Híbrida [Owari no Seraph]

Planes + XXIII + Equipos

YUICHIRO

-¿Es aquí? -nos pregunto Shinoa, esa misma entrada, esa entrada que nos llevaba a Samguinem, pensé en nunca volver a pisar esa ciudad.

-Sí, pero al parecer no podremos entrar -mencione al ver la entrada de la ciudad vampírica, habían varios guardias vigilándola.

-Por aquí -nos llamo Mika al momento que se acercaba a una piedra un tanto extraña-. Aquí hay un pasadizo -metió su mano en un agujero, la piedra se movió dejando ver una entrada, volví a verle acusador, Mika lo sintió-. Es un pasadizo que me enseñaron después de unos años -respondió.

Comenzamos a caminar por el oscuro pasillo, el silencio era evidente, solo se escuchaba el eco de una gotera, la luz se comenzó a hacer presente, Mika movió el panel dejando ver una habitación algo lujosa, volvimos a ver a Mika con intriga.

-Era la ruta de escape de Krul, aquí podremos refugiarnos, esta justo en medio de la ciudad -asentimos levemente, podríamos entrar y salir con facilidad, eso me reconfortaba.

-Bien, por ahora debemos de planear lo que debemos hacer -comenzó a hablar Narumi al momento que se sentaba en una silla, Mika se acercó a una gaveta para después colocar un papel en la mesa.

-Es el mapa de la ciudad, es la versión más reciente.

-Al parecer sabes de todo lo que esta aquí, Mika -le acuse, Mika me dio una mirada un tanto seria.

-Fui el que organizo este lugar, Krul confiaba en mí, ella participó en los proyectos del serafín del final solo para un propósito -los demás pusimos la vista en Mika-. Ella quería encontrar la cura.

-¿Cura? ¿Cura para qué? -pregunto Mitsuba confusa.

-Krul era la única que pensaba que los humanos y los vampiros podemos convivir, pero hay un factor que impedía eso -hizo una ligera pausa-. La necesidad de sangre, la sangre humana tiene ciertas sustancias que se nos es necesaria, por eso la ingerimos, si no nos convertiriamos en algo peor que un demonio -menciono pensativo, volví a verle un poco intrigado.

-¿No crees que ella nos pueda ayudar? -pregunto Kaori llamando la atención de todos-. Digo, es la reina vampiro, ella debe tener mucha fuerza además del poder sobre los vampiros, así que pensé en usar eso a nuestro favor -menciono un poco nerviosa, me acerque a la ahora peli blanca-. ¿Q-Qué pasa?

-Kaori, eres una genio -dije al momento que colocaba mis manos en sus hombros-. Podemos ir con la reina vampiro.

-Podemos usar su poder para ponerlo a nuestro favor -me dio la razón Narumi, asenti emocionado.

-Solo hay un problema -nos volvió a llamar Mika-. Ella fue capturada por Ferid Batory, imaginó que ahora debe estar en la mansión a las afueras de la ciudad -dijo algo pensativo al momento que llevaba su mano a su barbilla.

-Entonces nos dividiremos en dos grupos -volvió a hablar Narumi-. Tenemos a dos de larga distancia, tres de media y tres de corta -comenzó a enumerarnos dependiendo de nuestro ataque y nivel de pelea-. El vampiro ira en el grupo de rescate, y claramente el idiota de Yu también ira ya que no se quedara aquí quieto.

-Me conoces bien Narumi -sonreí divertido, Narumi me lanzo una mirada asesina.

-La chica Ichinose tiene más experiencia en campos de batalla, así que seria bueno que ella también fuera en el equipo de rescate -Kaori asintió levemente ante las indicaciones.

-Seria también bueno que usted vaya con ellos Narumi-san -hablo Shinoa esta vez-. Usted podrá organizarlos y planear las estrategias, además de que ayudaría a la hora del escape -el ahora pelo gris asintió ante las palabras de Shinoa-. Entonces aquí nos quedaremos Mi-chan, Kimizuki, Yoichi y yo, nosotros nos encargaremos del reconocimiento del lugar además de lograr robar un uniforme para Mika-san.

-Por hoy descansaremos, mañana a primera hora iremos en rescate a la reina vampiro -ordeno por último Narumi, todos asentimos al momento que dejábamos nuestras cosas en una esquina de la habitación.

-Yu-chan, Kaori, nosotros podemos dormir aquí -dijo al momento que abría otro panel dejando ver una habitación mas pequeña que la principal, con un sofá, un mueble y una cama solamente.

-El olor de Kai -susurré al momento que entre a la habitación, el aroma particular de Kai se sentía en el ambiente, volví a ver a Mika, él solo tenia la mirada gacha.

-La había traído una vez aquí para terminar de organizar esto, desde entonces su aroma quedo impregnado en este lugar -susurro al momento que se sentaba en el sofá.

-¿Aun te duele, Mika? -preguntó en un susurro Kaori al momento que cerraba la puerta.

-Me duele incluso más que la despedida que tuve con Yu-chan -sonrió de manera triste.

-No te preocupes, Mika, rescataremos a Kai, a Guren y a la hermana de Kimizuki con la ayuda de la reina -trate de animarle, Kaori asintió con una sonrisa dándome la razón.

-Sólo espera un poco más, Kai...

KAI/REI/SHIN

-¡¡¡¡AAAAAAAAAAHHHHHHHH!!!! -dolía, realmente dolía, como el veneno circulaba por mis venas, como todo ardía, y si a mi me dolía, podría jurar que a Mirai le dolía el doble-. ¡¡¡¡AAAAAAAAAAHHHHHHHH!!!!

-Muy bien, dejenla así, no podemos darnos el lujo de que muera -comenzó a hablar el líder del clan Hiiragi, Kureto-. Después de todo es el ángel perfecto Lucifer -los tipos que estaban a mi lado soltaron mis muñecas y me dejaron caer al suelo, para después salir de la habitación completamente blanca.

-M-Mirai -susurro al momento que me acerco a la niña de pelo rosa, la cual le habían hecho lo mismo que a mí-. Mirai ¿estas... bien? -pregunto al momento que la tomaba en brazos, colocando su cabeza en mi pecho.

-K-Kai... -susurro al momento que abría sus ojos, dejando ver un ojo negro y otro amarillo con negro, el cual identificaba a los serafines-. Me duele todo...

-Tranquila, ya terminaron por hoy -le sonrió levemente al momento que acaricio su mejilla marcada de purpura por culpa del virus-. Lo has hecho muy bien, pequeña.

-Gracias -sonrió con cansancio al momento que trataba de ponerse de pie.

-No te sobre esfuerces -le pido, Mirai solo se acomodo el mismo uniforme que me habían dado a mí, aun no comprendía como era que seguía intacto a pesar de los incontables experimentos que hemos tenido.

-El coronel -susurro a la vez que miraba a la persona que se acercaba a nosotras-. Al parecer hoy tienes que ir.

-Sí -susurré un poco molesta a la vez que Guren llego hasta donde nosotras.

-Hola, mi adorada Lucifer -hablo con una sonrisa a la vez que me tomaba de la barbilla-. Hoy te ves exquisita.

-Sí te gusta que este completamente llena de heridas y hematomas, sin duda soy una sensación -sonreí con sarcasmo al momento que me soltaba de su agarre.

-Oye, Guren -llamo su atención Kureto-. Si vas a jugar con ella hoy, trata de no maltratarla mucho, mañana comenzaremos los preparativos para ir a la base de los vampiros en Ikebukuro -le ordeno con cierto tono de cansancio al momento que se marchaba del lugar junto con la rubia.

-Tks, no sabe hablar de algo que no sea trabajo -bufo molesto al momento que me volvía a ver-. Nos vamos, mi querida serafín, o prefieres que...

-No tienes que decirlo -le interrumpi-. Nos vemos después, Mirai -sonreí para después ver a Guren colocarme unas esposas hechizadas, las cuales mantenían mi fuerza al mínimo, solo con la suficiente como para mantenerme en pie-. ¿Cuándo dejarás de jugar conmigo? -pregunto luego de un rato, para después entrar a la misma habitación llena de pergaminos y hechizos, los cuales yo no podría tocar.

-Cuando me aburra de ti -sonrió a la vez que me rodeaba con sus brazos-. ¿Te negaras? Puedo traer a la niña -no respondí-. Así me gusta...