(narra Débora)
Querido diario:
Conocí a un chico él día de hoy, es guapo, alto, de ojos color miel y cabello rubio, además su complexión es atlética; casi la clase de chivo qué esperamos encontrar la mayoría. Hice esfuerzos por no demostrar qué me había dejado boquiabierta y de hecho creo qué lo logré pero de todas formas igual y no es la clase de chico con quién me imaginaría, suena a qué aún no he superado lo de Nick y en cierta forma es verdad, pero está clasificación yo ya la había establecido desde antes.
Desde mi punto de vista hay dos clasificaciones: la simple atracción visual y con quién quieres mantener una relación sentimental. La atracción visual consiste en lo estético; si es musculoso, guapo, viste bien, sus ojos o él cabello, pero hasta ahí. En cambio cuándo me fijo en un chico porqué me resulto muy tierna alguna de sus acciones, porqué es inteligente, me agrada su forma de ser, me resulta lindo o sencillamente me parece divertido es completamente diferente, ahí si llegó a tomar en cuenta qué algún día podríamos llegar a ser novios.
En base a lo anterior es qué me cuesta mucho trabajo creer en él amor a primera vista. Yo creo qué después de todo para enamorarse no es necesario qué la otra persona tenga ciertas características, eso es como si sé necesitará cumplir con una serie de requisitos o pasar una prueba y no es así. Tal vez eso es lo qué me haga diferente a las demás chicas pues no existe algo concretamente qué todos los chicos qué me gusten sean por las mismas cosas, de uno me puede y gustar como sé vé con cabello largo, de otro quizá qué sea deportista, otro la inteligencia, otro por su manera de vestir, en fin cada uno por razón diferente, lo único qué me he dado cuenta es qué casualmente todos los chicos qué me gustan tienen qué ser buenos en las matemáticas; eso es extraño pero siempre es así.
Como sea me encantaría enamorarme de un chico qué sin siquiera conocerlo a fondo con una pequeña acción me provoque un sentimiento tan hermoso, qué quiera pasar a su lado todo él tiempo sin medida, a quién pueda darle la confianza qué no a cualquier persona le brindo, qué aunque sea con sólo saber su nombre me llene de interés saber sus gustos, qué me enloquezca con un simple gesto de amabilidad y qué encuentre en mi una razón para sonreír día a día compartiendo momentos qué formarán un gran recuerdo al pasó del tiempo y aunque nos alejemos sea una experiencia inigualable. Puede ser qué pida demasiado pero tengo la esperanza de encontrar a ese chico aún tardándose en encontrarlo valdrá la pena, además quién quita qué igual y ya lo encontré pues a Nick no necesite convivir a diario sino bastó con algunas ocasiones y miren qué me con la facilidad qué me enamoré resulta qué es la misma dificultad con la qué lo pretendo olvidar.
Bueno aquí concluye otro capítulo, tanta confusión qué puede provocar él sentimiento hacía alguien ¿No?
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¿cómo no extrañarte?
Teen FictionEs la continuación de loca por amor pero ahora Débora narra en su diario cómo es qué vé su vida hecha un caos desde qué está lejos de Nick, también agrega algunos poemas qué a escrito para expresar sus sentimientos por ese gran amor qué le tuvo.