Capítulo 9 “Curiosidades”
Izan
- ¿Qué haces acá? – Sereia volvió a repetir la pregunta con una mirada impaciente.
- ¿Hace falta entrar así? – le pregunté mientras trataba de normalizar la respiración, el susto me había dejado agitado.
- Izan date cuenta, no podes entrar a donde se te ocurra – me susurró – mira si es ves de mí, entraba Alba o Lucas ¿Qué hubieras hecho? ¿Eh? Sos un boludo importante.
- Shhhh, vayamos a la cocina – y cuando me miró mal, le aclaré – después te cuento cuando estemos en casa.
La cocina se encontraba muy limpia, al igual que el resto de la casa. Alba me miró con el ceño fruncido. Algunos mechones de su pelo rizado le cubrían parte de la frente mientras limpiaba la mesada de la cocina.
- Che, te tardaste un poco me parece – Lucas sonreía con su típico humor divertido.
- No encontraba tu pieza, primero abrí una puerta pero era la de tu hermana – Alba se ruborizó cuando me escuchó decir esto, de seguro se acordó que su pieza era un gran desorden. Me aguanté las ganas de reír al ver su rostro rojo de la vergüenza.
- Mmm, nosotros nos vamos – Sereia habló tímidamente – ¡Tenemos unas cosas que hacer! Nos vemos mañana.
La seguí hasta la puerta después de saludar, el jade se sentía en mi bolsillo izquierdo.
Alba
El último día de la semana se presento totalmente nublado y con una humedad terrible.
Mi pelo lo pronosticaba al igual que el programa climático de la mañana.
- Dios, nena vamos a llegar tarde – Lucas golpeó unas 7 veces seguidas la puerta del baño – son las 7.
Comprobé la hora y no mentía.
- Mierda, mierda – susurré mientras me hacía una de las trenzas más deformes que alguien hubiera hecho.
- Qué lindo tu pel ..
- Callate la boca y entra ya así nos vamos
Me acomodé el uniforme lo mejor que podía, mi papá nos esperaba en la puerta con su típica cara de dormido.
- Son 7:15, van a llegar tarde – nos gritó mi mamá cuando salíamos por la puerta.
Llegamos justo antes de que tocara el timbre.
Antes de salir del auto, mi papá me dijo que esperara. Lucas salió del auto para saludar a su “amada”. Los observé besarse con una mueca de asco.
- Tu mamá me habló de las materias ¿Qué paso?
- Eh … me fue mal en algunas materias – arrugué la nariz – pero vos sabes que Lucas se lleva más y nunca le dicen nad. ..
- No me importa tu hermano, de eso ya se ocupa tu mamá me parece – prendió un cigarrillo – prométeme que vas a estudiar Alba .. .
Asentí.
- Bueno anda antes de que llegues tarde.
Lo saludé con la mano y entré a la escuela.
La profesora me dejó pasar después de mirarme mal.
- Pensé que no venías – me dijo Daria cuando la profesora de Biología no la veía.
- Mi papá me hablo sobre el tema de las materias – Daria frunció el ceño sin entender, entonces le expliqué – me llevo unas 5 materias.
- No podes ser tan burra – solté una risa, ella se llevaba cerca de 7 y todavía me decía burra.
Paso una media hora el timbre del recreo sonó.
La mayoría salió casi corriendo. El quiosco de la escuela se llenaba al instante después de que tocara el timbre.
- Ni ganas de salir – le dije a Daria, y ella asintió desganada.
Se colocó los auriculares y desde mi lugar se escucho un sonido de guitarra seguida de una voz que llegaba perfectamente a mis oídos.
Sereia se asomo por la puerta del aula y miró para nuestra dirección.
- Las estaba esperando afuera, pero veo que no salen – frunció el ceño a escuchar el ruido que salía de los auriculares de Daria - ¿Pero qué es eso?
- ¿Qué cosa? ¿La música que sale de los auriculares? – asintió - ¿Nunca viste unos de estos? – le pasé mis auriculares.
- No. .. – los examinó detenidamente
- Qué raro, ¿De dónde vienen ustedes? – le pregunté, pareció ponerse nerviosa.
Cuando iba a hablar tocó el timbre.
Sacudí a Daria para que parara la música, que con un gruñido la apagó.
Me quedé pensando en Sereia. Y cuando le pregunté a Daria me dijo que no tenía ni idea.
Su apellido era Kiev. El apellido me sonaba
Me acordé justo de Ana Karenina, ya que había alguien que tenía ese apellido y sacando conclusiones supuse que eran rusos o alemanes.
Me extrañe que viajaran tanto para llegar hasta Tandil que quedaba en otro continente y en un lugar en donde hablaban castellano. Y ciertamente la pronunciación tanto de Izan como de Sereia era casi perfecta.
Nadie parecía sospechar nada extraño en ellos. Pero para mí había algo extraño en los hermanos Kiev.
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Izan y el secreto de los nánfades [Sin editar]
Teen FictionLa vida de Alba es aburrida y rutinaria. Todo cambiará cuando sea salvada por un ser mágico, que solo ella vio. Desde ese momento su vida comenzará a ser totalmente distinta. Un amor que va más allá de las profundidades.