Serafines + XX + Del Final

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AUTOR

-SE SUPONÍA QUE HABÍAS MUERTO -una sonrisa algo sádica apareció en los labios del ángel a la vez que le tomaba del brazo.

-NO MORIRÉ MIENTRAS TENGA ALGO QUE PROTEGER -su vista se enfoco en cierto vampiro que le miraba sorprendido, Kureto notó la mirada del ángel y sonrió con suficiencia.

-Traeme a ese ángel -le susurro al oído de la rubia.

-KAI, VAN TRAS ELLOS -la de alas negras asintió, un nuevo ataque se dirigió a ellos.

-EL FINAL DE TODO... -una ligera risa apareció en los labios de la que parecía ser Kai, el ejército comenzó a acercarse a ellos.

-AQUELLOS QUE HAN PERPETRADO LO PROHIBIDO...

-TODOS...

-TODOS... SE CONVERTIRÁN EN PILARES DE SAL -recitó en el momento que una marea de sal comenzó a deshacer las criaturas y humanos.

-EL FINAL DE TODA AQUELLA CADENA DE CODICIA CREADA POR LOS HUMANOS...

-TODO SE CONVERTIRÁN EN PILARES DE SAL...

MIKAELA

Las palabras recitadas llegaron hasta mis oídos, una de las criaturas estaban apunto de atacarnos, pero se deshizo en fuego quedando solo cenizas.

-Kai... -susurré, el ángel, el serafín de alas negras me miro, sus ojos rojos, su sonrisa maniática, era el ángel caído, Lucifer-. Kai... ¿cómo...? -la sonrisa se ensanchó, Krul le miro de manera fija.

-Tienes suerte, Mika -volví a verla al momento que comenzó a hablar-. Lucifer te ha escogido.

-Eres su protegido -termino Kaori, iba a acercarme a Kai, pero en ese momento una explosión llamo nuestra atención, Kai volvió a ver en dirección en la que antes estaba el demonio de la destrucción-. Mika, debemos ir por Yu-chan -asenti levemente, el campo que impedía que me regenerara había desaparecido, el ejército comenzó a atacar a Yu-chan, iba a seguirle el paso a Kaori, pero la mano de Krul me detuvo empujándome hacia atrás para después detener el ataque de Crowley.

-¡Krul! -en ese momento llego Ferid y mordió su cuello sin dejarla safarse de su agarre.

-¡No vengas! -la vi mover sus labios, mostrándome palabras que solo yo sabia, chasquee la lengua y comencé a correr en dirección a Kaori.

AUTOR

El coronel Guren se estaba acercando a Yu, él cual había sido poseído por su demonio.

-Vaya, vaya, sabia que tenias algo también que ocultar -menciono con una sonrisa al ver al ángel negro pararse al frente de Yu con una sonrisa retorcida-. ¿Me lo entregaras? -un castaño se posicionó a su lado-. Ah! Tú también seguías vivo -menciono con burla-. Me alegra que estés bien, Narumi -Kai le miro sobre el hombro, el chico llamado Narumi asintió levemente-. No queda tiempo, dame a ese...

-En este momento no puedo obedecerlo, Coronel -le interrumpió de manera instantánea para después crear un muro de metal.

-¡Narumi-san! -gritaron llamando la atención de los dos-. ¿Shin...? -pregunto Shinoa al ver al serafín negro, Narumi sacó su arma de la tierra para después volver a ver a Kai.

-VETE, Y LLEVATÉ A YU CONTIGO -sonrió nuevamente, el castaño asintió mientras todos comenzaron a correr con Yu y Kimizuki en sus espaldas, una explosión surgió detrás de ella derrumbando el muró.

-¡Traigan a Hyakuya Yuichiro! ¡Y maten a los vampiros restantes! -ordeno Kureto.

Kai miraba todo fascinada, pero su sonrisa se esfumo al ver a unos humanos del ejercito pelear contra Mika, se acerco a ellos para después envolverlos en llamas, Mika la miro atónito, no se movía.

-Kai... -nuevamente apareció la sonrisa a la vez que comenzaba a acariciar su mejilla-. Kai, debemos irnos, este lugar...

-NO PUEDO HACERLO -susurro levemente, los ojos de Mika se abrieron, una extraña cadena con pergaminos estaba atravesando su pierna, ¿cuándo había llegado eso ahí?-. ESTOY SEGURA QUE VENDRÁS POR MÍ -fue lo único que dijo para después unir sus labios con los suyos en un beso.

-Kai... -sus ojos se abrieron en sorpresa al verla llorar, tres de sus alas habían desaparecido.

-VE CON YU... -comenzó a hablar dos cadenas más habían apresado sus brazos-. NO DEJES QUE LOS CODICIOSOS HUMANOS LO OBTENGAN -Mika con algo de esfuerzo se alejo de Kai para seguir al escuadrón de Shinoa.

-Vaya, vaya, así que te has ofrecido en vez del otro -la mayoría de las alas del serafín habían desaparecido, solo quedaba una que aun mantenía vigente su transformación-. Que patética te ves -Kai sonreía de manera sádica a la vez que varias lágrimas caían de sus ojos, sí, sin duda era patética-. Aoi, encierrala -la rubia asintió para después tomar una pequeña daga envuelta con un pergamino, con el cual atravesó a Kai, provocando que la ultima ala desapareciera y cayera en seco al suelo-. Con esto tenemos a dos serafines.

MIKAELA

Cuatro meses habían pasado, nos costo mucho trabajo que el demonio de Yu-chan le dejara en paz, aun no sé como decirle lo de Kai, y aún no puedo evitar pensar en ella.

-Estoy listo, Mika -llamo mi atención al momento que salía del baño-. ¿Sucede algo? -baje la mirada a la vez que entrelazaba mis dedos, la extraña sensación de hace un par de meses no se iba, era como si algo se desprendiera de mí y estaba seguro de que Yu-chan la había sentido también.

-Yu-chan, Mika ¿están listos? -preguntaron al momento que abrieron la puerta dejando ver a Kaori.

-Sí, ya estábamos por salir -respondí al momento que pasaba por su lado.

-¿Le has dicho sobre aquella chica? -susurro, negué de manera leve, Kaori bajo la mirada-. Debes decírselo.

-Lo , pero...

-¿Qué hablan ustedes dos? -nos alerto Yu-chan, ignore su pregunta y seguí caminando.

-Yu-chan, hay algo que debo decirte antes de irnos... -agradecí que Kaori fuera la que le dijera, me acerque a los amigos de Yu-chan los cuales me miraban de manera fija.

-Mika-san, estábamos decidiendo que es lo que haremos -menciono la chica llamada Shinoa.

-Ustedes pueden dedicarse a rescatar a la niña y al coronel, yo me enfocare en Kai -respondí, Shinoa y los otros asintieron, en ese momento Yu-chan y Kaori se acercaron a nosotros.

-Bien, debemos ir a rescatar a la hermana de Kimizuki y a Guren -todos asentimos para después comenzar a caminar, volví a ver a Yu-chan el cuál había comenzado a entrar al mar-. Ha llovido...

Híbrida [Owari no Seraph]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora