capítulo 10

13.1K 670 4
                                    

-Guarra despiertate.

Noto como me cogen del pelo y me despierto rápidamente. Delante mia hay un calvo mirándome con cara de enfado. Veo como otro tio le da una pequeña patada a Liliana haciéndome ver que no esta viva.

-¡Que le has hecho!-digo gritándole como una loca, llorando y seguramente este roja tanto por la rabia como por llorar.- ¡hijo de puta!

Otro hombre me viene por detrás poniéndome una mordaza para callarme, pero aún asi sigo gritando aunque no me entiendan.

La puerta se abre dejándome ver al mismo rubio que me metió en el coche, al que vi en el parque, al que mataré cuando salga de aquí si es que salgo viva. Y si no ya lo harán mis amigas por mi.

-Hola preciosa- me mira con una sonrisa malvada y se acerca a mi tocándome la mejilla y me aparto con brusquedad.- alguien se ha despertado con mal humor.

Entra otro tipo con una pizarra como la de los policías, con fotos de mi familia de mi y de Coral con sus padres.

-Bueno vamos al grano estas aquí por tus padres, su oficio ¿sabes cual es? Hay no que no puedes hablar, bueno te lo diré de todas formas, son mafiosos, como los padres de Coral y al igual que nosotros. ¿Sorprendida? Pues bueno tengo otra sorpresita, no estas sola. ¡Amanda traela!

Cuando dice eso entra la guarra del Instituto, la que se follo a mi novio, la rubia que no he aguantado desde preescolar. La miro con odio pero cuando miro a la persona que tiene en su mano arrastrando se me cae el alma al suelo. La ponen en frente mía y cuando levanta la cabeza y me mira me entran ganas de llorar y estoy llorando como lo esta haciendo ella. Coral está magullada, irreconocible, tenía moratones en su cara, brazos y piernas. El labio reventado y la ceja partida. Mientras que nosotras lloramos los dos hijos de puta que nos están haciendo esto se ríen.

-Muy bien hecho hermanita.-le dice el rubio a la puta de su hermana y le da un beso en la coronilla.

Van yendo hacia la puerta pero antes de que Amanda tocase el pomo la puerta se abre y veo entrar a mis padres armados y a los padres de Coral y todo pasa a cámara rápida los tipos que me habían amarrado y puesto la mordaza estaban tirados en el suelo y cuando miro hacia Coral noto como algo me empieza a doler, miro mi barriga y veo que empieza a salir sangre, mucha sangre. Barbara y Sonia salen de quien sabe donde y Coral también al lado mío mirándome con preocupación moviendo los labios, las tres movían los labios pero yo no oía nada, vi que Barbara decía algo y en seguida note como Nick me cogía como princesa pero ya no veía nada, ni veía ni oía ni sentía. Todo era paz.

Abro los ojos y me encuentro en un bosque. El cual tiene manzanas Rojas, flores azules y margaritas, tantas margaritas que parecía que estaba nevado, haciendo que me apetezca tumbarme y lo hago. Cierro los ojos y oigo como unas pequeñas pisadas, noto algo húmedo en mi cara una, dos hasta tres veces y abro los ojos encontrandome con Liliana, cuando la veo me levanto y empiezo a jugar con ella. De aquí para allá corriendo sin parar hasta que una risa inunda todo, esa risa que había escuchado tantas veces y que tanto echaba de menos. Me giro y lo veo hay de pie, como si fuese un ángel, mi ángel.

Corro hacia donde esta como cuando era pequeña y me abalanzo sobre el haciendo que ría y suene como música para mis oídos.

-Yayo- digo susurrando y saliendo de esos brazos que tanto extrañé .- te he echado de menos.

-Y yo a ti princesa - Me mira con cariño como tanto me gustaba.- pero aún no es tu hora. Eres joven, tienes toda una vida por delante y de verdad que me gustaría que te quedes aquí pero allí te necesitan. Tu abuela, tus padres, tus amigas y ese chico...como se llama... Richard... ese pequeño, sus padres eran amigos de los tuyos y cuando paso esa terrible tragedia el no hablaba con nadie, se alejaba de todos, no sonreía hasta que te conoció.

-Abuelo no quiero perderte, no otra vez.

-Y no lo harás me tendrás aquí,-señala mi corazón. -Y también allí. -señala hacia arriba como si fuese el cielo. -estoy muy orgulloso de ti, de tus padres de todos. Díselo. Yo te esperaré aquí por todas las vidas que hagan falta mi niña. Ahora ves por ese camino, te estarán echando de menos.

Le abrazó para sentir sus brazos abrazandome y su aroma en mis fosas nasales.

-Te quiero abuelo.

-Y yo a ti pequeña y yo a ti.

Me doy la vuelta y voy por el camino pensado en todo lo que acaba de pasar.

Oigo una voz lejana, dulce y bonita. La reconocía y sabía lo que decía.

-Te acuerdas cuando éramos pequeñas.-se ríe secamente y se oye como absorbe sus mocos. -siempre nos enfadabamos, no se lo que habría hecho sin ti pequeña celosa mía. No se si me estas oyendo y si no lo estas haciendo al menos me desahogo ya que sólo estoy aquí, como te prometí cuando éramos niñas para siempre en la buenas y en las malas.- su voz se quiebra poco a poco, y noto un lebe apretón en mi mano.- despiertate ya hermana, que estoy tres meses en este incómodo sillón esperando a que abras los grandes ojos verde amarronado que tienes.No aguanto más cogerte la mano tan fría y darme cuenta de que Te puedo perder en cualquier momento. Te echamos de menos Alice. Te quiero.

Y noto como algo pesado se pone en mi pierna izquierda. Abro los ojos despacio para acostumbrarme a la luz y veo ese pelo rubio ondulado. Intento abrir la boca para hablar pero nada sale. Lo vuelvo a hacer y al fin sale un pequeño susurro.

-Yo también te quiero Sonia. -Y sonrió un poco débil por todos los tubos que sobresalen de mi.

RichardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora