Lazos que nos unen.

Sueño

Sueño.

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Actualizado 23/10/24

Inuyasha estaba inquieto incluso se podría decir que irritable. Irasue intuyó que el comportamiento de Inuyasha se debía a la falta de sueño, y todo lo ocurrido, pero el cachorro se negó a dormir.

Después de la cena, en donde ella no tuvo ningún interés e Inuyasha no se alimentó con el hambre que mencionaba. Volvieron a la habitación de Sesshomaru. Fue un poco molesto no encontrar a Inu no Taisho fuera de la habitación o dentro, pero ella supuso que tuvo otros asuntos que atender (como de costumbre). Sin preocuparse tanto por ello, teniendo preocupaciones mayores que en saber lo que hacía su compañero en cada momento, con un inquieto Inuyasha entre sus brazos tomó nuevamente asiento junto a Sesshomaru.

Inuyasha finalmente se rindió ante la fatiga y durmió en los brazos de Sue. Durante todo el tiempo ella vigiló la seguridad y sueño de ambos cachorros; logró notar algunos espasmos en los brazos y piernas de Sesshomaru, quien en ocasiones emitía un leve gruñido, pero no mostraba ninguna señal de despertar. «Está soñando, todo está bien» se dijo a sí misma para tranquilizarse.

El pequeño hanyō en ocasiones también se estremecía y quejaba en sueños. Irasue utilizó todo lo que estaba en su poder para ofrecerles consuelo y alivio a sus cachorros. Su aura y energía, tan serena y protectora, pareció funcionar. Ahora, lo único que podía hacer era esperar.

Unas cuantas horas pasaron, Irasue no estaba muy segura de cuánto. La noción del tiempo dejó de tener importancia. Después de todo, ella lo sentía como una eternidad viendo a su cachorro en mal estado y al cachorro hanyō sufriendo malos sueños.

—Deberías dormir— Escuchó la voz de Inu no Taisho detrás de ella.

—Estoy bien— respondió.

—Irasue, tienes los ojos cerrados— declaró Inu no Taisho.

«¿Es eso cierto?» Se preguntó Irasue internamente. Efectivamente, sus ojos estaban cerrados, «¿Cómo no lo he notado?» Se quejó consigo misma. Abrió los ojos con prontitud ignorando el cansancio —Sólo... sólo estaba descansando los ojos.

—A eso se le llama dormir.

—No tengo sueño, estoy bien.

Inu no Taisho no discutió más con ella, sabiendo que no tenía sentido alguno.

— ¿Inuyasha lleva tiempo dormido? — cambió de tema el daiyōkai, acercándose a su pareja.

Irasue acunó al pequeño hanyō—Estaba muy inquieto, pero finalmente logró dormir.

—... ¿Y Sesshomaru?

—Él-él aún no ha despertado—mencionó con pesar, mirando con angustia y preocupación a Sesshomaru.

—Estará bien— dijo Inu no Taisho, tratando de animar a su compañera.

Irasue le dio una mirada como si la hubiese ofendido de alguna manera.

— ¿Cómo lo sabes?, él ni siquiera ha despertado, lleva demasiado tiempo así quien sabe si...—detuvo su abrupto arrebato recordando que los cachorros estaban en la habitación descansando. Desvió su mirada hacia otro lado, ver a Inu no Taisho le estaba poniendo de mal humor, parecía que él no se preocupaba como ella.

—Irasue, basta. Todo está bien. Sesshomaru despertó hace rato, pero volvió a dormir—mencionó para tranquilizarla.

— ¿Despertó?... ¿Cuándo? ¿Por qué no me lo dijiste? — Irasue nuevamente hizo contacto visual con Inu no Taisho buscando respuestas.