POV. MAX
No podía creer lo que hice, al fin y al cabo, ahora estamos igual. Me duele sí, pero no queda más que hacer. Sé que es difícil, pero saldremos adelante los dos y todo por nuestro bien, lo tenemos que hacer a la fuerza. Sin embargo, cada quien tomó la decisión y nos lastimados, no pensamos en el otro y ahora nuestra situación refleja cómo nos sentimos, como actuamos y como poco a poco nos empezamos a odiar. Esto es producto de lo que hemos hecho y ambos no los dijimos ese día y aún tengo presente las palabras con la que nos herimos...
POV. ABBY
Hoy es domingo, ha pasado un día y medio desde las grandes noticias del viernes: Sofi y su boda con Max, mi hermano, el encuentro con mis abuelos maternos y el hecho de que Sara y Sofi son mis tías. Otra de las cosas que he estado pensando es que Max volvió a jugar conmigo y volví a caer, también soy una completa idiota por no darme cuenta nuevamente de las intenciones que el susodicho planeaba.
Por un lado, estaba mi padre, que quería hablar conmigo sobre el tema pero yo no quiero, ya todo está dicho y no hay más que agregar. Por el contrario, Will me ha apoyado y lo detuve, en la cena, antes que golpeara y acabara con Max, lo hice porque no quería hacer más grande el problema. Y quería marcharme cuanto antes de aquel lugar. También está Sara que insiste en hablar conmigo, tampoco quiero ella también me criticó y es parte de la familia que me ha arrebatado el amor y bueno Max y Sofi no se han dado ni las luces y enfurece pensar otra vez en ellos, en que son felices y que me cree falsas esperanzas en que ahora si pudiéramos estar juntos, y lo irónico es que el será mi tío, en verdad, ¿el destino me odia o tal vez sea la vida misma que quiere que a fuerzas aparente con él? Quiero irme lejos y nunca regresar la razón, ya no quiero estar sufriendo en el mismo lugar toda mi vida.
Incluyendo el hecho que he encontrado a mis abuelos maternos, ¡qué alegría! ¿se nota tanto el sarcasmo? y pienso que fue un día de locos.
Mientras pienso en todo lo que ha ocurrido y haciendo más mierda mi corazón miro hacia el techo, es lo que vengo haciendo desde el viernes que llegué a mi hogar. Ya no puedo levantarme, no tengo las fuerzas para hacerlo, pero, como siempre hay uno, mi estómago necesita su dosis de alimento, con toda la pereza del mundo, me levanto para ir a la cocina en busca de helado de chocolate para aliviar las penas. cuando salgo de mi habitación veo a mi padre Will y mis abuelos (no sé porque no me buscaron y ni me interesa, siempre tuve el amor y no me hizo falta) sentados en los sillones y puedo sentir el ambiente demasiado tenso lo que provoca escalofríos, es lo único que me faltaba para mi grandiosa vida que los tres giren su cabeza para verme y que la tensión vaya en aumento.
¿qué es lo que está pasando?, pienso.
- Buenos días mi niña, ¿cómo amaneciste? - mi padre se acerca y me abraza como si no me quisiera perder, como si fuera la luz de su vida y me siento un poco rara.
- Buenos días, bien gracias y ¿tú?
- Bien, creo - me responde.
Y con la contestación no siento que sea un hombre de treintapocos, sino un crio de quince años atrapado con las manos en la masa y que no pueda hacer nada.
Toma mi mano y me guía hacia dónde están esos señores, tomamos asiento quedando enfrente de ellos, puedo sentir su mirada acusadora, ¿Qué he hecho yo, para que me miren así?
- Abby, querida, antes de que nos honraras con tu presencia hemos estado discutiendo algunos puntos – comienza mi abuela – en primera estancia fue el hecho de porque te dimos en adopción.
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El encanto de Max
Teen FictionSAGA ENCANTADOR Y PEQUEÑA (#2) Ha pasado un año y varios días, perdí la cuenta, desde que leí la carta de Max. Después de este largo tiempo, él ha regresado pero ahora no ha venido sólo, ha venido con una ella. Ambos se quedarán una semana en la cas...