Todo cambia

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Todo Cambia.

Editado: 22/10/24

Irasue entregó a Inuyasha con Sesshomaru—. Sesshomaru, lleva a Inuyasha a su habitación. Quiero que vean las nuevas cosas que hay en ella.

Inuyasha se emocionó con la noticia y Sesshomaru obedeció temiendo lo que sucedería cuando se retirara.

—Myoga te estuvo buscando en la tarde —mencionó Irasue con una voz dura y fría. Carente de cualquier emoción.

—Lamento la ausencia. En unos momentos iré con él. Irasue tengo que...

—No, no digas más. Sólo tenía que decirlo. Si me disculpas, tengo que ir con los cachorros.

—Irasue...—Inu no Taisho volvió a decir.

—Basta. No quiero oírlo, realmente no me interesa.

Irasue se marchó dejándolo solo en la gran sala. Inu no Taisho caminó a su estudio para saber que se había perdido. Ella tenía razón para enfadarse con él, Inu no Taisho no trataría de justificarse.

Entró al estudio viendo a Myoga revoloteando por todos lados deteniéndose abruptamente al ver la llegada de Inu no Taisho.

—No lo había visto. La señora y el joven Sesshomaru se hicieron cargo de algunas cosas.

— ¿Sesshomaru también? —preguntó.

—Sí. La señora Irasue cree que eso refuerza los conocimientos del joven Sesshomaru.

Inu no Taisho asintió un poco perdido en sus pensamientos. Myoga hablaba y hablaba, pero el gran demonio le tomaba poca importancia. Tuvo que pedirle al demonio pulga que repitiera todo de nuevo, porque simplemente su concentración no estaba siendo la adecuada.

Myoga obedeció repitiendo todo lo antes mencionado.

Irasue se encargó de Sesshomaru e Inuyasha, jugando con ellos. Para Sesshomaru esto era algo raro; veía a su madre sonreír y divertirse, algo que ella no hizo cuando él era un cachorro.

Sesshomaru no se quejó o se molestó al respecto, en cambio trató de disfrutarlo. Sin embargo, algo dentro de él le decía que aquel comportamiento de su madre no era sincero.

Se aproximó el momento de la cena. Todos cenaron en silencio a diferencia de Inuyasha, quien murmuraba y preguntaba que era cada cosa. Cuando la cena terminó Irasue volvió a retirarse con los cachorros, dejando a Inu no Taisho con cualquier responsabilidad del palacio y deberes políticos.

Myoga no dejaba de parlotear sobre todos los asuntos del palacio y reino, e Inu no Taisho trataba de mantenerse al día.

—Espera... el norte cayó—dijo incrédulo.

—Sí, murió el Sr. Ichiro y dos de los hermanos menores estaban debatiendo quien se haría cargo del poder—informó Myoga.

— ¿Cómo murió?

—Una batalla entre los humanos. Al parecer la familia Inoue sigue recia a aceptar que los humanos vivan en el mismo territorio que ellos.

—Es una pena...—murmuró Inu no Taisho. Él ya sabía que había cierto recelo y discusiones en el norte por parte de los demonios y humanos, pero jamás se imaginó que llegaría tan lejos.

Ichiro era el hijo mayor de Takeru, el gobernante de las tierras del norte. El Sr. Takeru era un poderoso demonio Inu, gran peleador y defendía ferozmente sus creencias. Inu no Taisho era un cachorro apenas unos años mayor que Inuyasha cuando su padre se enfrentó a Takeru. Inoue a pesar de ser derrotado, lo aceptó honorablemente y se convirtió en uno de los amigos y poderoso aliado del entonces rey Taisho. Cuando Inu no Taisho venció a su padre por las tierras, Takeru se volvió el primer enemigo del joven rey, pues como la mayoría de los demonios; Takeru tenía un odio y asco irracional hacía los humanos. Aun así, él no buscó guerra entre ellos y mantuvo el respeto hacía el hijo de su viejo amigo.

Lazos que nos unen.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora