Max entró completamente a la habitación, y yo contenía las lágrimas, me lastimaba ver que ambos se querían con la misma intensidad, incluso, compitiendo quién ganaba. He esperado tanto por él que jamás pensé que pudiera encontrar el amor. Había sido egoísta y la realidad se burlaba de mí y tampoco podía soportarlo.
- ¿Te encuentras bien Abby? - Sara me sujeto por las manos y buscaba mi mirada.
La miré a los ojos - Si, es que son tan lindos juntos, que me alegro el poder ver su amor - dije entre sollozos y con cierta envidia y celos, aunque no tenia derecho a sentirlos.
Por fin comprendí que ya no me amaba Max, la mirada que alguna vez obtuve de amor por parte de él ha quedado en el pasado, creo que es mejor así. Ambos teníamos que salir adelante y él ya lo ha hecho. Sólo había creido que cuando nos viéramos nos reconciliariamos. Gran error de mi parte tener elevadas las esperanzas.
- Abby... - Max comentó
Ya no había más pequeña sólo Abby y dolía bastante.
- Lo siento, tengo que terminar mis trabajos y de acomodar mi ropa - lo corté. No quería tener una conversación que se pudiera salir de control.
Ambos se fueron y por fin pude llorar en silencio. Y desahogar todas mis esperanzas e ilusiones. ¿En qué estaba pensando cuándo me enamoré de él?
*
Mi teléfono vibró y con ello me desperté y ni siquiera sabía que m había quedado dormida, entreabrí los ojos acostumbrándome a la oscuridad, así se vería mi corazón. Lo revisé y era un mensaje de Matt
¿Quieres que vaya?
MxLe contesté que sí. Necesitaba de su apoyo ahora más que nunca.
Mis ojos ardían y me dirigí a mi antiguo baño con una pereza enorme, no sin antes escuchar risas en la sala. Y me sentí un poco mal, creo que jamás pertenecí a esta vida.
Me encontraba enfrente del espejo lo cual reflejaba a la antigua Abby, cuando él se había marchado. Lavé mi rostro y apliqué poco maquillaje para poder ocultar el hecho de que había llorado.Bajé las escaleras, y observé su interacción, nosotros nunca nos habíamos visto así, Sofi daba una luz y mamá está contenta, pero una persona que me llamó la atención y pronuncié:
- ¿Sara?
Ella alzó la vista y con una sonrisa plasmada en su lindo rostro corrió a abrazarme. Me reconfortó bastante el simple de hecho de tenerla así. Creo que es bastante alegre para arrastrar todo lo malo.
- ¡Qué pequeño es el mundo!
Resulta que Sofi y mi hermano son las personas que venían a la ciudad.
- De hecho.
Deshicimos el brazo y caminos hacia mi familia y su hermana, dónde todos nos miraban expectantes.
- ¿De dónde se conocen? - preguntó Max
- Del taller de literatura - Sara habló - Abby es muy buena escritora, sus historias cuentan un amor verdadero. Y que te hace pensar que...
- Sara, para - ofreció Sofi, porque me estaba poniendo como un jitomate - ¿Ella es la chica de que tanto nos hablas?
Ella asentió frenéticamente - Por supuesto.
Entonces Max sabía algo de forma inconsciente de mí.
- Gracias Sara, en verdad me halagas. Y también lo eres, eres escritora nata.
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El encanto de Max
Genç KurguSAGA ENCANTADOR Y PEQUEÑA (#2) Ha pasado un año y varios días, perdí la cuenta, desde que leí la carta de Max. Después de este largo tiempo, él ha regresado pero ahora no ha venido sólo, ha venido con una ella. Ambos se quedarán una semana en la cas...