Capítulo 10

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Ha sido lo mismo durante una semana desde el incidente en el concurso. Mamá va a lo suyo como si nada y papá, sin saber siquiera de que va la nueva tensión, trata de hacerla desaparecer. Por extraño que parezca, mis puntos brillantes han sido mis entrenamientos con Justin. Lo que supongo que me hace patética o bien alguien que podría gustarle algo como el ejercicio - por lo menos con él.

Mi extraordinario entrenador ha sido más que profesional. No hay más declaraciones sobre mis ojos, o diciendo que está coqueteando conmigo. Claro, él todavía corre en la cinta al lado de la mía, sigue siendo coqueto con todas las chicas por lo que incluso si él era así conmigo, no significaría nada. Lo que como que apesta y no debería.

Así que tal vez es una buena cosa que este siendo profesional así mi mente no me jugará malas pasadas.

Somos entrenador y cliente, y aunque he disfrutado de nuestros entrenamientos, no estoy totalmente con ganas de hoy. Tengo una sensación de pesadez en el pecho que no desaparece.

Justin me espera junto a la puerta, como siempre, y me da la sonrisa, la real. No es la sonrisa de Ken o la falsa. Es la de Justin.

Yo, en cambio, fruncí el ceño.

-¿Cómo puedes ser feliz en un día como éste?

-No es tan malo, __(tn). Tienes suerte. Incluso llegaste a perder un día de peso desde que me abandonaste toda la semana.

-No es tan malo para ti. Para mí, es una tortura. Solía pesarme todos los días, y no he tocado una bascula durante semanas. Ahora estoy asustada de subirme allí y averiguar que he ganado 2 kilos. De decepcionarme por que no perdí nada. Tú no tienes nada que perder o ganar aquí, sin ofender.

Estamos de vuelta en su cubículo y Justin pone sus manos sobre mis hombros. Él comenzó a tocarme más de la misma forma durante la última semana. Profesionalmente, por supuesto, pero aún más de lo que lo hacía antes.

-Relájate, __(tn) Lee. Si es demasiado para ti, cierra los ojos y no voy a decirte.

-Pfft, como si eso fuera a suceder.

Baja la voz, mirándome con esos ojos que parecen ver demasiado.

-Entonces escúchame. No importa lo que diga la bascula, has estado genial esta semana. Siéntete orgullosa de eso, porque es lo que realmente importa. Tú estás aquí y estás haciéndolo mejor cada día.

Wow... es muy bueno en su trabajo.

Yo trato de alejarme, pero él engancha un dedo bajo mi barbilla y me sostiene la cabeza en su lugar. No puedo rechazarlo, no sólo porque está tocándome y ese sentimiento cálido y constante fluyendo de él hacia mí, sino porque me estoy preguntando si él puede sentir algo de grasa en mi cara.

-Tengo algo que perder o ganar. Soy tu entrenador, pero eso no es todo. Nosotros somos... amigos, ¿no? Quiero decir, recibí un golpe por ti. No me puedes pegar en la cara y decir que no somos amigos.

Es muy molesto cómo me hace esto, me desvía cuando me estoy volviendo loca. No puedo dejar de sonreír, algo de la pesadez se despega de mí en el proceso.

-¿Alguna vez vas a dejar de recordarme eso?

Justin baja las manos y le da un gesto fácil.

-No cuando me consigue lo que quiero. ¿Estás lista para esto? Yo creo que estas lista.

-¿Siempre te sales con la tuya?

Me mira como si fuera una pregunta estú.pida.

-Ugh, está bien. Yo estoy tan lista como yo pueda llegar a estar.

Mi Entrenador Personal JBDonde viven las historias. Descúbrelo ahora