Izan y el secreto de los nánfades [Sin editar]

Capítulo 20 "Disfraces"

                                                                   Capítulo 20 "Disfraces"

Alba

La casa de Izan y Sereia estaba llena de chicas.

Los murmullos se escuchaban en todas partes.

Suspiré.

Izan se encontraba en la misma habitación que yo, pero no hacía más que ignorarme.

Pasó más de una semana desde nuestra pequeña conversación, las cosas se habían distanciado entre nosotros dos y Sereia vivía preguntándome que sucedía.

Ella pareció darse cuenta que todo se había arruinado cuando Izan trató de echarme de su casa está misma mañana.

De ahí en más, Sereia no preguntó más nada.

Ahora Izan se encontraba en la cocina hablando con Isabella, que había insistido en venir antes de ir a la fiesta de disfraces.

Daria me pidió ayuda con su traje de porrista. Al final ella se decidió por ese disfraz y yo por el de bailarina de ballet.

-          ¿Qué tal me quedaron? – me preguntó mientras sacudía los pompones de porrista hechos con papel crepé.

Le sonreí.

-          Me gustan, pero espero que te duren – ella hizo una mueca

-          No creo que lleguen hasta lo último pero… - se encogió de hombros – algo es algo.

Asentí mientras le subía la cremallera del top blanco con rojo.

La mini falda hacía que sus piernas cortas se vieran más largas.

Sereia bajó por escaleras con su traje sexy de conejita.

Daria soltó un silbido y yo reí.

-          Wow – dije admirándola – te queda excelente

Sereia sonrió tímidamente.

-          Estoy media incomoda – dijo tratando de subir el escote del disfraz.

-          Ya te sacas eso – dijo una voz detrás de nosotras. Todas pegamos un respingo.

Rodé los ojos al ver a Izan.

Tenía el ceño fruncido y la miraba con desaprobación.

Sereia y Daria rodaron los ojos.

-          Con la cara así pintada, es imposible tomarte enserio – Daria señaló el maquillaje a medio terminar.

Isabella soltó un bufido poco femenino.

-          Falta poco para terminar pero Izi… - me mordí los labios para no soltar una carcajada.

A diferencia de mí, Daria y Sereia soltaron una carcajada al escuchar el diminutivo del nombre de Izan.

Izan apretó los labios molesto, no supe si por lo ridículo que sonaba eso o por la risa de mis amigas.

Los dejé hablando solos y me apuré para ponerme el disfraz de bailarina de ballet.

La noche recién comenzaba.

 Izan

Isabella terminó con el odioso maquillaje y por fin pude ver el resultado.

Me puse el saco lila y me convertí en el guasón.

Isabella aplaudió con entusiasmo mientras me acomodaba el pelo, que ya no era negro sino verde.