capítulo 5. mi antidepresivo

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Querido diario:
Hoy salimos Consuelo, Anell y yo a pasear por la fuente qué sé encontraba enfrente de la primaria en la qué estudiamos. Sí bien han cambiado un poco nuestro gustos, las travesuras qué hacíamos siempre serán algo qué tendremos en común.
Jajaja éramos él trío tan genial y raro de amigas qué podía haber; bien pudimos haber sido apodadas "las clásicas", Consuelo sea fan del Cruz Azul, Anell del Guadalajara y yo del América; para empezar además de nuestras diferencias futbolísticas, teníamos diferente estatura; Anell era la más alta, luego Consuelo y al último yo y en calificaciones era al revés. Vaya ventajas qué me ganaba por ser la consentida del profe en 5°.
En 5° de primaria sí qué estábamos locas de remate; iban a mi casa a jugar, fueron a mi cumpleaños, Anell intentó enseñarnos a bailar reggaeton, compartíamos nuestra comida a la hora del receso, a nuestros peluches los nombramos cómo Índigo, Capuchino y Pedruito.
Ay no, pero era muy chistoso él trabajar en clase y sobre todo en los libros contestar: no sé pregúntale a Débora y qué les calificaran con 10, pero nada cómo lo qué hacíamos en él libro de historia, les dibujábamos bikini a los romanos y a los griegos para qué no estuvieran desnudos.
Reí demasiado con tanto recuerdo de las travesuras qué hicimos juntas, qué me dí cuenta de qué voy comenzando a salir de la profunda tristeza qué me invade desde qué no estoy cerca de Nick.
Débora al parecer va superando la situación al ver las cosas qué la.hacían feliz,¿Pero en serio está olvidando a Nick o es algo momentáneo? Adoro compartir un poco de mis recuerdos en está historia e inventar algunos otros pero no puedo dejar con la duda sobre lo qué pasará a mi lectora y amiga Lizeth.

¿cómo no extrañarte?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora