Capítulo 23 "Adaptaciones"
Izan
El olor a agua salobre me inundó las fosas nasales al llegar a la bahía. “Cuanto extrañé esto”, pensé al tocar el agua de mi hogar.
Tomar el Canal de Kiel fue una misión imposible. El otoño tomó el calor de Alemania y lo convirtió en una heladera. El pasar tanto tiempo en otro continente, nos hizo más susceptibles.
La sensación de libertad en esa noche de finales de septiembre, era infinita. El aire era denso pero aun así me sentí como en casa.
Pero había algo que me faltaba, algo que había dejado atrás. Alba.
Repetí su nombre mientras me hundía en el mar.
Nadamos hasta cruzar el Mar Báltico y llegar a las profundidades.
Sereia resplandeció al pasar a mi lado. Me sonrió sin pronunciar palabra; para ella estar allí era la gloria.
Los recuerdos de nuestra vida humana volvieron como flashes al dejar atrás la superficie.
Cuando mis ojos se perdieron en las torres de Femaría, mi corazón dio un vuelco. Algo que a los ojos humanos sería inexistente, se levantó ante mí. Las paredes de cristal de mi hogar brillaron en la oscuridad del mar y algunos peces nadaron a mi alrededor.
Ya estabamos aquí.
Las voces de las nánfades hembras cantando se podían escuchar mientras llegábamos a las puertas de bronce que custodian la entrada de Femaría.
Con Sereia nos miramos al mismo tiempo al ver a Kasai – uno de los jefes más importantes – en la entrada como si estuviera vigilando la entrada y salida del lugar.
Su cuerpo robusto estaba cubierto por un armamento que lucía pesado a simple vista.
- ¿Qué está pasando? – preguntó Sereia en yunán mientras observaba a Kasai hablar con otro nánfade.
- No lo sé – contesté sinceramente – Lo mejor va a ser ir y presentarnos ante ellos.
Kasai nos conocía desde pequeños; él fue uno de los profesores de la materia Humanidad. Al igual que toda la legión, también fue uno de los que nos repudió por no querer la muerte de los humanos.
Nadamos hasta allí con algo de temor, traté con todas mis fuerzas de no reflejar mi miedo ante ellos.
Kasai nos vio al instante: cuando los otros nánfades quisieron avanzar hacia nosotros, él les pidió que se detengan.
Se nos acercó y nos miró con el ceño fruncido.
- Han vuelto – exclamó observándonos.
Asentí con la cabeza sin saber que hacer o decir. Sereia se mantuvo detrás de mí callada.
- Hassan está dentro – informó al rato – Se va a mostrar sorprendido de verlos, hace poco lo elegimos para liderar Femaría.
Tragué saliva al escuchar lo último, quería decir que ya todos sabían que Yasser había muerto.
- Con respecto a eso, yo….
Kasai levantó la mano para impedir que siguiera hablando.
- Cuando encuentres a Hassan le dices todo a él, yo no estoy al tanto del tema pero Kira llegó hace unas horas y se encerró con él en la cúpula; creo suponer que algo malo sucedió. Desde entonces no han salido.
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Izan y el secreto de los nánfades [Sin editar]
Teen FictionLa vida de Alba es aburrida y rutinaria. Todo cambiará cuando sea salvada por un ser mágico, que solo ella vio. Desde ese momento su vida comenzará a ser totalmente distinta. Un amor que va más allá de las profundidades.