C a p í t u l o 6. . .

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Corrí a abrazarlo. Enrede mis piernas en su cintura mientras él me abrazaba también de la cintura.
—¡Cuánto te extrañaba, Zurita!
—Yo también te extrañaba, enana. Extrañaba tus abrazos.
—¿Por qué nunca nos hablaste o enviaré un mensaje, eh?
—Las cosas se complicaron, pequeña.
—Lacey, no es por presionar pero yo también quiero abrazar a mi amigo.
Me baje de él y deje que Emma lo saludara.

Mario POV.
Vi como un choche se estacionaba afuera de la casa de Lacey, se bajó un  chico. Abrí un poco la cortina de mi ventana, para ver mejor. Lacey abrió la puerta de su casa y salió corriendo a abrazar a aquel chico. ¿Y ella me corto a mi? Yo también estaba equivocado, ella era una puta cualquiera, aunque muy buena para el sexo. Solo para eso servía esa zorra.

Lacey POV.
—¿Ya comiste? —le pregunté a Juanpa.
—Nop.
—Vamos a pedir unas hamburguesas —propuso Em.
—Me encantan las hamburguesas.
Emma se encargó de pedir la comida. Estábamos todos reunidos, Ryan Addy y su bebé, Emma y Ethan, y por último, Juanpa y yo. Solo ellos estaban en mis peores momentos, ellos me hacían feliz.
—Chicos —todos me miraron—, los amo, son los mejores.
—Los extrañaba amigos.
—Oigan... ¿Dónde se va a quedar Juanpa? —preguntó Ethan.
—Ahorita iré a un hotel.
—Te puedes quedar en nuestra casa —dijo Ryan—, pero el bebé llora en las noches.
—Juanpa, aquí tengo dos habitaciones solas, ¿por qué no te quedas aquí? —propuse.
—¿Segura? No quiero incomodar...
—Tu no incómodas, Zurita. Solo están mis hermanos, no hay problema.
—De acuerdo, pero apenas consiga donde quedarme me iré, no quiero causar problemas con tu novio.

***
—¡Buenos días, pequeñaaaaa! —saludó, mientras bajaba las escaleras.
—¡Buenos días, Zuritaaaa!
—¿Cómo amaneciste?
—Bien, ¿y tú?
—De maravilla, ¿dónde están tus hermanos?
—Deben de estar durmiendo, los domingos se despiertan más tarde.
—Entiendo, todos los días se tienen que levantar temprano —asentí—. Por cierto, ¿dónde están tus papás?
—En un crucero, de echo, el viernes que viene, regresan.
—¿No los extrañas?
—Por supuesto, pero me dejaron a mis hermanos, eso es lo que más me gusto.
—¿Y tú novio?
—Creo que alguien se levanto muy preguntón el día de hoy.
—Lo siento, no quería ofenderte...
—No, no te preocupes. El y yo ya no somos nada, ayer cortamos.
—Lacey, en verdad lo siento, no quería incomodar, yo no sabía...
—No te preocupes, no tienes la culpa.
—Lo voy a matar.
—¿Por qué?
—Se metió contigo, creo que el tipo merece lo peor.
—Sigues siendo igual de sobre protector.
Lo abrace, él se tensó al sentir como rodeaba mis brazos en su cintura.
—Te quiero pequeñita.
—Te quiero más, pequeñito.

¿Crees en los finales felices? (Mario Bautista) «HOT»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora