Capítulo 14

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Esta iba a ser la última vez que me dejaba arrastrar en una situación tan incómoda como la que estaba viviendo en estos precisos momentos.

Subí la última maleta y sentí la presencia de alguien en mi espalda. Me voltee y sus ojos me sonrieron.

—Deja, yo lo hago —me hice a un lado y deje que él colocará la maleta que traía y de paso acomodara las demás—. ¿Listo? —se volteo sacudiendo sus hombros. Mis ojos solo seguían cada cosa que hacía. Suspiró y tomó asiento en un espacio de la cajuela empujando las maletas más hacia atrás —. ¿No pensé que ibas a venir?

Me sonrió de lado, con sus dedos tomó la punta de mi suéter y la sacudió. El acto me hizo reír, lucía tan atractivo y tierno a la vez. Me soltó y tomó una profunda respiración.

Alce los hombros e imite su acción sentandome a su lado. El olor de su perfume me hizo sentir emocionada.

—No quería, pero sabes que tu hermano puede ser muy insistente. Además, sólo tendrá estos tres días de vacaciones, después de esto estará viajando mucho a New York y llenando muchas horas en el hospital de la ciudad.

Se acercó rozando nuestros hombros. Ambos volteamos a vernos, nuestras miradas se cruzaron por un largo momento. Mi sangre empezaba a pompear con más rapidez a través de mis venas. La ansiedad que mis manos y cuerpo entero tenían, era señal que este viaje sería el infierno para mí.

—Felicidades por tu estrella en el Bistro —me empujo con su hombro—. Ese día ya no te pude felicitar.

Sus manos viajaron dentro de su bolsillo, sacó una pequeña cajita color rosa con una cinta negra, la cual estaba anudada en un lindo moño.

La extendió entregándomela. Subí la mirada a sus ojos y los fui bajando a sus labios. Quería besarlo, moría por besarlo. Mi cuerpo sentía un hormigueo incomparable. Su boca estaba entreabierta y sus labios se veían tan mojados. Baje de nuevo la mirada a lo que estaba entregándome.

Mis dedos recibieron la cajita. Un calor electrizante corrió por mis manos. Tragué saliva.

—¿Qué es esto?

—Un pequeño regalo por ser tan capaz y cumplir tus sueños.

—¿No sé qué decir?

—Solo ábrelo.

Deshice el moño y abrí la cajita. Un bello collar con una piedra color zafiro estaba dentro. Abrí la boca sorprendida, amaba esa piedra. Él metió sus dedos y sacó el bello regalo.

—Es hermoso.

En verdad estaba sorprendida, esto era tan lindo.

—Mira —volteo la piedra que estaba puesta en un dije en forma de candado y me mostró las letras que estaban escritas.

No pude evitar soltar unas lágrimas.

"Para la mujer más maravillosa que he tenido la dicha de conocer. Espero verte en la otra vida"

—¿Pero...? ¿Cómo supiste eso?

—Tú abuela sabía que ibas a llegar lejos.

—Esas palabras me las decía ella todo el tiempo.

—Lo sé, ella fue la que me las dijo.

El corazón me brincoteaba tan emocionado. Mi abuela siempre había sido mi pilar, ella era la que me había mantenido fuerte cuando había perdido la posibilidad de procrear vida. Por eso esto significaba tanto para mí y más entregado por el hombre que me quitaba la tranquilidad y el sueño. El hombre que sabía que amaba.

Terrible Love [completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora