----Narra Mireya----
¿Mal? ¿Extrañarlo? Eso no era nada comparado con todo lo que sentía, me hacía mucha falta Blas, pero él no se pudo venir, principalmente porque allí, nada más salir a la calle, podría encontrarse a las fans que lo más seguro era que le hablaran y preguntaran sobre el viaje, si iban a dar algún concierto o firma pronto... Y no era bueno que se agobiara.
El peque llegó de su primer día de cole muy contento.
Dani P: ¡Tita!
Mireya: Hola.
Dani P: ¿Sabes qué?
Mireya: ¿Qué pasa?
Dani P: Tengo una amiga.
Mireya: ¿Sí? ¿Cómo se llama?
Dani P: Daniela
Mireya: ¿Cómo tú?
Dani P: Shi.
Mireya: ¿Y es guapa?
Dani P: Sí-dijo tímido.
Mireya: ¿Y algún amigo?
Dani P: Sí, se llama Ángel y otro que se llama Diego.
Mireya: ¿Sí? ¿Y qué más?
Dani P: Mi seño se llama Andrea y es muy guapa.
Mireya: Eres un pequeño ligón-le hice cosquillas.
Dani P: Tita...
Mireya: Dime peque.
Dani P: Tita Ana ya no puede ser mi novia porque está con tito Carlos, ¿tú quieres ser mi novia mientras tito se pone bueno?
Mireya: ¿Tú cómo sabes que tito está mal? ¿Quién te lo ha dicho?
Dani P: Papi me dijo que se había dado un golpe en la cabeza y ahora está como David, pero que tito Blas se va a recuperar pronto porque David está tonto y tito Blas no lo es.
Me quedé pensativa. Primero porque no entendía como un renacuajo de tres años entendía tan pronto las cosas y supiera tanto y segundo... ¿A qué se referiría Dani cuando le dijo que Blas no es tonto? Tendría que hablar con él.
Dani P: ¿Quieres ser mi novia?
Mireya: Sí-le sonreí.
Dani P: ¡Bien!-dijo contento-¡Mami, tita Mireya ahora es mi novia!
María: Menudo noviero me has salido, me voy a poner celosa.
Dani P: No mami, porque yo a ti te quiero mucho, mucho-le dio un beso en la mejilla.
María: Yo también te quiero mucho vida. Y ahora corre a lavarnos las manos que vamos a comer.
Dani P: Sí, vamos.
Tiró de su mano y se fueron hacia el baño. Yo fui a la cocina y vi a Dani, así que aproveché para preguntarle.
Mireya: Dani, ¿puedo preguntarte algo?
Dani: Claro, ¿qué pasa?
Mireya: Al peque le dijiste Blas se iba a recuperar pronto porque no es tonto, ¿lo dijiste con dobles intenciones?
Dani: No, ¿por qué lo preguntas?
Mireya: No, nada.
No me fiaba mucho de su tono, así que hablaría con María, ella podría saber algo o, si no, se lo sacaría.
Mi amiga llegó con el peque y nos pusimos a comer los cuatro. Por la tarde, Judith y Álvaro llegaron a la casa muy felices.
Álvaro: Tenemos que daros una noticia.