ese lugar.

-Si deseas tomar sangre deberías de hacerlo ahora, tenemos que llevarlos frente a los nobles de Nagoya -comenzó a hablar Lacus-. No le diré a nadie por el que lo hagas.

-No tengo interés en la sangre humana -fue todo lo que dije para después ir detrás de un edificio, mi garganta comenzó a doler, con dificultad comencé a tomar uno de los contenedores de sangre que me había dado Krul antes de salir, pero mi cuerpo por primera vez rechazo el liquido, mire a Lacus, el cual llevaba a una niña de coletas, sentí como mi garganta se seco al ver su cuello expuesto, incluso para cuando me di cuenta ya tenia a la niña atrapada del cuello y debajo de mi, esa imagen de la niña llorar provoco que me detuviera y volviera a caminar detrás del edificio.

-¿Mika? -escuche una voz frente a mi, los ojos dorados de Rei me hizo volver a verle-. ¿Sucede algo? -no le respondí, la tome de la muñeca y mordi su cuello, comencé a succionar la sangre, sentía como la sed cesaba un poco, o por lo menos lo suficiente como para soportarlo-. Otra vez comportándote así ¿no querrás que vuelva a desmayarme? -comento al momento que acariciaba mi cabello, me separe de ella de manera lenta, para después poner mi cabeza en su pecho.

-Ya no lo soporto, Rei, la sed de sangre se hace cada vez más fuerte -sentí como sus frías manos acariciaban mis mejillas, eran demasiado frías, más frías que antes, Rei beso mi cabeza por encima de mi cabello.

-Estaré aquí para ayudarte, Mika.