Capítulo 4:

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----Narra Judith----

Mayte nos avisó que una prima suya había abierto un spa y que la había invitado a ella y a algunas amigas a una sesión completa. Nos llamó y quedamos en que iríamos las cinco.

El spa abría a las nueve así que quedamos el sábado a las ocho y media en la casa de Mayte para irnos todas juntas al spa de la prima de Mayte. Salí de casa a las ocho y cuarto ya que yo era la que más lejos vivía de Mayte. Pasé por casa de Mireya y llegamos juntas. Tocamos el timbre y nos abrió Mayte.

Mayte: Hola chicas, cuánto tiempo-nos dio dos besos a cada una.

Mireya: Sí, ¿cómo te va todo?

Mayte: Bien, aunque algo agobiada con los últimos exámenes.

Judith: Sí, así estamos todas-suspiré.

Tocaron el timbre, eran Ana y María.

Mireya y Judith: Hola.

Ana: Hola chicas-nos sonrió-.María, deja el móvil que no le va a pasar nada.

Mayte: ¿Qué pasa?

Ana: Pues que por poco no se vuelve a casa.

Mireya: ¿Por qué?

María: Me da cosa dejar a mi peque solo.

Ana: Pero si me has dicho que tuviste que dormir con David.

Judith: ¿Y eso?

María: Al peque se le metió en la cabeza que quería dormir con nosotros y su padre no fue capaz de decirle que no. Lo tiene malcriado.

Mireya: Pues si tanto lo malcría, que hoy se haga cargo él solito.

Mayte: Se me ha ocurrido algo mejor.

Judith: ¿El qué?

Mayte: Dadme vuestros móviles.

Los sacamos y se los dimos. Los dejó encima de la mesa del salón y cogió su bolso.

Mayte: Listo, vámonos.

María: ¿Piensas dejar los móviles ahí?

Mayte: Vivo sola, aquí no va a entrar nadie y hoy es un día de relax así que si los móviles suenan, que suenen aquí.

Salimos de la casa, nos montamos en el coche de Mayte y fuimos hasta el spa que quedaba a la salida de la ciudad.

Por el camino, hablamos de todo un poco ya que hacía casi un mes que no veíamos a Mayte por la universidad y eso.

Llegamos y la prima de Mayte fue la que nos recibió.

Mayte: Chicas ella es Ainoa, mi prima. Ellas son Mireya, Judith, Ana y María-nos fue señalando.

Ainoa: Hola, venid conmigo. Os voy a llevar al vestuario para que os cambiéis y después os acompañaré hasta dónde vais a pasar toda la mañana.

Todas: Vale.

Llegamos al vestuario, nos pusimos el biquini y nos fuimos hasta las piscinas de hidromasaje. Allí solo estábamos las cinco así que seguimos hablando de nuestras cosas hasta que Mayte…

Mayte: Dios mío, dime que ese monumento es de verdad-abrió mucho los ojos.

María: Mayte, la baba-se burló.

Mayte: ¿Pero tú lo has visto?

Nos volvimos y lo vimos. Era un monumento pero todo de gimnasio, nos quedamos todas mirándolo hasta que lo vimos acercarse a otro chico y darle un beso.

Al Caer el SolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora