Capitulo 2

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Entre a casa con las bolsas a casi caerse de mis manos. Era Sábado y los padres de Stefan vendrían almorzar. Todos los fines de semana teníamos reuniones familiares. Hoy era nuestra primera reunión en nuestra nueva casa. Siempre nos habíamos reunido en casa de sus padres o los míos. Estaba tan nerviosa, era mi primer comida en familia, quería que todo saliera bien. Mi madre era algo demandante, pero la de Stefan le ganaba la corona con todo y joyas. 

Mi suegra era algo así como, te mastico pero no te trago. Lily Salvatore era algo especial cuando se trataba de sus hijos, y más de Stefan, claramente se veía que era su hijo favorito. Tal vez porque era el más pequeño, después de él le seguía Lexy y el mayor era Damon.

Entre en la cocina. Stefan estaba preparando una ensalada. Me acerque y deje las bolsas a sus pies. Se volteo tomando mi mentón con la mano derecha y, con delicadeza me levantó el rostro dirigiéndolo hacia el suyo. Desposito unos besos castos en mis labios. Rodee su cuello con mis brazos y lo atraje hacia mi besando más profundo. Me tomo de la cintura y comenzo a besarme con más intensidad.

Me perdí un momento en sus labios. Quería a Stefan, por esa razón me había casado con él. La imagen de los ojos de Damon se dibujaron en mi mente. Me entregue más en el beso. No quería pensar en Damon, quería disfrutar a mi esposo.

—¡Oh, perdón por interrumpir!

Stefan y yo nos separamos mientras los ojos verdes de ella se movían en dirección hacia otro lado.

—No te preocupes, Caroline —contesto Stefan.

Caroline era amiga de Stefan, los dos eran residentes en el hospital, sin olvidar que se conocían desde pequeños. A ella parecía no agradarle, pero por el bien de Stefan me hablaba de buena manera. Aunque la mala vibra que me tenía siempre la podía sentir.

—Solo venia a decirles que la parrilla ya está caliente.

Se dio la vuelta y salió de la cocina. Stefan y yo nos vimos y reímos.

—Creo que debemos atender a la visita primero —le guiñe el ojo tomando la bandeja de pollo que ya tenía lista.

Salí hacia el jardín. El padre de Stefan estaba poniendo ya sus famosas calabazas —las odiaba— Mi padre y mi madre estaban sentados en la banca platicando y riendo con Lily. Llegue al lado de mi suegro y le entregue la bandeja.

—Gracias, Elena —empezó a colocar las piezas de pollo en la parrilla—, a qué hora llegaste.

Me vio a los ojos. Giuseppe era odioso. Si, los padres de Stefan no eran modelos a seguir, con el tiempo que llevaba casada con el, me habia dado cuenta la clase de personas que eran. El padre era un mañoso borracho y mujeriego, y Lily, la madre, era una mujer tan llena de prejuicios, perfeccionista a cierto punto. Siempre se pasaba haciendo distinción entre sus hijos, y no se inmutaba cuando de alzar a su hijo favorito se trataba.

Los padres de Stefan eran eso y mucho más. Me había tenido que acostumbrar a sus falsas máscaras, las que ponían enfrente de todos.

Le sonreí mientras le daba las pinzas.

—Hace unos minutos. Necesitábamos algunas cosas así que tuve que correr a la tienda.

—Ya veo. ¿Como va el trabajo? ¿Ganas bien?

Me mordí las mejillas. Sabía que no les gustaba nada a lo que me dedicaba. Al parecer, una Chef no calzaba con su perfecto hijo que se convertiría en un gran cirujano.

Terrible Love [completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora