Alexander:
Sábado 03 de Enero del 2015
... Recuerdo que comenzamos a calentarnos, yo estaba encima de él le quite la playera, deje su sensual abdomen al descubierto, lo bese, baje poco a poco hasta llegar a su verga, una verga grande, que se marcaba en su short, le di un ligero mordisco y lo gozo un poco, se levantó, me quitó la ropa lentamente, después él se quitó lo que le faltaba, me acerque y lo seguí besando, baje un poco más, llegue nuevamente a ella, comencé a lamerla y la introduje toda en mi boca, él se retorcía de placer, su verga despedía un olor riquísimo, también un líquido transparente y pegajoso que sabía delicioso, un néctar que nunca había probado, mucho mejor que la sangre, en momentos subía a besarlo nuevamente, después volvía a bajar para probar de él, realmente lo disfrutábamos, y yo, yo aún más, Juan empujaba de mis cabellos hasta que su verga tocara la campanilla de mi garganta, eso me provoco como tres arcadas, mis ojos lloraban pero no me importó.Lo voltee ahora él estaba encima mío, lo abrazaba con mis piernas, mis piernas se encontraban abiertas y mi cuerpo en general pedían a gritos que él estuviera más en contacto conmigo, me retiró el bóxer, y ahora si, ahí estábamos, nuestros cuerpos desnudos, a punto de tocarnos el alma... él comenzó a simular aquel acto sexual, tallaba su increíble palo en mi orificio, lo sentía cada vez más cerca de mi, toco mi abdomen y así bajó hasta llegar a mi pene, me lo acarició, lo abarco con su mano, y lo masturbaba lentamente, me sentía muy excitado así que no pude contener mis caras vulgares de placer, tenía un deseo enorme por él, se encontraba ya muy mojado, aunque también de mi brotaba ese líquido, pero ninguno se comparaba al de él.
Estas listo?.- Me pregunto.
-Si, hazlo, pero con cuidado.
Le di un beso antes de continuar, me recosté, trate de relajar mi cuerpo, era el momento agarro su verga, la rozo un poco en mi orificio, suspire con miedo a lo que sucedería.
-Estas listo ahora? Tu me dices donde.- Me pregunto y me dijo.
-Si, vamos. Te amo!.- Le respondí.
-Ahí está bien?
-Si, exactamente ahí!.- Le dije.
-Sentirás un poco de dolor, pero creo que eso es normal, después tu cuerpo se acostumbrara vale. Si te lastimo me avisas.
Eso fue lo que me dijo antes de dar inicio con el hermoso acto. Comenzó a ejercer presión, sentí un dolor enorme, ardía, mi corazón se aceleró más de lo normal, la respiración se me cortaba, y eso que sentía que apenas comenzaba a entrar la cabeza, yo gritaba de dolor, pero no quería que él se detuviera por nada, empujo más hacia adentro, pude sentir como me iba abriendo, como mi cuerpo iba dando paso a eso que nunca había tenido dentro, sentía que me partía en dos, abrase su espalda y su cintura con mis brazos, mientras más empujaba yo rasguñaba por su espalda, se detuvo por un momento, aún no entraba todo, creí que hasta ahí llegaría, pero no se rindió, continuo empujando, yo seguía rasguñando su espalda todavía, seguía doliendo, su verga resbalaba por mi orificio, se sentía hermoso, pero a la vez era el dolor más grande del mundo, tal vez mi intestino saldría en cualquier momento, pero no, lejos de eso solo pensaba en el amor que él me tenía, me estaba convirtiendo en "su hembra" vulgarmente hablando.
Término de introducirlo, salvajemente de un solo empujón metió lo que faltaba, eso dolió aún más, se me escaparon unas cuantas lágrimas, pero no importaba, su respiración era extrema, cerró los ojos y suspiro.
-Espero no haberte lastimado.- Me dijo.
-Descuida, no pasa nada, el dolor es uno de mis mejores amigos.- Le respondí con esas lágrimas en los ojos pero sonriendo a la vez.
Comenzó con un mete y saca ligero, eso realmente era mucho mejor, yo también me sentía en el paraíso, un paraíso terrenal, sólo gemíamos de completo placer, unos gemidos que se escuchaban creo yo por toda la casa, era extremo, mis gemidos parecían excitarlo más de lo que ya estaba, sin embargo los de él eran más ligeros, siguió embistiendo cada vez más rápido, yo gemía, gritaba e incluso lloraba, pero no importaba, me sentía en el edén del mal, era hermoso, él era mío al fin, pero yo era más de él, que él de mi.
Después de unos minutos, hice que se detuviera, lo voltee salvajemente, quedo debajo mío, le bese el cuello, me tomo por las caderas, acomodó su verga en mi orificio, y comencé a bajar ligeramente en ella, sentía como entraba ya con facilidad, aún dolía un poco pero no como al principio, me movía al ritmo que él quería, después yo comencé a moverme sobre, de una forma muy sensual, podía sentir su pene entrar y salir de una manera exquisita, eso era grandioso, él decía que yo era él mejor del mundo, y pues, tenía razón, me encantaba sentirlo dentro de mi, y también él decía que le gustaba estar dentro de mi, muy en el fondo.
Pasados unos cuantos minutos de estar así, ahora él me volteo bruscamente, me dejo boca abajo, beso mi cuello, después mi espalda y me dio una ligera nalgada, comenzó nuevamente a introducir su verga dentro de mi, en esa posición me sentía un poco apretado, pero no mucho, deslizo con curiosidad dentro de mi, fue entrando, era tan erótica esa posición, hizo el mete y saca más rápido, se acomodó en una posición muy diferente, sobre mi, pero sólo recargaba su cadera en mi culo, puse mi mano sobre la suya, quería sentir su amor a pesar de todo, y lo sentía, realmente lo sentía, él incremento aún más la velocidad, sentí como también su mano apretaba con la mía, su verga comenzó a palpitar dentro de mi, voltee ligeramente y alcance a ver sus hermosos gestos, sus ojos se ponían en blanco derrepente, sentía mucho líquido caer dentro de mi, se almacenaba cada vez más, y más, sus contracciones hacían que yo suspirara cada vez que sucedían, se recostó sobre mi, sentí un beso en mi cuello, y escuchaba su respiración acelerada en mi oído, su abdomen estaba sudado, era también su primera vez, había sido el momento más glorioso de nuestras vidas, saco su verga de mi orificio, estaba escurriendo aún de su néctar, limpio un poco con su playera que estaba a lado de nosotros y me dijo:
-Amor... Gracias, gracias por haberme dejado se el primero, gracias por este increíble momento, gracias por haberme permitido entrar... en tu vida, espero y te haya gustado, espero que te hayas sentido cómodo y a gusto. Te amo!
-Gracias a ti por hacerme el hombre más feliz del mundo, por haberme permitido conocer algo nuevo más allá de la sangre o la muerte, gracias por estar dentro de mi, literalmente, y dentro de mi corazón. Gracias, también te amo, te amo mucho.
Nos tocamos el alma, follamos arduamente, había sido como tocar el edén del infierno, para mi hermoso, para él había sido como tocar el cielo, hasta en eso éramos tan diferentes pero a la vez tan iguales, un Vampiro con un mortal, yo dejaría de ser "El Príncipe" para convertirme en su Alexander, en su Aleex.
Me abrazo, nos cubrimos con una sábana, me dio un beso de amor muy grande, después uno en la frente y dormimos, felices y satisfechos, nuestra relación se fortaleció aún más a partir de ese instante, estar con él había sido lo mejor que la vida me había dado.
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Mi Ángel del Infierno.
RandomEsta es la historia de Juan, un chico inteligente y curioso que después de haber sido becado por la Universidad donde estudiaba, viaja a Eslovenia para investigar más a fondo acerca del Vampirismo, sin imaginar todo lo que le espera. Ahí conoce a u...