Capítulo 31:

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----Narra Carlos----

El tiempo comenzó a pasar, ya estábamos en marzo y mis nervios iban en aumento y todo por culpa de Álvaro.

Carlos: Álvaro, ¿puedes dejar un momento el dichoso móvil? Me tienes de los nervios.

Álvaro: No puedo, Judith salía de cuentas en estos días y tengo que estar atento.

David: Pero porque dejes el teléfono de lado un momento y nos ayudes medio minuto, Judith no se va a poner de parto.

Álvaro: Uf-suspiró-.Lo siento, es que estoy muy nervioso.

Dani: No hace falta que lo jures-rió.

Nos pusimos a trabajar en algo que estábamos preparando y Álvaro dejó sus nervios y el móvil de lado por toda la tarde.

Nos despedimos a eso de las nueve y cada uno se fue para su casa. Ana y yo seguíamos en el piso, no habíamos tenido mucho tiempo de ir mirando casas y la verdad era que ese piso estaba bien y era amplio.

Otra cosa que tampoco me había parado a pensar era en formar una familia, era algo que no me preocupaba. Aún éramos jóvenes y no quería planear cuando empezar a formar una familia, que empezaran a llegar cuando fuera. Aunque no niego que ir empezando a planear tener un pequeño me haría ilusión. Estuve todo el día pensativo y Ana lo notó.

Ana: ¿Qué te pasa, amor?

Carlos: Nada, ¿por?

Ana: Estás muy pensativo.

Carlos: Álvaro, que me tiene de los nervios porque no ha dejado el móvil hoy en toda la tarde por si le llamaba Judith y aún le queda.

Ana: Es normal, es padre primerizo y adora a su princesita.

Carlos: Lo sé, pero no puedo evitar ponerme nervioso.

Ana me abrazó y así, después de un rato, nos quedamos dormidos. Eran las cinco y media de la mañana cuando mi móvil sonó.

Carlos: ¿Diga?

Judith: ¿Carlos?

Carlos: Dime, ¿qué pasa?

Judith: Primo ¿puedes venir para el hospital?

Carlos: ¿Hospital?-me desperté de golpe-O sea que ya...

Judith: Sí, los peques quieren conocer a sus titos ya.

Carlos: Dime la dirección y ya vamos para allá.-me dio la dirección y colgamos.

Ana y yo nos vestimos y fuimos al hospital todo lo rápido que pudimos. Al llegar allí, preguntamos por ella y nos dieron el número de su habitación. Entramos y nos encontramos a Judith tumbada en la cama, a Álvaro a su lado y a Blas y Mireya con ellos.

Carlos: ¿Aún no...?

Judith: Parece que no-se encogió de hombros.

Ana: ¿Cómo te sientes?

Judith: Con mucho sueño, él médico me ha dicho que mejor me quede por si me vuelven a dar los dolores, pero que si no vuelven, por la mañana me podré ir.

Carlos: ¿Habéis avisado a los demás?

Álvaro: Sí, David y Mayte vendrán dentro de un rato y Dani pienso que también.

Mireya: Veréis la alegría que le va a dar al peque cuando vea a sus primitos.

Judith: Ya me dijo que los iba a cuidar mucho.

Ana: Es un amor de niño.

Mayte: Hola, hola.

David: ¿Pero todavía estás entera?-se burló.

Al Caer el SolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora