C a p í t u l o 20. . .

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La respiración de Juanpa era tranquila. Había intentado dormir pero no podía, tenía muchas cosas en la cabeza. Y la única verdad es que me estaba engañando a mi misma, seguía amando a Mario, era algo que no podía evitar, pero había algo que no me quedaba bien claro. Él parecía estar sufriendo tanto como yo... o incluso más.  Nada perdía con darle una oportunidad.

-Buenos días, pequeña.
-Buenos días, ¿cómo amaneciste?

-Bien, ¿y tu?

-Igual, hoy tengo muchas cosas que hacer, así que me daré una ducha y me iré.
-¿Ocupas que te acompañe? 

-Gracias pero creo que son cosas que tengo que solucionar sola.

-Esta bien, si ocupas algo me llamas y ahí estaré.
-Gracias.

Me dio un beso en la frente.

***

Era viernes, en una hora le diría a Mario cuanto me hace falta, en hora volvería a estar con el amor de mi vida. Me bañe, me arregle y salí. EL tiempo pasaba volando, y cuando menos lo esperaba ya estaba en la puerta de su casa. Toque la puerta.

-Lacey ¡qué sorpresa! 
-¿Podemos hablar? 
-Claro, adelante. Siéntate.
Me senté en el mueble, él deposito su trasero frente a mi.
-¿Qué pasa Lacey?

-La conversación de ayer no la terminamos.
-¿Me dejaras hablar esta vez?
-Si.
-Te amo, no quiero que esto acabe.


¿Crees en los finales felices? (Mario Bautista) «HOT»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora