HELENADesperté con los primeros rayos del sol abriendo lentamente mis párpados, alcé la vista hasta el techo y vi cientos de puntos de luz en la habitación.
- La pulsera - digo en un susurro.
Me levanto rápidamente de cama y voy hacia la ventana. Hay un niño apoyado en ella. No me puedo creer que funcionase tan rápido. Quito del pomo la pulsera y abro la ventana con demasiada ilusión. Él me mira confundido, supongo que no se esperaba a nadie.
- ¡ Hola ! - grito levemente.
Sonríe un poco y me saluda con la mano.
- ¿ Cómo te llamas ? - pregunto intentando parecer agradable.
Una mujer aparece detrás del niño y se lo lleva hacia dentro mirándome asustada. La ventana se cierra con fuerza y no vuelvo a ver a nadie más.
- Pero como puedo tener tan mala suerte - digo para mí misma.
Voy al baño y me ducho rápidamente, me da miedo que Mike, bueno, Miguel aparezca mientras me estoy me estoy duchando. Me pongo un vaquero y una camiseta de tirantes, con escote por supuesto.
La puerta se abre y la mujer me trae el desayuno con una agradable sonrisa, como siempre. Tengo que acordarme de enseñarle el vídeo que vi anoche cuando venga al mediodía.
Desayuno mientras ella me contempla comer, creo que le gusta verme así, quizás tuviese miedo de que muriese de hambre. Al terminar se despide con la mano y cierra la puerta despacio, después escucho como se cierra con llave.
Enciendo el televisor y un ruido grave me hace dar un brinco. Me pego a la ventana e intento buscar cómo puedo de dónde viene ese ruido, vuelve a sonar. Es el sonido de un barco, eso significa...que estoy cerca de un puerto.
Eso me deja toda la Costa italiana ni más ni menos. He de reconocer que tenía miedo cuando creí que me llevarían lejos de Italia, pero el vuelo no duró mucho. Estaba en Italia, eso lo sabía, cuando comencé a despertarme dentro del coche escuché a la gente pasar hablando en italiano. Lo malo fue que me drogaron tan pronto estábamos aterrizando. Mi sentido de la orientación siempre fue bueno, siempre y cuando pudiese ver las estrellas, pero desde esta pequeña ventana no podía ver el cielo.
La puerta se abrió pero me giré en el momento que la volvían a cerrar. Escuché unos gritos y después el completo silencio. Tomé aire y decidí hablar por primera vez con el guardia.
- ¿ Hola ? - llamo, pero nadie contesta - ¿ Bayron ? - insisto.
- Aléjate de la puerta - escucho una voz grave.
Le hago caso y veo la puerta abrirse y un hombre altísimo y grande apuntarme con un arma.
Levanto las manos y sonrío, sabía que mi sonrisa encandilaba.
- Tranquilo, como ves no soy peligrosa.
- Lo sé, ¿ Qué quieres ? - pregunta bajando el arma.
- Quería unos folios y un bolígrafo - digo intentando poner voz dulce.
- ¿ Para pintar ? - pregunta sonriendo.
- Para estudiar - respondo.
¿ Qué estudias ? - dice apoyándose en la puerta. Perfecto, capté su atención.
- Medicina, bueno, estaba con las prácticas de cirugía cuando tu fantástico jefe me secuestró - digo en un tono más triste, pero se me tuvo que notar la ironía.
- Ya entiendo, hablaré con el jefe a ver qué puedo hacer con esos folios y el bolígrafo - dice girándose para marcharse.
- Otra cosa - vuelvo a usar el tono dulce.
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Lealtad (Crónicas de la mafia #2)
ActionLas familias más poderosas de Roma han sido atacadas por una organización que lleva años vigilándoles desde dentro, Helena no puede creerse que Mike como ella le conocía, la usara para quitarle toda su herencia. Con ella desaparecida Leonardo Corleo...