Sentía un gran peso en su cuerpo, estaba acalambrado de pies a cabeza, ¡Vaya noche la que había pasado!, Leo se encontraba realmente cansado, no recordaba cuanto tiempo durmió, pero debieron ser menos de tres horas, abrió lentamente sus ojos y notó el motivo de su dolor. Ken estaba en su cama, durmiendo como ángel y aferrado a su cintura, ¿En qué momento se paso a mi cama?, Pensó el vocalista, mientras quitaba con una delicadeza el brazo del castaño. Se sentó en la cama, se puso las pantuflas, y haciendo el menor ruido posible, se levanto y tomo las rosas. Observo la hora, faltaban 10 minutos para que sonara la alarma de su celular, bajo a la cocina por un florero y un poco de agua para las flores.
Cuando regreso a la habitación, puso el florero en el buro y coloco las rosas, lanzo un gran suspiro y tomo una en sus manos, se giro para observar a Ken, y avanzo con cautela hacia él, cuando se encontró al costado de la cama, acerco la rosa a su rostro, y comenzó a deslizarla acariciando su linda piel, llegando a su cuello, pasando por su clavícula, y buscando juguetonamente llegar más allá, la rosa siguió su camino, acariciando con sus pétalos el vientre de Ken. Leo observaba atónito aquella perfección, el cuerpo de Ken, sin duda, era una obra maestra, no pudo evitar lamer sus labios y siguió recorriendo su cuerpo, no podía parar, imaginaba que esa afortunada rosa era su mano, acariciando el frio y apetecible cuerpo de Ken. Al llegar a su pantalón, se detuvo por un momento, y mordió su labio inferior, no estaba seguro de lo que haría, estaba perdiendo la razón. Parpadeo por unos segundos y comenzó a recorrer la rosa por la pierna derecha de Ken, acariciando la seda de su pantalón y deslizándola de forma descarada por su muslo, buscando subir un poco mas y llegar a ese lugar, que lo haría vibrar.
—Me haces cosquillas —musito Ken, tomando de forma rápida la mano de Leo. Este asustado, abrió sus ojos como platos, buscando alejar su mano de la pierna del castaño, pero fue imposible, el agarre de Ken era muy fuerte.
—Suéltame —chillo mientras forcejeaba.
—No, hasta que me digas que hacías —se recargo en su codo y observo fijamente a Leo, alzándole las cejas, para provocarlo.
—Te quería despertar y buscaba hacerte cosquillas con esto —Alzo lo más que pudo su mano, mostrando la rosa—. ¿Te moleste? —dijo serio.
—Para nada, prefiero que me despiertes de ese modo, a que me empujes de la cama como ayer —hizo puchero y soltó su mano.
Leo se alejo de la cama y coloco la rosa de nuevo en el florero.—¿Por qué te dormiste conmigo?, te advertí que debías dormir en la cama de Hongbin, no a mi lado —reclamo.
—Es que tenía miedo, no pensé que sería tan difícil dormir en otra cama —Agacho su carita, mientras golpeaba sus dedos índices mostrando vergüenza, esa imagen tierna basto para que Leo cayera rendido a él, acercándose a la cama y enredando su brazo en aquel bello cuello.
—Está bien, no pasa nada, solo... no lo vuelvas a hacer —Lo miro y sonrió ligeramente—. Deberías ir a tu habitación, y así poder cambiarte, recuerda que debemos irnos.
—Estoy seguro que Hyuk y Hongbin, duermen todavía, no quiero hacer ruido.
—En algún momento se tienen que levantar, anda, vete —Comenzó a empujar su espalda dirigiéndolo hacia la puerta, Ken mantenía con fuerza sus pies sobre el suelo, y Leo lo arrastraba con muchos problemas.
—¡Lee Jaehwan!, ¿Por qué es tan difícil que hagas caso?, no seas testarudo y obedece—. Replico, dándole un certero manotazo en la espalda.
—Tengo una mejor idea —Ken se giro y rodeo con sus brazos la cintura de Leo, este sorprendido tomo sus manos y comenzó a jalar de ellas, buscando por todos los medios, que lo soltara.
—¡¿Qué pretendes?! Suéltame de inmediato —seguía jalando con fuerza.
—shhh shhh —puso su dedo en la boca de Leo—. Pretendo que nos bañemos juntos —le giño el ojo.
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Broken Arrow (Keo -Vixx)
RomanceEs tan difícil expresar lo que siento por ti, el no poder verte a la cara sin temblar, que deba desviar mi rostro cuando nuestras miradas se encuentran, de vivir con este sentimiento cautivo en una jaula que es mi corazón, espero algún día vencer es...