Híbrida [Owari no Seraph]

Despertar + XXI + Atrapada

KAI/REI/SHIN

No sabia para que me esforzaba en abrir mis ojos, después de todo lo único que vería seria nuevamente la oscuridad, Ichinose Guren, me había obligado a usar las vendas en mis ojos y encadenaron mis manos con esposas hechizadas, además de esta vez encerrarme en una habitación completamente cerrada, en la cual solo él podía "visitarme" y darme la sangre que necesitaba.

Había perdido la cuenta de cuanto tiempo había pasado, Guren y Kureto me habían obligado a remover mis contratos con Yu y Mika, para, según ellos, obtener un solo contratista, pero desde entonces no he querido hacerlo con nadie, ni dar información de como hacerlo.

-Yo, Lucifer ¿cómo amaneciste hoy? -la voz de Guren se hizo presente a la vez que me comenzaba a quitar la venda, aquellos ojos rojos ya no estaban, habían vuelto a su color original-. ¿Sabes? Ya las preparaciones están próximas, la niña que era el serafín, pudimos tener mejor control sobre el Abadon esta vez -le mire de manera seria, no podía usar mi fuerza completamente, era lo que me sucedía cuando no tenia un contrato y solo me mantenía con sangre al azar-. ¿Me dirás que hay que hacer para obtener el contrato? -mordi mi labio inferior, si hubiese sido a mi voluntad no hubiera roto mis contratos, pero me amenazaron con hacerle daño a la niña llamada Mirai-. Tks, sin duda eres testaruda -soltó un bufido a la vez que se ponía de pie y sacaba un contenedor con sangre, el cual vierte en mi boca-. Bien sabes que debes de hacerme caso ¿no? -asenti levemente, tal vez sus ojos habían vuelto a su color original, pero su actitud aun me causaba terror-. Bien entonces... -un tirón me hizo ponerme de pie mientras que una de sus manos pasaba lascivamente por mi cadera hasta llegar a mi trasero-. Necesitaremos de tus servicios para apoderarnos de la capital vampírica -fue todo lo que dijo para después hacerme caminar fuera de la sala.

Cerré mis párpados por culpa del brillo que choco dolorosamente con mis ojos, mire a mi alrededor, estábamos en el mismo lugar del cual había escapado la primera vez, pero esta vez no tendría la misma fuerza que tuve en aquel entonces, lastimosamente no las tenia.

-Tardaste mucho, Guren -llamo nuestra atención un tipo de cabello negro, el cual tenia unas cejas muy extrañas.

-Lo siento, lo siento, es solo que intente sacarle información a esta chica -me señalo al momento que tomaba mi mentón con una de sus manos haciéndome encararlo, frunci el ceño molesta-. Anda, sube -me empujo hasta el helicóptero mas cercano en donde me encadeno a un costado, mi vista se enfoco en la cámara de cristal en el fondo de la nave, en donde se encontraba Kimizuki Mirai atrapada por una extraña maquina-. ¿Lastima? ¿O quizás culpa? -no respondí, comencé a sentirme mal, era como sí nuevamente perdería el control como aquella vez.

Mirai me volvió a ver con esos ojos que distinguían a los serafines, hizo un ademán a querer levantarse, pero se vio detenida por las cadenas que le mantenían presa.

-Así que... reaccionas cuando el otro serafín esta cerca -volvió a verme Guren con suficiencia, apreté mis dientes tratando de aguantar el dolor-. Entonces deberías de reaccionar con esto -me mostró una jeringa con un líquido oscuro, el cual inyecto en mi garganta-. Espero que con esto el ángel caído aparezca -la sonrisa de suficiencia de Guren fue todo lo que pude ver antes de que todo se volviera de un negro profundo.

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Abrí mis ojos, esta vez las vendas no obstruían mi campo de visión, solo un techo gris oscuro, me levante con esfuerzo ¿cuánto tiempo estuve dormida? No lo recuerdo,  mis brazos estaban llenos de vendas, dolían.

-Guren-sama, el experimento LK06 ha despertado -mire frente a mi, estaba en algo que parecía una cámara de cristal, frente a mi solo había un hombre vestido con una bata de laboratorio mientras que detrás de él podía ver una cámara igual a la mía, en la cual parecía estar Kimizuki Mirai.

-Así que ya despertaste, pensé que seguiríamos con los experimentos mientras tu aun estas inconsciente -Guren apareció en mi campo de visión, le mire de manera seria y apreté mis dientes en frustración-. Imagino que quieres saber cuanto tiempo ha pasado desde que te desmayaste -asenti levemente, la sonrisa de Guren se ensancho-. Gracias a ti y a Abbadon logramos tomar Sanguinem, con esto se iniciara la toma de todo Japón -sonrió de manera leve, pero era una sonrisa que me producía escalofríos-. Esta es la primera vez de muchas en la cual usaremos tu cuerpo, así que no te sientas abandonada pequeña Lucifer -fue todo lo que dijo a la vez que me pasaba lo que parecía ser un uniforme, pero las partes en verde ahora se encontraban de color azul-. Esa sera tu nueva ropa, a no ser que prefieras estar con esa ropa de experimentos y el peor de los casos, completamente desnuda -baje la mirada al ver como pasaba el uniforme por una pequeña ranura-. Nos vemos después.

Terror, miedo, negación, esta y muchas otras palabras negativas venían a mi mente, pero aun así, no podía evitar sentirme preocupada por ese hombre, por Ichinose Guren.

-Mika... tengo miedo -

MIKAELA

-¿Sucede algo, Mika? -me preguntó Yu-chan al ver que mi atención estaba en otro lado.

-Ha estado actuando extraño desde que salimos -le siguió Kaori, volví a verles, estábamos en un centro comercial abandonado, buscando provisiones y alguna que otra cosa que nos ayudara para traer devuelta a Kai y al tipo llamado Ichinose Guren.

-Es solo que me sentí algo extraño -una presión en mi pecho me alertaba, era como sí Kai me hubiera llamado, quería ir a rescatarla a como de lugar, pero me tuve que contener al ver la salud de Yu-chan.

-¡Chicos encontré algo! -llamo nuestra atención la chica rubia, la cual estaba en el tercer piso.

-Sera mejor que vayamos -mencione al momento que comenzaba a caminar junto a Yu-chan y Kaori.

Sentía que algo le hacían a Kai, pero ahora no era nada, no podía hacer nada por ella, aunque me muriera por ir a salvarle a como de lugar, pero no puedo, no ahora, si hago lo mismo que la vez que fui por Yu-chan, seguramente moriría de verdad.

-Sólo... aguanta un poco más... mi querida Kai...