¿cómo no extrañarte?

capítulo 17. vaya sociedad

(narra Nick)
Iba rumbo a casa saliendo de clases cuándo de pronto algo llamó mi atención, eran unas chicas qué conversaban escandalosamente como sí discutieran, por lo visto a una de ellas le gustaba un chico pero ella prefería qué fuera él quién tomará la iniciativa pero al parecer él chico apenas y sabía qué existía entonces una de sus amigas opinaba qué cambiará su forma de vestir y le coqueteara en cambio la otra amiga le recomendaba qué no, qué sería muy mal visto qué ella sé le insinuara así qué debía olvidarlo o esperar alguna oportunidad en un millón de qué él sé fijará en ella.
Todo ese dilema me ayudo para detenerme a pensar sobre todos los malditos prejuicios qué tiene la sociedad; los estereotipos nos manejan desde hace años y no sé vé qué algún día cambiaran ni por mucho pensamiento liberalista ni por la dichosa equidad de género. Prácticamente nos dicen qué las chicas deben ser tímidas, saber darse a respetar, femeninas, bien educadas, hacendosas y bonitas, incluso la gran tontería de qué forzosamente para ser digna debe de serte fiel y llegar virgen al matrimonio(impuesto por los padres o incluso por su propia pareja) pero no entiendo del todo como esperan qué mantenga su virginidad sí es lo primero qué los hombres exigen como una muestra de su amor y desde nuestros antepasados en los sacrificios las ofrecían como signo de pureza a sus dioses, sí sé niegan las tachan de santas y sí aceptan son unas cualquiera.
En él caso de nosotros como hombres sé supone qué debemos de dominar a la mujer, ser los conquistadores, debemos ser fuertes y no debemos llorar y menos por cuestiones de amor.
Pero porqué no pueden ser ellas también quienes sé nos declaren, al final de cuentas también tienen sentimientos y él derecho de expresarlos, no somos nosotros los únicos qué debemos ir a cortejarlas y llamar su atención a como de lugar hasta qué acepten; es tan fácil como simplemente no andar suplicando su amor sí quieren bien sí no tal vez duela pero habrá alguien más qué sí te quiera. Pero lamentablemente lo qué las madres les inculcan a sus hijas es completamente diferente, suelen decirles qué sé hagan las difíciles, qué no vistan prendas muy cortas o muy ajustadas porqué parecen pros... Qué no sé dejen manosear porqué hablaran qué son unas facilotas en fin. Claro qué está bien qué sé den a respetar después de todo pero no creo qué tenga algo de malo en qué expresen lo qué sienten hacía nosotros los chicos, para nosotros tampoco es tan fácil declararnos así qué deberíamos comenzar a cambiar nuestra mentalidad.
De por sí a mi me llama una gran atención lo diferente aquello qué busca salir y brillar por no intentar encajar en lo común y supongo qué eso es otra de las cosas por las qué me agrada Débora, esa combinación de chica tímida qué sé atrevió a mandarme notas aún sabiendo qué podía ser juzgada de loca y acosadora pero prefirió vivir con ello al decidir escribir lo qué sentía o siente por mí.
Bueno otro capítulo narrado por Nick, supongo qué aún habrá otros 3 capítulos antes de qué terminé la historia pero en fin mientras llega eso comenzare a preparar la.siguiente.