CAPÍTULO XVII "El Asfaltó: Pelea entre Demonios"

55 3 0
                                    

PARTE I

Juan:
Madrugada Lunes 09 de Febrero del 2015
Después de que llevaron a Alexander, me quede pensando en soluciones, me quedé bloqueado por unos minutos, entonces decidí luchar por el amor de mi vida, no lo dejaría morir y en caso de que así fuera, yo me iría con él.

Me acerqué a la puerta de aquel oscuro sótano, comencé a golpearla con todas mis fuerzas, estaba tan dura que comenzaba a creer que mi intento sería inútil, volví a sentarme un rato, y comencé a recordar la manera en la que él había luchado por mi amor tantos meses, incluso cuando yo no lo conocía, incluso cuando yo me hacia el difícil, el importante, pero después cedí, yo sabía que no me había equivocado cuando acepté estar con él y compartir mi vida por siempre... Por qué rendirme ahora? Volví a levantarme, observé esa puerta con toda la rabia posible, había voces en mi mente, claramente escuchaba la voz de mi padre, de mis hermanos, de mi madre al darme el beso de las buenas noches, de mis amigos, de los directivos de la escuela al darme la noticia y la voz de él, de Alexander, pidiendo que nunca me alejara de él... Me abalancé sobre esa jodida puerta, yo sabía que yo era el que en realidad podía derrumbarla, ella no podría contra mi, ella no sería esa barrera, corrí fuertemente y entonces se abrió por completo, haciendo que se partiera en dos incluso...

La luz estaba apagada, la mesa estaba rota, quebrada, y justo cuando estaba viendo todo eso alguien abrió la puerta principal con una rudeza terrible, esa persona entró, subió con prisa a la segunda planta, pero me dio miedo de asomarme, no sabía quien era y definitivamente no era Alexander, salí por la puerta de la cocina un momento, respire profundo y me quede ahí como por 20 minutos, mi mente pensaba tantas cosas, y las lágrimas brotaron de mis ojos, me deslicé por la pared hasta llegar al suelo, abracé mis piernas y seguí llorando, tenía miedo, seguía sintiéndome impotente, observé entre los árboles del bosque que estaba atrás de la mansión, y mis recuerdos divagaban en mi cabeza...

[...]

Era una tarde del 30 de Julio de 1996, estaba en el jardín de mi casa, mis hermanos mayores y yo jugábamos, imaginábamos tantas cosas, éramos tan pequeños e indefensos, la vida no nos preocupaba en lo absoluto, el único problema que teníamos era no querer compartir la pelota, recuerdo que resbalé por un montón de tierra y me raspé las rodillas, caminé con mi madre un poco dolorido, ella corrió hacia mi y me abrazó le dio un beso a mis rodillas diciendo que todo estaría bien y psicológicamente dejo de dolerme, mi madre creo un amor tan grande por mi que inclusive parecía que me amaba más a mi que a mi padre, yo era su reflejo exacto incluso confundió el amor de madre por el amor eterno, el amor de su vida, mi padre dijo que sólo era una obsesión y llevó a mi madre a un psicólogo, después se desarrolló su enfermedad y no pude volver a ver a mi madre como antes, ella estaba ahí y después de todo yo sabía que siempre estaría ahí en los momentos más difíciles, cuando ella murió, creció en mi una seguridad enorme, nada malo me sucedería...

[...]

Por que no estaba mi madre en ese momento? Era la primera vez que me sentía desprotegido, los dos amores de mi vida no estaban ahí conmigo... Por que esos dolores de la vida no se curaban con un solo beso en la mejilla?

Terminé de recordar, de plantearme preguntas tontas, sequé mis lágrimas, me levanté y regresé a la puerta para volver a entrar a la cocina... No había ruidos, la luz continuaba apagada por todos lados, entonces fue cuando escuche un ruido terrible que invadió toda la casa, quise asomarme pero me dio miedo, me sentí la persona más cobarde del mundo, comenzaron a escucharse gritos y voces, pero no distinguía de quien, el miedo era tanto que me ensordeció y la cabeza había comenzado a punzarme, sentí un ligero mareo, pero tiempo después me recuperé, pasaron alrededor de 2 minutos, entonces decidí asomarme por la puerta que llevaba a la sala...

Mi Ángel del Infierno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora