----Narra Mireya----
Cuando nos íbamos a ir del hospital, nos dijeron que en dos días les darían el alta así que al día siguiente, fuimos al hospital, las chicas estuvieron un rato con los chicos y nos fuimos a un centro comercial a comprarles ropa. Fuimos en taxi y, cuando llegamos, empezamos a entrar en tiendas.
María: Mire, ¿has visto a Blas?
Mireya: No, no me atrevo.
Judith: ¿Por qué? Los chicos dicen que estuvo preguntando por ti.
Mireya: ¿Enserio?
María: Sí, sueña contigo y te llama la chica de sus sueños.
Mireya: ¿De verdad?
Judith y María: ¡Sí!-rieron.
Mayte: ¡Judith!
Ana: ¡Mira!
Judith: ¿Qué pasa?
Mayte: A que es mono.
María: ¿Qué pasa? Aww-puso ojitos.
Mireya: Me encanta.
Ana: Si no lo compras tú...
Todas: Lo haremos nosotras-reímos.
Judith: Pero aún no sé...
María: ¿Cuánto dinero traéis?
Mireya: Te lo regalamos entre todas.
Judith: No, no importa. Aunque... Jope, ya se me ha antojado-puso un puchero.
Todas: Pues a comprarle el caprichito a la mami.
Volvimos a reír y entramos a la tienda a comprar el gran oso de peluche que habíamos visto. En realidad no era tan grande, pero era precioso.
Después fuimos a comprar la ropa de los chicos.
Ana: Chicas, ¿los chicos tendrán... ropa interior?-dijo un poco cortada.
Judith: Ups, no hemos pensado en ese detalle.
María: Habrá que comprársela ¿no?
Mireya: A mí me da corte.
Ana: Y a mí.
Mayte: Da mucha vergüenza, pero no se van a poner la ropa sin nada debajo.
María: Pues vamos al lío.
Entramos en una tienda y compramos un par de calzoncillos para cada uno.
La cara del dependiente fue un poema, ¿nunca había visto a chicas comprar ropa interior para chicos? En fin, no le dimos mucha importancia y después de un rato más en el que aprovechamos para dar una vuelta y María para comprarle algo a su peque, nos volvimos al hospital.
La ropa de Blas se la di a una enfermera, no me atrevía a entrar yo. ¿Por qué? Simplemente no sabía si era porque me dolería verlo y que no me recordara o por vergüenza a que me dijera algo.
Ese mismo día, le quitaron las escayolas a Dani y el día anterior le habían quitado la escayola a Álvaro y el collarín a David.
Estaba todo listo para que les dieran el alta. Y así fue, al día siguiente pasamos por ellos al hospital y nos dirigimos al aeropuerto donde nos dejaron un avión privado para volvernos a España.
Mientras los chicos se sentaban, nosotras nos quedamos un poco atrás.
Judith: Mire, ¿te pasa algo?
Mireya: Decidme que no os vais a sentar por parejas, por favor.
María: ¿Por qué?
Mireya: Porque me tocaría sentarme con Blas y la verdad no me siento preparada.
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Al Caer el Sol
FanfictionSegunda parte de Cuando Menos Piensas Sale el Sol. Terminada.