CAPÍTULO XVI "Serpientes & Escaleras: Sólo quería venganza"

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Danion:
Madrugada Lunes 09 de Febrero del 2015
Salí corriendo del lugar, me dirigí hacia su casona, no tenía ni una jodida idea de donde se encontraba Juan escondido... Por qué no había seguido a Alexander para rescatarlo? No importaba, lo único que yo quería era matarlo, acabar con él... Que culpa tenía? Ninguna! Pero mi ego era tan grande que quería acabar con todo lo que tenía el estúpido de Alexander, no quise matarlo a él primero, no antes de que viera como acababa con "el amor de su vida" y eso me hacia sentir el ser más poderoso de toda la tierra.

Seguí corriendo por esos caminos oscuros, toda la multitud ya se había marchado así que nadie sospecharía de mis planes...

De pronto se me vinieron a la mente recuerdos vagos; el padre de Alexander había muerto por mi culpa, yo había planeado exactamente lo mismo, después de 152 años la historia se volvió a repetir... El Conde Carlos, me conoció mientras buscaba presas y secuaces, me convirtió en Vampiro, después matábamos a muchas personas juntos, no había nada de eso que no hiciéramos los dos, incluso él se llego a separar de su familia por un tiempo, después de tantos años de conocernos, de mentirle a la sociedad, a su esposa y a su hijo me propuse algo completamente loco, no se porque razón me enamore de él, sólo quería que fuera mío y de nadie más, lo intente seducir, e intente llevarlo a la cama, así fue, lo embriagué una noche de copas después de cenar y lo hice mío, creí que lo había disfrutado, creí que no se arrepentiría, al día siguiente despertamos abrazados, pero renegó, me maldijo, se sintió traicionado, pero él ya era de mi propiedad, dijo que no me quería volver a ver en su vida, que me olvidara de que entre nosotros dos había pasado algo, que me alejara de su familia, y así lo hice, pero guarde un resentimiento enorme...

Esa misma noche, el salió a cazar por su cuenta, rapto a una mujer inocente del pueblo como siempre, y la llevo a su casa, era tanto su pánico por lo que había tenido conmigo que no supo lo que hizo, y de igual forma aparenté ser mortal, reuní a las personas del pueblo, y las lleve hacia su hogar, para ese entonces su familia ya se había enterado de lo que él era... Bla, bla, bla...

Las personas estaban dispuestas a matar a toda esa familia, Alexander abrió la puerta y justo en ese entonces le disparé directo al pecho, no se sí le di en el corazón, pero le disparé... Ya saben lo que sucedió después... Conocí a Alexander y volvió a ocurrir casi lo mismo...

Por qué esa familia era tan repugnante, su padre y él eran tan idénticos, pero a Alexander no me lo pude follar, esté era de un carácter más fuerte...

Mi venganza estaba por comenzar, la verdad lo confieso, no tuve el valor de acabar con Alexander, pero si con Juan, necesitaba liberar mi deseo de venganza, de una u otra forma.

[...]

Continúe corriendo, para demostrarle a Alexander que yo podía acabar con Juan o con él y que ninguno de los dos intervendría, detrás de mi se escuchaban pasos apresurados, él estaba cerca, acelere mi velocidad hasta llegar a aquella mansión, la cual, su reja estaba completamente derribada, respire profundo y entré, sentía rabia correr por mis venas, llegue a la puerta, y la abrí, todo era exactamente igual a hace 152 años, parecía que no vivía nadie ahí, subí a la segunda planta, comencé a recorrer los pasillos en busca de Juan, abrí puerta por puerta, revise en cada rincón de cada cuarto, entonces llegue a lo que era mi antigua habitación, estaba descuidada, los mismos trapos viejos, los mismos muebles, todo exactamente igual, Alexander no se había atrevido a entrar ahí siquiera, por cierto, se me hizo extraño que a esas alturas en el reloj él no hubiera llegado ya, seguí mi camino hasta llegar a su habitación, todo olía a nuevo, olía a Lavanda fresca, la cama estaba destendida, había copas, velas, incluso olía a sexo, entre ellos había sucedido algo, pensar eso me ocasiono un ligero vértigo, como había sido posible que Juan sí haya llegado a lo más profundo del corazón de Alexander, no lo sabía pero mi mente divagaba y más rabia me daba por matar a el estúpido ese.

-Juan! Querido! Acaso estás por aquí?.- Comencé a decir. -Vamos no voy a hacerte daño, sólo quiero ser tu amigo, soy Danion.

Pero no se escucho el mínimo ruido en la habitación, revise por debajo de la cama y no había nadie, revise en el closet, creí que ahí sería un buen escondite para un cobarde, lo abrí y no, sólo se encontraban los trajes de Alexander, tan formales y casuales a la vez, revise uno por uno, percibí su aroma un momento, ese olor Lavanda aún me volvía loco, seguí revisando y hasta el fondo de ese armario se encontraba otro traje, este parecía estar arrumbado, lo levanté y observe que era el traje de su padre, aquel que me volvía loco aún más, su aroma seguía siendo diferente, olía a rosas frescas del campo, después de tantos años se conservaba igual, lo tomé, me dirigí al baño de la habitación y me lo puse, me quedaba tan a la medida que seguía creyendo que el padre de Alexander y yo habíamos sido hecho el uno para el otro, el momento aproximado sería un momento inolvidable para Alexander, y no desaprovecharía la ocasión para meterme en el papel de su padre, él vería reflejado a su padre en mi, y sería tanta su confusión que volvería a mis brazos...

Me dirigí a un espejo que estaba también en la habitación, pero no, lo olvidaba, mi virus era menos poderoso, aunque yo dijera lo contrario, yo no podía ver mi reflejo en los espejos, en el buró había una botella llena de sangre y copas, sólo tome la botella, bebí un poco, me quede parado un momento y continúe, definitivamente Juan al parecer no estaba en esa y en ninguna de las habitaciones del piso de arriba, faltaba buscar en las de abajo...

Continúe caminando, baje las escaleras...

-Juan! Juan! Joder donde jodidos estas?.- Grite. -No quiero hacerte daño, vamos sal de donde quiera que te encuentres.

En eso la puerta se abrió con una rudeza enorme, era Alexander.

-Valla si que te tardaste. Le dije

-No sabía a donde te habías metido.- Grito alterado. -Aún así me supuse a donde llegarías...- Me observo de arriba abajo. -Por qué traes puesto el traje de mi padre??

-No lo se, tal vez yo hubiera sido tu segundo padre.

-A que te refieres?. Grito

-Olvídalo inepto no entenderías nada. Le grite también.

-Donde está Juan??. Me pregunto.

-No lo se querido, si lo hubiera encontrado aquí estaría su cuerpo... No lo crees?. Le dije.

-Ósea que no lo has encontrado?? Quien es el estúpido ahora??. Me contesto.

-Mira querido esto parece más un juego. Que sientes de verme vestido como tu padre?. Grité.

-Siento repugna, si pudiera te quitaría ese traje con mis propias manos, pero...

-Pero que? No quieres tocarme, desnudarme y hacerme tuyo??

-Me das asco, por eso no te toco, ME DAS ASCO. Remarco.

Me acerque más a él, lo tomé del cuello, acerque mi mirada más a la suya, intentó zafarse pero no pudo. Y me dijo:

-Veté!!! Tu solo eres un fantasma del pasado... Por qué me atormentas de esta manera??. Me separó de él.

-No! Estoy más que vivo, estoy presente, este es el problema cuando permites que el pasado siga viviendo, va arruinando tu vida, te va desgastando...

-Pero yo ni siquiera estuve pensando en ti.

-Lo se, pero no me negarás que mi juramento de venganza quedo más que vivo en tu mente, y que te preocupó aún más cuando Juan entro a tu vida...

-ALEJATE!!!

Volví a sujetarlo pero ahora por las muñecas, lo ábrete tanto que dio un pequeño quejido...

-ENTIENDE. SI NO ERES MÍO NO SERÁS DE NADIE!

Lo empuje hacia atrás, el cayó al piso y se golpeó en la cabeza con la esquina de una mesa que estaba ahí... Cayó, quedo inconsciente, abrí los ojos más, no creía lo que había hecho pero muy dentro de mi realmente lo anhelaba, ahora iría por Juan, pero... Donde estaba??

-Alexander!! Eres tu!!?

Se escucho una voz masculina desde la cocina, era Juan, reconocí esa terrible voz, me dirigí hacia ahí, y, ahora si...

Mi Ángel del Infierno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora