Izan y el secreto de los nánfades [Sin editar]

Capítulo 12 "Discusiones"

Capítulo 12 “Discusiones”

Izan

-          Tiene que haber una solución para todo esto – repitió otra vez Sereia – no podemos irnos así de la nada. Yo… . . .

-          Sereia, reacciona, si nos quedamos corren peligro ellos también – dije – no se trata de nosotros solamente. Kira ya sabe quién es Alba y es capaz de querer utilizarla para que regresemos.

Sereia parecía no entender el riesgo que corríamos, especialmente Alba.

-          Si nos ponemos de acuerdo sería lo mejor – dijo Sereia desde el sillón – yo creo que lo más conveniente es quedarnos acá.

 Suspiró.

-          ¿Pero qué propones para solucionar esto? – mascullé cansado - ¿Quedarnos acá y esperar a que se derrame sangre humana?

-          Yo no estoy dicien …. .

Un ruido se sintió en las habitaciones, y a los segundos apareció  Alba con el maquillaje corrido y con los cabellos totalmente despeinados. La mire impresionado, preguntándome cómo era posible que se levantara con semejante pinta. Mínimo podría haberse peinado un poco.

Me atraganté  de la risa cuando entró a la sala de estar con una cara de “donde estoy” que era para matarse de risa.

-          Hola Alba – saludó Sereia mientras le daba una taza de café recién hecho – estabas mal ayer y tuvimos que traerte acá.

-          Daria dijo que si te llevábamos a tu casa, tus papás te iban a castigar – agregué mientras iba a despertar a  Lucas.

La habitación – mi habitación – olía a sudor, cigarros y ginebra entre otras cosas.

Lucas estaba tirado en la cama con la boca abierta soltando leves ronquidos.

Le toqué el brazo para que se levantara pero no se movió, probé con llamarlo y tampoco.

-          Lucaaaaaaaaaaaaaaas – le grité fuerte en el oído, pegó un salto y me miró asustado.

Solté una risa.

-          Perdón – sonreí – no te despertabas más y no sabía cómo hacer para que te levantaras.

Se refregó los ojos y me miró perdido. “El alcohol es malo”, me recordé para la próxima.

-          El desayuno está servido, la segunda puerta de allá – le señalé el pasillo – es el baño y tu hermana está en la cocina.

Asintió mientras bostezaba.

Alba

-          ¿Te acordas de la chica que estaba con vos anoche?

-           ¿La de cabello negro largo? – Sereia asintió – Más o menos, sé que era alta y que nunca la había visto en la cuidad ni en la escuela – fruncí el ceño tratando de recordar que había pasado después de beber el vaso que me había ofrecido la chica.

-          No vuelvas a hablar o tratar con esa chica – dijo Izan entrando.

Lo miré con los ojos abiertos.

-          ¿Quién te crees que sos? – reí irónicamente – Ni siquiera sos mi amigo para venir a decirme lo que tengo que hacer.

-          Izan quiere decir que no te conviene juntarte con esa chica porque lo único que hizo fue causarte problemas – dijo rápido Sereia