Terrible Love [completa]

Capítulo 12

#Borrador

Damon dejó salir unas cuantas maldiciones mientras se agachaba para recoger su pantalón. Se lo puso rápidamente y llegó hasta su hermana. Ella no quitaba sus llorosos ojos de mí. Yo seguía en el suelo cubierta solo por la manta.

Damon la tomó del hombro y la arrastró con él hacía dentro de su habitación. Me dio tiempo de cambiarme. Me coloque el vestido y puse mis zapatos. Escuche la discusión que ambos tenían en el cuarto.

Me medio arregle el cabello. Corrí hacia la salida, al tocar el pomo para salir, la puerta de la habitación de Damon se abrió con fuerza. Las pisadas llegaron muy cerca de mi espalda.

—¡No te atrevas! —me gritó acercándose. Su mano cayó en mi hombro volteando mi cuerpo entero—. ¡No te atrevas a irte sin darme una explicación!

Sus ojos estaban tan rojos y sus lágrimas no dejaban de caer.

—Lexi, yo te explicaré, deja que ella se vaya.

—¡No! —volvió a gritar—. Por favor, Elena, al menos dame una buena razón para esto.

Se tiró en el piso y un llanto amargo la abarcó. Mierda, esto me hacía sentir tan mal, tan basura. Tire mi bolso y me arrodille enfrente de ella. Le tome la barbilla para que me viera.

—No tengo ninguna buena razón, Lexi —ella me negó—. Lo siento.

Me empujo y se levantó del suelo. Encaró a Damon.

—¿Y tú? —le tomó el rostro y lo acercó al de ella—. Es la esposa de tu hermano, Damon. No importa cuanta mierda sientas por dentro, no importa cuánto quieras autodestruirte. Esto no, no, no —Damon la abrazó y ella lloró en su pecho.

***
Los tres estábamos en la cocina. Ninguno había dicho nada, solo se escuchaban los suspiros de frustración de Damon. Lexi me tomó la mano y la apretó como pidiéndome respuestas, alguna señal que la ayudará a no sentir el dolor que ahora sentía.

—Lexi —vociferó Damon—. Yo fui el culpable de esto, Elena, ella no quería, pero yo con mis malditos acosos la lleve al límite.

Lo mire a los ojos. Eso era mentira, era cierto que él al final había cedido, pero la que había llevado hasta su límite a alguien aquí, esa era yo. Damon solo fue cediendo ante mi necesidad de sentir sus labios. Después de que lo había besado, ya no había vuelto a pensar en otra cosa, y las cosas con Stefan se habían puesto mal. No le había perdonado el golpe, había tardado para perdonarlo y el sentirme así, me hizo llevar al límite a Damon, me hizo refugiarme en la persona que no debía. Él estaba dañado y al estar así, era una persona frágil.

Lexi soltó mi mano y se la llevó a la cien. Dejó salir el aire con desesperación.

—Cuando los vi esa vez besándose, me repetí tantas veces que había sido imaginación mía. Fui estúpida, no quise poner atención al problema —suspiró y me vio—. Pero ahora lo haré.

Eso me asustó.

—¿Qué quieres decir con eso?

—Te daré la opción de elegir. Elena, amo a mis hermanos y lo menos que quiero es hacerles daño —vio a Damon con pena en sus ojos—. Lo siento, pero debes terminar este triángulo tan retorcido.

—¿Me estas dando a elegir entre Damon y Stefan?

Pregunté confundida.

—Elena, no pueden seguir así.

Me levanté del asiento. Mire a Damon, él estaba tan callado. Un ligero dolor latió en mi pecho. Sabía que se debía por lo que estaba a punto de decir.