La ropa se encontraba tirada en el suelo, sus cuerpos estaban unidos sintiendo la calidez de ambos, impidiéndoles observar su completa desnudez por la pieza faltante por desprender, sus bóxers. Ken tenía aprisionado el cuerpo del pequeño, llenándolo de besos y tiernas caricias por todo el vientre, besando con suma cautela cada centímetro de su piel soltando infinidad de suspiros y bellas palabras.
"Hyuk Hyuk Hyuk"
Su voz sonaba como un susurro, tan lejano y bajo.
"Hyuk Hyuk por favor"
Su cuerpo tambaleaba de un lado a otro con fuerza.
"Hyuk ¡Despierta!"
El pequeño abrió los ojos desesperado y se sentó de un solo jalón en la cama. Su pulso se encontraba muy acelerado, tenía pequeñas gotas de sudor en la frente y la garganta seca, llevo una de sus manos a las mejillas; sintiendo un gran ardor en su rostro, todo había sido un sueño.
El vocalista lo tomo de los hombros y lo observo un poco alarmado, Hyuk no se miraba del todo bien, estaba muy agitado.
—¿Tuviste una pesadilla verdad? —pregunto Ken.
El pequeño alzo la mirada y abrió sus ojos de par en par al notar la presencia de Ken; se encontraba con el hombre de sus sueños, el mismo que lo había acariciado y besado con mucha ternura y pasión. No estaba bien haber tenido ese sueño, Ken y él solo eran buenos amigos, tenía muchas cosas en su cabeza, últimamente se encontraba realmente unido a Ken, pero nada más, no sentía algo fuerte por él, no deseaba que lo besara o acariciara de esa forma. Ahora justo en ese momento era incomodo tenerlo frente a frente. Su corazón dolía; estaba realmente apenado por ese sueño, era absurdo lo que estaba pasando por su mente, pero en verdad sentía como si le hubiese sido infiel a Hongbin; a ese castaño sonriente que ni siquiera era su novio.
—Estoy bi-en solo tuve un sueño extraño —tartamudeo un poco y se levanto de la cama.
—¿Qué soñaste? —pregunto curioso, colocándose justo detrás de él.
—No te puedo decir, me da mucha vergüenza —respondió cortante.
—¡Vamos por favor! Cuéntame ¿Shi? —hizo puchero y lo miro con ojos de perrito. El pequeño le sonrió y le pego en la frente.
—No es gran cosa, solo olvídalo —¿Qué hora es? —pregunto, evadiendo el tema.
—Las nueve, dormiste como dos horas.
—¡Woow! lo que pasa es que no me sentía del todo bien, pero ya estoy mejor —le sonrió.
El pequeño salió de la habitación y bajo por algo de cenar, mientras Ken se alistaba para dormir. Llego escaleras abajo y observo a N y Ravi en la sala abrazados viendo televisión, y a lo lejos pudo notar a Hongbin en el comedor. El solo verlo por unos instantes lo puso a temblar, estaba feliz de encontrarlo, feliz de saber que ningún otro hombre había besado sus labios, que solo Hongbin era el hombre que había acariciado su cuerpo y alma con besos y palabras, que había llegado a lo más profundo de su ser a pesar de tantos rechazos de su parte, el hombre sentado en el comedor seguía luchando, mantenía la esperanza fija de que algún día él lo iba amar.
Lanzo un hondo suspiro y a zancadas llego al comedor; Hongbin estaba cenando un poco de fruta con Yogurt natural. El castaño pronto se dio cuenta de la presencia del rubio y levanto la mirada; clavándose en sus grandes y cafés ojos, Hyuk le ofreció una sonrisa y tomo asiento junto a él. Se podía percibir la tensión del momento, los dos querían hablar, pero no sabían cómo hacerlo. El corazón del pequeño comenzó a latir muy fuerte y un gran impulso por abrazarlo nació en su interior, se armo de valor y sin pensarlo; se lanzo a los brazos de Hongbin, enredándose a su pecho con mucha fuerza.
—¿Te molesta mi presencia? —pregunto el pequeño, acomodando su cabeza en el regazo del castaño.
Hongbin paso saliva nervioso y lo observo asustado, no sabía que esperar, hace algunas horas el pequeño lucia tan furioso, tan indiferente con él. Y ahora de la nada llegaba y lo abrazaba, atreviéndose a preguntar algo tan absurdo como eso, era evidente que su presencia lo hacía feliz, nunca le desagradaría.
—Por supuesto que no —tomo sus hombros y le sonrió—. ¿Quieres un poco? —tomo la cuchara con fruta y la dirigió a su boca.
—¿Me vas a compartir? —pregunto Hyuk, cubriendo su boca.
—Claro que sí, lo mío es tuyo —le guiño el ojo y llevo la cuchara a sus labios, el pequeño abrió la boca y comió el bocado.
Hongbin siguió comiendo y alimentando al pequeño hasta que el plato quedo vacio. No dejaba de observarlo y acariciarle el cabello mientras masticaba, se veía tan hermoso comiendo a su lado. Llenaba de gozo el interior de Hongbin ese momento, el estar ellos dos juntos, sin pelear y sonriendo todo el tiempo.
—¿Que tanto me ves? —inquirió Hyuk, arqueando la ceja.
—Me gusta verte porque eres lindo; porque me gusta tu sonrisa y también me gusta sentir el calor de tu cuerpo cerca de mi —sonrió nervioso—. Estoy muy feliz de que estés aquí conmigo, creí que estabas molesto por lo del estudio —bajo la mirada.
—Gracias —se sonrojo —. Es difícil creer que pienses todo eso de mí. Y sobre el otro tema —suspiro —. Me gustaría hablar contigo.
Hongbin suspiro y se levanto de la mesa, tomo la mano del pequeño y lo arrastro directo al patio. Ambos se encontraban frente a frente en la intemperie, siendo atrapados por una fría brisa. El castaño tomo las manos del rubio y le sonrió.
—Ahora si podemos hablar más tranquilos, ¿Qué sucede? —no dejaba de mirarlo a los ojos.
—Quiero pedirte una disculpa por la forma tan despectiva con la que te trate después de lo que sucedió —tosió nervioso —. Es solo que tengo demasiado miedo de sufrir, estoy protegiendo mi corazón de una posible decepción. La verdad es que si me sentí muy feliz contigo en el estudio, me hiciste sentir realmente especial, mi interior experimento emociones que jamás había percibido antes. La forma en cómo hiciste las cosas tal vez no fue la mejor, pero entiendo que no tuvieras otra opción, en realidad te lo agradezco, porque gracias a esas caricias yo pude sentirme en otro mundo, me estremecí por completo ante ti, ante tu hermosura evidente para los ojos de cualquiera. No estoy diciendo que planeo aventurarme en una relación contigo, aun tengo mis dudas sobre tus sentimientos, pero de verdad necesitaba decirlo, me sentí bien en tus brazos, hiciste que mi corazón explotara. Así que te prometo tratar de confiar en lo que me dices, ¿Creo que es un avance no?
Una gran luz resplandeciente se poso alrededor de Hyuk. Hongbin creía estar observando un ángel, ahora más que nunca sentía que todo lo que estaba sucediendo era irreal. Las palabras que Hyuk había pronunciado era lo que tanto había anhelado escuchar hace tiempo. Su corazón no podía equivocarse, sabía que ambos habían sentido la misma pasión y conexión en el estudio, en ese bendito lugar donde ambos unieron sus almas.
—¡Te quiero! —Lo abrazo con fuerza—. Gracias por decirme la verdad, por ser tan honesto como siempre y tan delicado con las palabras. Te prometo que soy transparente, mis sentimientos por ti son verdaderos y no tienes ni idea de lo fuertes que son. Cada día que me despierto tengo la ilusión de que me querrás, que llegaras a mí y aceptaras este amor que te ofrezco, trato de ser lo más tierno posible pero es difícil, tenme un poco de paciencia en ese tema —se alejo de su pecho y deposito un tierno beso en su frente —. Quiero que seas solo mío, tu ya me tienes te lo aseguro, te pertenezco.
Las piernas de Hyuk flaquearon y su corazón comenzó a latir con fuerza, estaba tan agradecido de que Hongbin lo estuviera abrazando, porque de otra forma habría caído al piso después de escuchar esas bellas palabras. Estaba realmente nervioso y sorprendido. ¿Hongbin no era tierno? Pues en esos momentos estaba demostrando lo contrario. Cuando quería y se decidía, lograba estremecer cada parte de su cuerpo.
—Yo también te quiero Hongbin —le acaricio la mejilla.
—Deberíamos entrar a la casa, está haciendo algo de frio y no quiero que mi bebe se enferme —hizo puchero y rodeo su cuello con el brazo para entrar juntos.
El pequeño y Hongbin regresaron adentro y se quedaron un buen rato disfrutando de la televisión con la feliz pareja de Ravi y N. Los morenos tenían las manos entrelazadas y no dejaban de mirarse a los ojos, poco les importaba el contenido de la televisión, estaban embobados diciéndose cosas lindas y tomando sus rostros. Situación que el rubio y el castaño aprovecharon al máximo, acostándose en otro sillón largo abrazados y tomados discretamente de la mano, cubriéndose con una gran manta para que nadie se diera cuenta.
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Broken Arrow (Keo -Vixx)
Любовные романыEs tan difícil expresar lo que siento por ti, el no poder verte a la cara sin temblar, que deba desviar mi rostro cuando nuestras miradas se encuentran, de vivir con este sentimiento cautivo en una jaula que es mi corazón, espero algún día vencer es...