¿Crees en los finales felices? (Mario Bautista) «HOT»

C a p í t u l o 30. . .

—Aún no estoy seguro.
—¿Te das cuenta de que la que está sufriendo soy yo? Me declaré a a ti y me dices que no estás seguro. Genial, pensé que la pesadilla se había acabado.
—¿Quieres ser mi novia?
—Por supuesto que sí.
Me agarro de la cintura y me besó.
—Espera, esto está mal.
—¿Por qué? Si ya somos novios.
—Me refiero a que debería de ser especial, debí de haberte preparado una cena romántica.
—Esto es especial para mí, no me importa si me comprar cien ramos de flores o si me regalas una sola flor. Cariño, eso es lo de menos.
—Esto es lo que me hace enamorarme de ti cada día mas.
—Solo recuerda que estoy esperando una bebe de Mario...
—No me importa, la amare como si fuera mía.
Lo abrace lo más fuerte que pude.
—¿Vamos a fuera?
—Vamos.
Me rodeó con su brazo la cintura y caminamos hacia donde estaban los demás.
—¿Y la nieve? —preguntó Emma, burlándose.
—Emma ¿eres tonta? —dijo Ryan—. ¡Están abrazados!
—Obviamente, ya son novios. Después de todo, sirvieron nuestros consejos.
—Espera, ¿qué?
—¿Cuándo le dijiste a Lacey lo que sentías te respondió de inmediato? —Juanpa asintió—. Gane la apuesta, ¡dame mi dinero, Ryan!
—¡Tramposa!
—¿Hicieron una apuesta sobre nosotros? —pregunté, tratando de parecer enojada.
—Tal vez... —comenzó Emma—. Pero mírate, ahora estás con tu verdadero amor. Mueve tu culo Ryan, quiero mi dinero ya.
—¿Cuál era la apuesta?
—Emma dijo que cuando Juanpa te dijera todo lo que te quiere tu se lo dirías también porque te darías cuenta que a él es al que amas y yo le dije que se lo dirías semanas después porque tendrías miedo.
—Debo admitir que es una apuesta muy buena... Pero te equivocaste querido Ryan, así que dale el dinero a Emma.
Gruño y acepto.