Capítulo 10. Lo amo...

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Leo regreso a la mesa con un rostro completamente desencajado; su cara lucia muy pálida, estaba sudando y le temblaban las manos. Todos los miembros lo observaron muy preocupados, mientras Leo tomo asiento y bebió de forma desesperada todo lo que quedaba de su té.

-¿Podemos irnos? -dijo Leo, tomando su bolso y levantándose de la mesa.

-¿Qué diablos sucede con ustedes dos?, siempre todo es un misterio -pregunto el líder con el ceño fruncido. Levanto su mano y llamo al mesero pidiendo la cuenta.

-Nosotros nos entendemos, pero por ahora no quiero verlo -lanzo un gran suspiro-.¿Puedes darme las llaves de la camioneta?, los esperare adentro -Puso la palma de su mano enfrente del rostro de Ravi y este saco las llaves de su bolso, entregándoselas al instante.

-No me gustan estos secretitos que tienen -dijo N observándolo directamente a los ojos-. Algún día tendrán que decirme.

-Ajam como tú digas -le volteo los ojos, y su vista se detuvo en el baño, Ken iba saliendo de él.

El vocalista entro en pánico y salió corriendo del restaurante, Ken al ver tal acción acelero el paso y tomo su bolso velozmente del sillón, siguiendo a Leo sin decir nada a los demás miembros. El pelinegro sostenía las llaves con mucha fuerza, pero sus dedos temblaban y al momento de querer desactivar la alarma la pequeña llave cayo a suelo, Leo se agacho de forma desesperada y la tomo presionando el botón y encerrándose en la parte de copiloto, Ken apareció justo enfrente de la camioneta y se acerco a todas las puertas tratando de abrir, pero fue imposible. Ken llevo sus manos a la cabeza y comenzó a jalar su cabello mientras daba vueltas por alrededor del auto, se acerco lentamente a la ventana del copiloto y con su mano en forma de puño dio certeros golpes en el cristal, en el rostro de Ken se podían percibir miles de emociones diferentes, en él había frustración, coraje, confusión, impotencia.

-¡Leo por favor! Déjame entrar, tenemos que hablar

La voz suplicante de Ken golpeaba los oídos de Leo, lastimando cada parte de su cuerpo, escuchar la forma en cómo se desvanecía su voz en un grito desesperado. Se moría por quitar el seguro, abrir la puerta, y tomar a Ken entre sus brazos decirle que todo se encontraba bien, que él tenía razón, había sentido y disfrutando lo que había sucedido y no se arrepentía, el lo amaba y mas nada importaba, pero no, eso era imposible, tenía que ser fuerte por el bien de todos, por mucho que doliera aceptarlo, la vida no era tan fácil como aparentaba en sus pensamientos.

Ken cansado y realmente resignado, dejo de golpear el cristal observando cómo sus nudillos tomaron un color rojo. Comenzó a deslizarse poco a poco hasta caer de rodillas en el pavimento, llevo las manos a su rostro cubriendo las lagrimas que inevitablemente salían de ellos, el sollozo era estruendoso y a Ken no le importaba, el dolor que sentía en esos momentos lo hacía ignorar cualquier otra cosa a su alrededor. El pelinegro se alzo un poco de su lugar observando esa dolorosa imagen; Ken tirado en el piso llorando por su culpa, por su ¡Maldita culpa!, Leo se odiaba a sí mismo, por ser el cobarde mas grande, por herir de ese modo al hombre de su vida, le faltaba valor para encarar la situación, para abrir su corazón y declararse de una buena vez. Leo comenzó a temblar, cerró los ojos y puso su mano derecha en forma de puño, golpeando de forma incesante su vientre, quería lastimarse por haber herido a Ken, los golpes cada vez iban más fuertes, no le importaba quedar sin aire, él lo merecía, por ser un maldito insensible.

Los miembros pronto alcanzaron a Leo y a Ken, encontrándose con una imagen desgarradora; Ken tirado en el piso llorando desconsoladamente y Leo en el asiento del copiloto con los ojos cerrados, no se podía distinguir muy bien lo que hacía, pero movía su brazo en forma violenta. Hyuk corrió y tomo a Ken entre sus brazos, dándole un fuerte abrazo, su cuerpo estaba helado y las lágrimas no dejaban de brotar. El pequeño Maknae lo levanto sin soltarlo y tomo su rostro con las dos manos obligándolo a posar su mirada en él.

-Ken háblame por favor, ¿Qué sucede? -la cálida voz y ternura de Hyuk solo hicieron que Ken llorara aun mas, aferrándose con desespero en el pecho del pequeño.

-S-o-lo quiero irme -respondió con mucha dificultad, la voz se le quebraba y no podía respirar muy bien.

Ravi, N y Hongbin seguían estáticos sin comprender muy bien lo que estaba sucediendo, el líder dio unos pasos y trato de abrir la puerta, y al notar que estaba con seguro frunció el ceño y golpeo la puerta. -¡Quítale el seguro! ¿Qué demonios sucede con ustedes dos? -el tono del líder era demandante, Leo presiono el botón de la alarma y el seguro de las puertas boto.

Broken Arrow (Keo -Vixx)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora