C a p í t u l o 34. . .

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Mario POV.
Hace unas horas había llegado del instituto, mi mamá y mis hermanos nos estaban y yo no tenía nada que hacer, decidí que este era el momento correcto para hablar con Juanpa. Salí de mi casa, camine unos metros y toque la puerta de la casa de Lacey.
—Lacey, ¿está Juanpa?
—¿Para qué no lo quieres?
—Necesito hablar con el.
—Mario...
—No la cagare, lo prometo.
Ella asintió y había completamente la puerta, dejándome pasar. Juanpa bajo las escaleras. Cuando me vio pude ver sorpresa y furia al mismo tiempo.
-¿Qué haces aquí? Si vienes a molestar a Lacey otra vez te juro que te voy a...
—Solo quiero hablar contigo. No vengo a molestarla ni a pedirle que vuelva conmigo, solo quiero y necesito hablar contigo, por favor. —Su rostro se hablando. El no era malo, lo sabia por ceder tan rápido.
—Claro, lo siento.
—Lacey, ¿nos puedes dejar solos?
Ella nos miró con desconfianza, pero luego asintió.
—No destrocen mi casa, por favor.
—No lo haremos —dije, riendo.
Ella subió las escaleras y se escuchó como cerraba la puerta de su habitación.
—Si quieres sentarte.
—Si, gracias.
Me senté.
—¿De qué quieres hablar?
—Son muchas cosas... ¿Tienes tiempo?
—Por supuesto. Comienza.
—Primero que nada quiero declararte la paz, sé que me odias. Pero yo ya no busco nada, perdí a Lacey de la peor manera, pero ya no puedo hacer nada. Y la verdad me alegro de que se haya conseguido a alguien como tú...
—Mario, yo no te odio. Lo que le hiciste a Lacey estuvo muy mal, pero yo no puedo odiarte, eres humano y tienes derecho a equivocarte.
—Si, pero lo que hice estuvo mal, eso no es un simple error.
—Lacey no te odia, ni yo tampoco.
—Juanpa... ¿Te pido un favor?
—¿Cuál?
—Nunca hagas la estupidez que yo hice, nunca traiciones a Lacey, nunca la hagas llorar... Ella es única, nunca he conocido a alguien como ella, cuídala y protégela, ella es algo único e inigualable. La cague y me arrepiento mucho, perdí todo, ella era mi mundo, mi casa, mi todo, y lo deje ir por una idiotez. Nunca imagine sufrir tanto por una chica, nunca imagine que el amor doliera tanto. No te puedo negar que la sigo queriendo, pero ya no vale la pena luchar por algo que ya no voy a poder ganar, ella está enamorada de ti, y lo acepto, me gusta el hecho de que ella haya encontrado a la persona correcta, que ella se haya enamorado de ti, eres un ven chico, y sinceramente, desde lo más profundo de mi corazón espero que ustedes sean muy felices. Y por favor, cuídala mucho, protégela de todos los que le quieran hacer mal. En fin, creo que ya dije todo lo que tenía que decir, te prometo que ya no los volveré a molestar, es más, ni siquiera me volverán ver, probablemente regrese a México, creo que ese es mi lugar. Gracias por tu tiempo —dije con un hilo de voz, las lágrimas salían de mis ojos, estaba destrozado, lo había perdido todo.
—Mario, eres importante para ella, yo nunca le prohibiría que te dejara de ver o hablar, ella está en todo su derecho. No te vayas, creo que en realidad este es tu lugar. ¿Amigos?
—Amigos. ¿Te puedo... abrazar?
Él abrió los brazos, y lo abrace.
—Gracias por todo Juanpa, eres una gran persona. —Le di unas palmaditas en la espalda—. Me tengo que ir.
—Suerte, amigo.
Abrí la puerta y salí de su casa.

Lacey POV.
Sus palabras. Estaba sentada recargada en la pared, no había entrado a mi habitación por miedo a que ellos se pelearan. Ellos nunca me vieron que yo estaba ahí.
Seguía amándome a pesar de todo, la pregunta era; ¿Yo lo seguía amando?
No, yo amo a Juanpa, aunque una parte de mí me dice que corra a los brazos de Mario.
"Ya no vale la pena luchar por algo que ya no voy a poder ganar"  "Me gusta el hecho de que  haya encontrado a la persona correcta, que ella se haya enamorado de ti."
Sabía que Mario estaba dolido, y no lo podía negar, yo también lo estaba. Me dolía el hecho de que por mi culpa el se fuera de Los Ángeles. Tenía que decirle que estaba esperando un hijo de el, era la hora.

Escuche unos pasos en las escaleras, me levante con precaución, entre a mi habitación y me acosté en mi cama, me hice la dormida.
—Lacey... Vaya, se quedo dormida.
Cerró la puerta. Lo seguí sin que se diera cuenta, salió de casa y se llevó el carro. Fui a la habitación de mis hermanos.
—¿Lucy te quedarías con Theo un momento? No tardó, si llega Juanpa dile que Ahorita regresó.
—Si, estaremos viendo películas.
Cerré la puerta de su habitación, baje las escaleras y salí de mi casa. Toqué la puerta de Mario.
—Hola Lacey.
Sin pensarlo dos veces, lo abrace con todas mis fuerzas.

N/A
¡PENÚLTIMO CAPÍTULO!
Estoy muy emocionadaaaaaaaa❤️ Váyanse preparando, los siguientes capítulos las harán llorar...): (lo digo porque yo lo hice mientras los escribía)
Los amoooo❤️

¿Crees en los finales felices? (Mario Bautista) «HOT»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora